Música

Y el pequeño Adolfo cogió la batuta...

  • El niño de 10 años con síndrome de Down e hijo de uno de los músicos de la formación, encandila al público en el concierto dominical de la Banda Municipal

El pequeño de 10 años Adolfo Bejarano dirige a la Banda Municipal de Música.

El pasado domingo el director de la Banda Municipal de Música, Luis Alfonso Román, decidió ceder la batuta de la dirección a los asistentes que en ese momento les escuchaban en la céntrica Alameda del Banco. El ofrecimiento fue, sobre todo, para niños y niñas. Fue entonces, al final, cuando el pequeño Adolfo Bejarano, de 10 años, se hizo cargo con evidente maestría de la dirección de la banda. Se trató de un hermoso momento que, además, cosechó numerosos aplausos por parte de los presentes.

Se da la circunstancia de que el pequeño, un alumno muy querido y estimado en La Salle-Buen Pastor donde cursa sus estudios, es hijo del músico de la Banda Municipal Adolfo Bejarano, quien ya lleva 32 años formando parte de este colectivo tan importante para la ciudad y que atraviesa las horas más bajas desde que fuera fundada.

Según narra el progenitor, que también ejerce de profesor desde hace 15 años en el Guadalete de El Puerto, “el director tomó la decisión de que algunos de los asistentes, sobre todo los niños y niñas que quisieran, salieran a dirigir un fragmento del concierto, primero dando la nota de afinación y después interpretando la marcha 'Forever', del compositor americano John Philip Sousa”.

“Actuaron varios niños y al final se acabó con mi hijo Adolfo”. El pequeño, con síndrome de Down, se erigió sin duda en el protagonista del concierto. “Adolfo no tiene conocimientos de música, en casa se pone sus vídeos de música y hace como si fuera el director. Yo llevo en la música desde que tenía ocho años. Quizás le venga por ahí, es decir, que lo lleva en la sangre”. Se da además la circunstancia de que octubre es el mes de concienciación sobre el síndrome de Down.

Según Adolfo Bejarano padre, cada vez que la Banda Municipal toca “comprobamos que la ciudad nos quiere. No se nos puede dejar morir pues además de cultura musical nos erigimos en un atractivo para los comercios y la hostelería del centro, la de la Alameda del Banco, la de Porvera, la de Rafael Rivero pues mucha gente acude a escucharnos”.

Lamentablemente la carencia de archivero provoca que la Banda Municipal deba restringir su repertorio de un tiempo a esta parte a pasodobles y marchas. Esperemos que se potencie este exponente cultural jerezano y no se le deje caer en el olvido.

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