Unos 74 afectados por el cierre de la clínica Dental Line presentarán una demanda común

Quedaba por reunirse y 'poner orden' desde que, días atrás, una paciente de la clínica Dental Line en nuestra ciudad, Rosario Jimena Calderón, acudiera a las instalaciones que la compañía posee en Madre de Dios y encontrarse con un cartel de "Cerrado hasta nuevo aviso". Desde entonces, Rosario se dirigió a todos los medios de la ciudad para dar cuenta de la situación y tratar de reunir al mayor número de damnificados por el cierre. Todas estas gestiones cristalizaron la tarde noche del pasado martes, en una multitudinaria asamblea de afectados que se celebró en el centro cívico de La Granja.

"Mucha indignación -declaró ayer Rosario Jimena a este periódico-. Era mucha indignación la que se palpaba en la asamblea. Afectados con problemas distintos, pero cada persona es un drama, tiene una historia atrás. Mi problema es de un tratamiento de ortodoncia, pero hay otros con problemas de fundas, implantes e, incluso, gente que estaba pendiente de una prótesis y que, al final, se han quedado dentro de la clínica. Todo esto obligará a que cada afectado tenga que buscarse otro dentista para poder finalizar su tratamiento". Rosario confirmó que cada paciente afectado ha desembolsado o le han financiado una cantidad de entre 3.000 y 6.000 euros.

La asamblea decidió finalmente interponer una denuncia común, a la que se han adherido 74 afectados, aunque el número crecerá porque, como dijo Rosario, diez pacientes más se pusieron en contacto con ella ayer mismo al conocer el cierre de la clínica.