"Los aficionados de Jerez no van a pagar lo que piden en la reventa para José Tomás"

La expectación para la corrida del 7 de mayo es tan grande que la mayoría de miembros de los círculos taurinos de la ciudad no alcanzan a pagar lo que cuesta hoy una localidad en la calle.

El torero José Tomás sale a hombros de una de sus corridas.
El torero José Tomás sale a hombros de una de sus corridas.
Pablo Fdez. Quintanilla

21 de abril 2016 - 01:00

A poco más de dos semanas para que tenga lugar la corrida de toros de la que todos hablan, la del regreso a los ruedos españoles de José Tomás, la reventa continúa siendo el 'tema de moda' en los círculos taurinos. La enorme expectación que ha levantado a nivel nacional e internacional esta faena ha provocado que los precios de la reventa se disparasen hace semanas. Alguna plataforma de internet que se dedica a mediar en la venta de entradas oferta por 4.000 euros una localidad en tendido de sombra, concretamente en la segunda fila. Esto no significa que éste sea el precio que alguien esté dispuesto a pagar, sino más bien la expectativa de los revendedores a 15 días de que suenen los clarines.

La empresa explotadora de la plaza decidió mantener el coste del abono en cifras idénticas a las del año pasado, cuando la expectación era menor. Además, aquellos que ya disfrutaron de este pase en 2015 han mantenido su derecho de reserva, por lo que se han ahorrado las temidas colas de los primeros días. Asimismo, también se dispusieron entradas a precio reducido a jóvenes aficionados de Jerez que se encuentran asociados. La fidelidad y el interés por que la fiesta subsista ha propiciado que a algunos les haya tocado el premio de despreocuparse de conseguir una localidad para la esperada corrida del 7 de mayo, que además de a José Tomás incluye un gran cartel junto a los toreros Juan José Padilla, el 'Ciclón de Jerez', y José Mari Manzanares.

"Es un hecho histórico. La mayoría, para asegurarse que podrían entrar, tiraron directamente de abono, porque sabían que se iba a llenar y no iban a poner a la venta entradas sueltas", cuenta Rafael Valenzuela, de la Tertulia Taurina Jerezana. "Estoy encantado como aficionado por el interés que se ha levantado, pero no tiene sentido el precio por el que están ofreciendo las entradas en reventa", relata. Otro taurino, que prefiere no dar su nombre, cuenta que "un conocido ha vendido su asiento contiguo por 700 euros en el tendido de sombra, porque tenía dos abonos. Es muchísimo dinero". El fenómeno de la reventa, tan antiguo casi como las propias plazas de toros en las que se empezó a cobrar por el asiento, ha sido un clásico que históricamente se daba en las puertas del coso. Entonces las vendían los llamados 'aguilillas', que se situaban en las inmediaciones de la plaza el mismo día de la faena. Internet, que permite revender con tiempo a personas ubicadas en cualquier parte del globo, ha acabado prácticamente con esta modalidad.

La gran cantidad de ofertas que se pueden encontrar publicadas en internet, por otra parte, propicia que los precios se autorregulen y mantengan, salvo excepciones, en el mismo rango. En el último mes el importe apenas ha oscilado. En este juego, del cuánto ofreces y cuánto estás dispuesto a pagar entran en juego varios factores. Si los 'ciberaguilillas' no se quitan de encima las entradas, a medida que se acerque el 7 de mayo los precios irán bajando. Si el número de localidades en reventa decae, el precio de los últimos asientos, lógicamente, se disparará. "Creo que hay vendedores que se están guardando sus entradas para que en la propia feria, con dos copitas de más, puedan cazar a alguien ya desesperado por entrar, alguien que en su día reservase su habitación de hotel y sea capaz de pagar lo que sea", señala Valenzuela. Otro aficionado veterano lo matiza: "Al que de verdad le gustan los toros no tiene por qué ver a José Tomás. Te esperas a que en verano llegue la temporada de El Puerto y con eso estás contento. No hay que pensar que porque te gusten mucho los toros vas a estar dispuesto a desembolsar lo que sea".

Por lo que el presidente de la Tertulia ha hablado con aficionados sin entrada, "tengo claro que no van a pagar ese dineral que piden en la reventa". De hecho, va más allá y señala que "los que estaban en la cola aquel día que se pusieron a la venta los abonos -el 7 de marzo-, casi ninguno era aficionado". Aunque no se registraran peleas, "yo nunca había visto que en las taquillas de una plaza se contratase seguridad privada", una medida que tomó la compañía explotadora en previsión de posibles altercados. "Eso sí, hubo un momento en el que tuvieron que intervenir porque la fila no avanzaba", de lo que nace la sospecha de que "cierta gente se organizó para que los mismos volvieran una y otra vez a comprar. Se colaban y terminaron con tacos de entradas". Para evitar una apropiación masiva, en taquilla se impidió que nadie pudiera adquirir más de seis localidades.

Entre el repertorio de ofertas, por una entrada de grada de sol se pueden pagar unos 250 euros, aunque algunos aún se atreven a pedir 500. En el tendido, casi 800 -con paciencia y regateando, unos 600-. Si bien al comprar asientos para grupos de media docena de personas se puede sacar un descuento -"bueno, si sois seis te hago una rebajita"-, lo cierto es que se va complicando la posibilidad de adquirir localidades correlativas. A estas alturas, quedan muchas entradas, pero generalmente de no más de dos personas juntas.

Para quien no confíe en la venta por internet, aún queda la posibilidad de intentar hacerse notar por las inmediaciones de la plaza, cuenta algún aficionado, tanto el mismo día de la corrida como antes. "Si un revendedor se queda con la entrada en la mano sin venderla será porque quiere o porque pide más de la cuenta, porque entre los aficionados de Jerez hay muchísimos dispuestos a pagar un precio moderado. Eso sí, en ningún caso lo que se pide por ahí", remacha otro veterano taurino de la ciudad.

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