Sanidad

Los profesionales sanitarios de Jerez sufren una agresión cada dos meses

Concentración de denuncia de una de las agresiones registradas el año pasado en centros sanitarios de Jerez.

Concentración de denuncia de una de las agresiones registradas el año pasado en centros sanitarios de Jerez. / Miguel Ángel González

La última agresión a una médico del centro de salud La Granja registrada la semana pasada elevan a tres los episodios violentos sufridos en lo que va de año por profesionales sanitarios en el área de gestión de Jerez-Costa Noroeste, donde los casos en centros de salud denunciados por los sindicatos desde principios del año pasado rondan la decena, a razón de uno cada dos meses, sin contar con los acaecidos en el Hospital.

Esta situación contrasta con la reducción de los ataques físicos y verbales experimentada en la provincia en el conjunto de 2023. En concreto, según datos del registro de agresiones del Servicio Andaluz de Salud (SAS) difundidos el pasado mes de enero con motivo de la reunión de la comisión provincial contra las agresiones a profesionales de centros sanitarios, el año pasado se produjeron 199 agresiones (26 de ellos físicos) en centros sanitarios de la provincia, sesenta menos que las denunciadas un año antes.

Pese al descenso, Cádiz se mantiene entre las provincias andaluzas y españolas con mayor número de agresiones, motivo por el que las organizaciones sindicales del ámbito sanitario cuestionan los resultados de los planes para la prevención y reducción de esta lacra, y frente a la que reclaman medidas más efectivas, más allá del protocolo para el asesoramiento y acompañamiento de las víctimas que se activa a “toro pasado”, es decir, después de que suceda la agresión.

Entre estas medidas, los sindicatos insisten en la necesidad de reforzar la seguridad con la presencia de vigilantes durante todo el horario de apertura de los centros de salud, de los que, en el caso de Jerez, en algunos se ha retirado este servicio y en otros se ha reducido a la jornada de mañana.

Esta es una de las reivindicaciones que volverá a estar presente en la concentración convocada por el Sindicato Médico para este miércoles 20 de marzo en repulsa a la última agresión en el centro de salud La Granja, donde una médico sufrió un ataque físico -la acompañante de una usuaria le dio un tirón de pelo- y verbal. Ambas mujeres mostraron con esta reacción incívica su desacuerdo con el tiempo de espera para ser atendidas por Urgencias.

Otros dos ataques en enero y febrero

El pasado 9 de febrero, las víctimas fueron dos profesionales -una enfermera y una técnico de cuidados auxiliares de enfermería- del centro de salud Tolosa Latour de Chipiona, dentro del área sanitaria jerezana y donde se registró otra agresión física.

Los sindicatos lamentaron entonces, como en tantas otras ocasiones, que al margen de la condena de los hechos, el SAS se limitara a recordar los instrumentos incluidos en el Plan de Prevención y Atención a las Agresiones, en vigor desde hace dos años, pero que a juicio de los responsables sindicales es "insuficiente" para garantizar la seguridad y protección de los profesionales.

Casi un mes antes, el 18 de enero, el episodio de violencia tuvo lugar en centro de salud San Benito, donde una usuaria atacó físicamente a una médico de familia y una enfermera -recibió varios puñetazos-, profirió insultos y amenazas contra varios trabajadores, y provocó serios destrozos en parte del mobiliario.

Cádiz figura entre las provincias andaluzas y españolas con mayor número de agresiones

La sección sindical del CSIF denunció que “el protocolo que, a todas luces, no es efectivo ya que cuando se presentan las fuerzas y cuerpos de seguridad -en aquella ocasión se trasladaron hasta cuatro coches patrulla de la Policía Local, que acabó deteniendo a la agresora-, los hechos ya se han cometido", al tiempo que hizo hincapié en la desprotección de los profesionales, que “trabajan con miedo e inseguridad”, por la falta de personal de seguridad en el turno de tarde en este centro de salud.

El Sindicato Médico, en la protesta convocada días después de este incidente, también volvió a reclamar seguridad de forma permanente en todos los centros de salud. "Hace unos cinco o seis años no había seguridad en el centro de La Serrana y eran continuas las agresiones. Desde que se puso el vigilante, ya no hay agresión física hacia el personal", recordaron desde el colectivo.

Esta organización sindical también reclama sanciones administrativas contundentes contra las agresiones a sanitarios, así como órdenes de alejamiento “inmediatas” para los agresores. "Esto sale muy barato, son penas simbólicas y en la mayoría de los casos ni se pagan", indicaron entonces.

Agresiones en centros de salud y en plena calle

Son las mismas medidas que este mismo sindicato reclamó a mediados de noviembre de 2023 con motivo de la agresión física, acompañada de insultos graves y amenazas, sufrida por una doctora de Atención Primaria del centro de salud Jerez Centro.

Básicamente, estas son sus reivindicaciones: presencia durante todo el día de un guardia jurado, que las agresiones “no salgan gratis" y sanciones administrativas para los autores en una provincia en la que, según este sindicato, se registran entre una y dos agresiones graves al mes en Atención Primaria.

También en Jerez, unos meses antes, en septiembre, dos celadores-conductores sufrieron una agresión verbal en el centro de salud Madre de Dios que requirió de intervención policial, peligro que, según el sindicato Saceco, "ha aumentado, sin duda, desde que en este centro de salud se eliminó el servicio de seguridad privada", cuya presencia “producía un efecto disuasorio”.

A finales de abril, el episodio de violencia lo sufrieron tres sanitarios del 061 en plena calle por parte de una mujer a la que prestaron asistencia y de su pareja. CSIF detalló que la usuaria en cuestión comenzó a gritar y atacar físicamente al equipo de emergencias en presencia de numerosos testigos y de agentes de la Policía Local, que tuvieron que intervenir para proteger a los sanitarios de la mujer y de su pareja, que se unió a los gritos, insultos y amenazas contra los profesionales.

Los sindicatos denuncian que los sanitarios "acuden a trabajar con miedo" porque las agresiones "salen gratis"

En febrero, CCOO Hábitat denunció otra agresión física y verbal a un vigilante de seguridad del centro de salud Jerez Centro, y ese mismo mes en el mismo centro, UGT hizo lo propio tras los insultos y amenazas dirigidos por un usuario contra una médico de familia, a la que provocó “un elevado estado de ansiedad y pánico, agravado por el hecho de encontrarse sola en la consulta con este sujeto".

En aquella ocasión, a la profesional le jugó una mala pasada un fallo del conocido como 'botón del pánico' y, para colmo, no pudo evitar tener que volver a atender a los pocos días a su agresor mediante cita programada.

UGT, como el resto de sindicatos, insistió entonces en la necesidad de contar con profesionales de seguridad en todos los centros sanitarios, como los que prestan servicios en los centros de Jerez Sur o La Serrana.

"Desde el pasado 1 de enero (de 2023), la Administración retiró estos profesionales -vigilantes de seguridad- sin previo aviso” y “el protocolo de agresiones, como en ocasiones anteriores. no evita que vuelvan a existir nuevos episodios, ni ayuda a los profesionales que cada día trabajan con una tensión y ansiedad añadida”, lamentó el sindicato, desde el que instaron al SAS a “poner a disposición de los profesionales todos los medios necesarios y no, como es lo habitual, a toro pasado con activaciones de protocolos que, para el trabajo del día a día, han mostrado ser totalmente ineficaces".

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