Aquellos aguinaldos de Navidad

Una de las tradiciones que se ha ido perdiendo con el tiempo es la de los profesionales que solicitaban una propina a través de una tarjeta, costumbre que adoptaron los niños cantando

Estampitas o tarjetas con las que los barrenderos y basureros pedían el aguinaldo.
Estampitas o tarjetas con las que los barrenderos y basureros pedían el aguinaldo. / Archivo Antonio Molinillo
D.L.M.

09 de enero 2022 - 04:44

Jerez/Una de las tradiciones navideñas que se ha ido perdiendo con el tiempo es la del aguinaldo, propina que los profesionales pedían a cambio de una estampa particular felicitando las Pascuas y deseando próspero Año Nuevo, costumbre que en su tiempo se extendió a los más pequeños de la casa, reclamando a los mayores un dinerillo extra para los gastos de las fiestas: dulces, artículos de broma para el día de los Santos Inocentes y demás.

En el grupo de Facebook 'Cosas jerezanas que se han perdido con el tiempo' bien se explica que, llegada la Navidad, "el aluvión de profesionales que llamaban a nuestra puerta en demanda del aguinaldo de Pascuas, bien por sus servicios o cumplimiento, deseándonos con cara alegre ‘Felices Pascuas’ a cambio de una gratificación en metálico".

El aguinaldo "consistía en una pequeña tarjeta o estampita donde mostraban su ocupación u oficio y al dorso su felicitación; estas felicitaciones nos lo pasaban los barrenderos, carteros, barrenderos, vigilante del barrio, y algunos más que durante el año prestaban sus servicios".

En efecto, en una de esas felicitaciones de 1976 del barrendero, al dorso se leía una poesía:

El Barrendero, ¡señores!

lleva vida y alegría;

porque si no hubiese higiene

la salud peligraría.

Es cosa muy importante

la limpieza de las calles;

desaparecen microbios

y se evitan muchos males.

Será mi mejor deseo

que pasen la Nochebuena,

alegres y bullangeros,

con una espléndida cena.

Mucha salud y bienestar

para todos los vecinos;

que celebren bien las fiestas

con dulces y buenos vinos.

Muy felices Navidades,

y que el Año Nuevo y Reyes

les traigan prosperidades

con toda clase de bienes.

Feicitación de la contrata de carga y descarga de Pequeña Velocidad.
Feicitación de la contrata de carga y descarga de Pequeña Velocidad. / Archivo Antonio Molinillo

Otra, también del barrendero pero sin fecha aunque también de la imprenta Ediciones Moragón de Valencia, dice así en su reverso:

Se presenta el barrendero,

y después de saludar,

muy alegre y bullanguero

les viene a felicitar.

Mucho le gusta la Higiene

y también la Sanidad,

que defienden la salud

de toda la humanidad.

Bien barridas y regadas

con toda curiosidad,

siempre veréis aseadas

las calles de la ciudad.

En fiestas de Navidad

les desea el barrendero

la mayor felicidad

con alegría y jaleo.

Que pasen felices Pascuas

y también el Año Nuevo

con salud y con dinero

como siempre, les desea

El Barrendero.

La del basurero rezaba así:

El humilde basurero

les viene a felicitar,

les saluda placentero

pues no les quiere olvidar.

Con la trompeta tocando

o la campana sonando

va los cubos vaciando

y los rincones limpiando.

Es misión bastante dura

y muy sucio su trabajo,

recogiendo la basura

calle arriba y calle abajo.

Que acierten una Quiniela

o el Gordo de Navidad

les desea El Basurero

con toda sinceridad.

Que pasen felices fiestas

de Navidad y Año Nuevo

en completo bienestar

con alegría y salero.

A falta de tarjeta o estampita, los niños era habitual -y los mayores lo recordarán- que entonaran una canción a modo de villancico para pedir el aguinaldo:

Dame el aguinaldo,

carita de rosa,

que no tienes cara

de ser tan roñosa.

Y si me lo das,

y si me lo das,

te deseamos todos

feliz Navidad.

Dame el aguinaldo,

carita de rosa,

que no tienes cara

de ser tan roñosa.

Y si me lo das,

o no me lo das,

gracias igualmente

y feliz Navidad.

Otra versión, menos diplomática con los que no sacaban la cartera, decía así:

Dame el aguinaldo,

carita de rosa,

que no tienes la cara

de ser tan roñosa.

Y si me lo das,

y si me lo das,

que pases unas Fiestas

con felicidad.

Y si no me lo das,

y si no me lo das,

que te caiga encima

la campana gorda

de la Catedral.

Hay versiones con distinto final y otro era este:

Y si no me lo das,

y si no me lo das,

que pases las fiestas

en el hospital.

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