"Aquí ahora hay una frase que se utiliza mucho y es: barre lo que se vea"

El que avisa no es traidor. En el pasado mes de octubre la plantilla de limpieza viaria y recogida de basura recordó que el 1 de enero de 2016 debía recuperar lo que 'cedieron' para evitar el despido de 125 trabajadores. Octubre y noviembre pasaron sin ruido, y en diciembre anunciaron una huelga indefinida nada menos que desde el 3 de enero. Las caras se congelaron y la ciudad temió volver a los 21 días de paros que tiñó en 2012 las calles de basura y ratas.

Tras siete intensas reuniones de negociación y alguna que otra llamada de Alcaldía, el pasado viernes comité y Urbaser firmaron en el Sercla la paz. Unos no recuperan todo lo que querían y los otros se quedan como estaban, sin dinero, por ahora, que rellene el presupuesto municipal para el servicio. En las próximas líneas, el presidente del comité, Juan Carlos Conesa, y el secretario, Jesús Benítez, hacen un repaso del pasado, del presente y del futuro del servicio.

Juan Carlos Conesa: Los recuerdos de la huelga de 2012 son muy malos. Hablando en plata, se nos jodió bastante y parece que venían a por nosotros. Aunque el recorte era una orden de Madrid, el trato que recibimos por parte del gobierno de María José García-Pelayo fue duro. Eso no lo vamos a olvidar en la vida. Y una cosa voy a decir. El séptimo día de huelga, tanto el Ayuntamiento como la empresa tenían sobre la mesa lo mismo que firmaron el día 21. Vamos, que parecía que tenían ganas de dar un escarmiento o algo a la plantilla de Urbaser.

Juan Carlos Conesa: El pellizco que hemos tenido en la barriga durante esta negociación es que las empresas y ayuntamientos utilizan a sus trabajadores para cobrar. Yo no puedo decir nada malo de mi empresa, porque el día 28 mi empresa me paga. No a mí, sino a los 400 que estamos. El problema es que el Ayuntamiento acumula una deuda millonaria con la concesionaria y durante 2015 no pagó ni un duro. Tanto la plantilla como la empresa podíamos aguantar esta huelga, pero el Ayuntamiento no, y una manera de presionar al Ayuntamiento para pagar, ¿cuál es? Utilizar a los trabajadores. En la quinta reunión, cuando la empresa se levantó y se fue, dije que lo que querían eran tirarnos a la calle, que fuéramos a la huelga para que les pagaran. Ha sido una negociación muy dura, pero hemos conseguido finalmente llegar a unos acuerdos.

Juan Carlos Conesa: En diciembre, cuando anunciamos la huelga, fue la alcaldesa Mamen Sánchez la que instó a la empresa a que se sentara. Lo que puedo decir de este gobierno es que, primero, no ha puesto un duro y me siento defraudado por ello; pero en el tema de preocupación y saber cómo estaba el servicio, tanto Mamen como el delegado José Antonio Díaz han estado muy encima. En 35-40 días se han reunido más veces con el comité de Urbaser, que María José García-Pelayo en cuatro años.

Juan Carlos Conesa: Jerez está falta de personal y de maquinaria. Cuando llegamos a las seis de la mañana nos mandan a un sitio, y si nos dicen hasta 'aquí', por mucho que veamos a unos metros más basura, no podemos ir.

La realidad es que el centro se limpia varias veces al día y hay barrios que pasan semanas sin ver la escoba. El papel, y así se lo dije a la anterior delegada de Medio Ambiente, Felisa Rosado, lo aguanta todo. Cuando pasó lo de la huelga, el Ayuntamiento dijo a bombo y platillo que Jerez con menos personal y menos coste, iba a estar más limpia que una patena. Y según los papeles del Ayuntamiento la ciudad se limpia cada día y todos los sectores. Todo. ¡Mentira!

La realidad es que los barrios, quitando el centro, se pueden hacer en cinco días, pero no consecutivos. A lo mejor un día haces 'x' calles de un barrio, y al día siguiente te vas a hacer otros 'x' kilómetros de otro, y al tercer o cuarto día vuelves al primer barrio, en que lo limpio ya está sucio, y lo que estaba sucio ya te puedes imaginar. Distritos que se barran diariamente no hay ninguno.

Jesús Benítez: Y cuando un vecino se queja, nos mandan al sitio.

Juan Carlos Conesa: Aquí hay una frase que se utiliza mucho últimamente y es 'barre lo que se vea', 'tapa lo que se vea'. El reparto es como una jugada de ajedrez: hoy aquí, cuál es la calle con más paso, la que más se ve, allí lo pongo para que la gente lo vea... Esto es un juego porque falta personal.

Jesús Benítez: Ahora somos para todo Jerez 68 operarios con carritos (escoba y pala). Cádiz tiene entre 200 y 250 operarios barriendo.

Juan Carlos Conesa: Pues sí. Lo primero que la empresa nos dice en la negociación es que no hay contratación, cobertura de vacantes y las vacaciones durante el año.

Jesús Benítez: Con este reparto de vacaciones, cada mes hay 35 personas menos.

Juan Carlos Conesa: Ahora súmale el que tenga un permiso, las personas de baja... Unas diez personas más aproximadamente. 45 personas menos cada mes y en los próximos tres años hay seguro 37 personas que se van de la plantilla.

Jesús Benítez: Y súmale también el que ha fallecido, el que se ha jubilado, el que tiene ya la invalidez... Este servicio ha cambiado mucho en los últimos años, hace diez tuvimos la 'Escoba de Plata' durante tres años consecutivos y mira dónde estamos hoy.

Juan Carlos Conesa: Con la 'Escoba de Plata' no había problemas porque las concesiones eran importantes y cada tres meses se metían a 92 eventuales. Pero eso con la ex alcaldesa Pilar Sánchez ya se acabó. El colectivo de la limpieza no tuvo sólo un recorte el 1 de enero de 2013, sino que el primer recorte que tuvimos en el presupuesto municipal era cuando gobernaba Pilar Sánchez, que nos quitó 1.700.000 euros del presupuesto. Ese dinero era por el que nosotros teníamos la 'Escoba de Plata'.

Juan Carlos Conesa: Esto es una historia que se repite esté quien esté en el Ayuntamiento. En su día Felisa Rosado dijo que reorganizaría el servicio y no se hizo ni un sólo cambio. Y lo estoy viendo venir otra vez. Si tenemos 68 barrenderos, tú tienes que tener un sistema reorganizativo fuera de serie -se ríe- para cumplir con la ciudad.

Juan Carlos Conesa: Hace falta más personal, pero nosotros no podemos contratar. Los únicos que pueden darle una solución son la empresa y, sobre todo, el Ayuntamiento. Si a la empresa le das 4 millones más, mete a la gente, lo tengo clarísimo. Urbaser invierte. Pero si no hay dinero, vamos a tener un servicio muy deficiente. Y cada vez irá peor.