Salvaje agresión en el Álvar Núñez

La alumna agredida se marcha, el agresor se queda

  • El padre de la pequeña, que acabó con rotura nasal, denuncia que el Álvar Núñez sólo garantizó “un seguimiento del caso y, como mucho, un cambio de clase del alumno problemático”

El instituto Álvar Núñez y en el recuadro las heridas que sufrió la niña agredida.

El instituto Álvar Núñez y en el recuadro las heridas que sufrió la niña agredida.

Blanca, la niña de 13 años que fue salvajemente agredida en el tabique nasal por otro alumno en el instituto Álvar Núñez, ha tenido que cambiar de centro educativo. Tras ser atacada en el referido centro, los padres solicitaron ayuda a Educación para solucionar el grave problema que iba a acontecer en cuanto el agresor, un niño problemático con conocimientos de artes marciales, se incorporara al instituto. Dicho hecho aconteció en estos días próximos al puente de La Constitución-La Inmaculada.

Los padres de las pequeña han realizado todo tipo de gestiones para solucionar la problemática que ante ellos se cernía, y que no era otra que evitar en todo momento que el agresor que le rompió (literalmente) la nariz a su hija de un puñetazo pudiera volver a encontrarse con ella.

Según el padre de Blanca, Javier Barba, el comportamiento tanto de la delegación de Educación de la Junta de Andalucía como del centro educativo Álvar Núñez, “han dejado mucho que desear”. En todo este asunto ha primado una especie de interés por echar tierra encima de una grave agresión, perpetrada por un niño, pero que causó graves heridas a una compañera que se ha librado del quirófano tras un mes de seguimiento médico.

“Telefoneamos a Educación, a la Inspección, en multitud de ocasiones y las llamadas nunca fueron respondidas. Las citas para tratar la problemática de nuestra hija (la cual no era ni mucho menos la causante del problema) eran imposibles. Llamábamos y nos decían que a los diez minutos nos devolverían la llamada. Pero nada de nada. Al volver a llamar la persona estaba desayunando. Fue imposible”, relata el padre de la pequeña que fue agredida de un puñetazo mientras intentaba evitar un claro caso de acoso a una compañera.

Fue el lunes de la semana pasada cuando se les informó de que su hija estaba admitida en un instituto de la ciudad (este medio y su familia se reservan el nombre del centro para preservar la tranquilidad de la menor agredida). La niña dio el visto bueno al tener amigos en dicho instituto. “Está contenta”.

El caso sigue la vía judicial después de que fuera informada la Fiscalía de Menores

El progenitor de la pequeña, Javier Barba, lamenta profundamente los protocolos que se han seguido en el que ya es su anterior instituto. “En ningún momento adoptaron medidas serias. Sólo nos dijeron que realizarían un seguimiento y que, en caso máximo, procederían a cambiar al agresor de clase”. Todo ello con la menor agredida en la misma aula. “Para colmo lo que nos proponían, ¡a nosotros!, era que asistiéramos a una charla con la orientadora”, manifiesta el padre indignado. “Todo ello dice muy poco de quienes rigen ese instituto”, en clarísima referencia al Álvar Núñez.

Otro grave motivo de queja de los padres es que, aunque su hija no haya tenido más remedio que poner tierra de por medio respecto a su agresor pese a ser víctima, está el hecho de que “en ningún momento nos han enseñado el informe de este grave incidente. Ni siquiera sabemos qué declaró nuestra hija cuando fue requerida para ello porque nos dicen que no hay lugar”.

Ante esta tesitura los padres, en estos momentos, se deshacen en elogios hacia el nuevo instituto, “donde todo han sido facilidades, tanto por parte de la secretaría como por parte de la tutora. Todo finalmente concluyó el día anterior al pasado puente de La Constitución y este martes nuestra hija ha podido incorporarse a su nuevo centro educativo”.

El caso de la agresión, mientras tanto, sigue la vía judicial con la investigación abierta por la Fiscalía de Menores, ya que los hechos fueron puestos en conocimiento del Cuerpo Nacional de Policía el mismo día en que la pequeña recibiera un brutal puñetazo en pleno rostro al intentar defender a una amiga del acoso al que le sometía el menor agresor.

“Todo lo hemos conseguido nosotros (en referencia al cambio de centro) porque no hemos tenido ayuda ninguna”, dice Javier Barba. En el lado positivo se encuentra el pronóstico dado por el cirujano: la niña no deberá pasar por el quirófano pues la fractura nasal, que incluso le dobló el tabique, está soldando debidamente”.

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