El Ampa del Arana Beato denuncia la vulnerabilidad del centro debido a la escasa altura de la valla perimetral

El Ampa Ecopitapita del Arana Beato ha denunciado la vulnerabilidad que sufre el centro educativo en relación a la valla perimetral del mismo. A través de un comunicado, Pedro Gil, presidente del Ampa, ha criticado la altura de dicha valla, que "según la ley debe tener una altura mínima de 2,20 metros, y el actual cerramiento perimetral no la alcanza, llegando sólo al 1,60 metros en la parte que da a la calle Enebro".

Por esta razón, el centro ha sufrido en los últimos tiempos "actos vandálicos de jóvenes que por la noche saltan y acceden al centro, llegándose a encontrar los alumnos tras el fin de semana latas de cervezas tiradas por el patio".

Asimismo, desde el Ampa se denuncia que dicha valla "es de rejilla, por lo que conlleva que cualquier persona puede acercarse a la valla durante el horario de recreo y tener fácil acceso a los alumnos, algo que atenta contra la seguridad de los estudiantes".

Del mismo modo, los padres y madres del centro critican "el estado deplorable y en muchas partes peligroso de esta valla debido al escaso o nulo mantenimiento realizado por las autoridades competentes desde su instalación hace ya muchos años". Además, se denuncia que la "cimentación se encuentra en muy mal mal estado, con riesgo de despredimiento en algunas zonas", y que "en algunas zonas, sobre todo en las que colindan con viviendas anexas hay una gran cantidad de vegetación y basuras, lo que se transforma en un foco de infección para los alumnos. Esta zona tiene un acceso desde Calle Alerce, pero no se observa mantenimiento ni limpieza alguna de la citada zona".

El Ampa ha denunciado también la situación en la que se encuentra el acceso a los accesos de los edificios de 1º y 2º de Primaria, cursos que tienen sus aulas en zonas independientes de la sede principal del colegio. Las familias se quejan de que para acceder a ellos, concretamente los situados en la calle Segura y calle Enebro, "no hay camino, el suelo es de albero, y cuando llueve se convierte en un auténtico barrizal".

Ante esta situación, apuntan desde el Ampa, "hemos enviado escritos a la Consejería de Educación, la delegación territorial y el Ayuntamiento, que es quien se debe encargar del mantenimiento, pero de momento no hemos recibido contestación".