Cuando Proyecto Hombre empezó a gestarse, a finales de los 80, la heroína hacía estragos en las calles de Jerez, como en las de otras muchas ciudades. Arruinaba la vida de muchos jóvenes y sus familias, que se veían apenas sin recursos para tratar las adicciones de sus hijos, en medio además de una gran alarma social por la delincuencia asociada a este consumo, al que se unía también el sida. Proyecto Hombre en Jerez tiene sus orígenes en la asociación Cometa, que nació de un grupo de personas vinculadas a Cáritas y sensibilizadas con la problemática de las adicciones. A ella se sumaron todos los grupos políticos del Ayuntamiento, el Obispado de Jerez y la ciudadanía en general, a través de la Asociación Amigos de Proyecto Hombre (Aprohom). Antes de la apertura de Proyecto Hombre la asociación contaba ya con más de 500 socios y en la actualidad supera los 800.

El 11 de febrero de 1991 este programa de rehabilitación abría sus puertas en la ciudad. Todo ello lo recordaba ayer el presidente de la junta de patronato Fundación Centro Español de Solidaridad Jerez, Antonio Navarro, que junto al director de Proyecto Hombre, Luis Bononato y la teniente de alcaldesa de Acción Social, Carmen Collado, presentaba en el Ayuntamiento las actividades que se han programado con motivo del 25 aniversario de la puesta en marcha de Proyecto Hombre en la ciudad.

El programa no sólo se ha consolidado, como lo demuestra su larga trayectoria, sino que además ha sabido adaptarse a los tiempos, a las nuevas adicciones, incluso - como señaló Navarro- anticipándose a lo que aún estaba por venir. "Además ha sido un trabajo en red, de asociaciones, voluntarios, familias y usuarios. Gracias a ellos se ha seguido adelante".

Bononato ponía el acento en el cambio tan significativo que ha sufrido el perfil de los usuarios que atiende Proyecto Hombre y mostraba también su inquietud por el hecho de que la droga haya dejado de ser una de las preocupaciones de la sociedad, "cuando la realidad es que nosotros cada vez tenemos más demanda de tratamiento". De hecho, si en el año 2000 se atendieron a un total de 462 personas, en 2015 la cifra fue de 559. Si antes el perfil era el del politoxicómano, que entraba en Proyecto Hombre en régimen de internamiento para pasar las tres fases del programa base, con una duración de dos años, ahora ese tipo de drogodependiente ha perdido peso y ha dado paso a otros dos grandes grupos: por un lado, el de menores y jóvenes, de 13 a 21 años, con problemas de comportamiento, abuso de las nuevas tecnologías y adicción a sustancias, principalmente hachís y alcohol. Bononato apuntó a este respecto la necesidad de una reflexión sobre la banalización que impera del consumo de cannabis, que -manifestó- ha llevado a su incremento. Los usuarios del llamado Programa Joven han pasado de suponer un 12% de los atendidos en el año 2000 al 23,7% actual, mientras que los drogodependientes del programa base han pasado de ser el 81,3% al 46,5%. Por otro lado está el grupo de adultos, personas insertadas en la sociedad, con adicción a la cocaína, el alcohol, al juego o compras compulsivas. Este grupo del Programa de Apoyo ha tenido en los últimos 15 años un espectacular incremento pasando de las 17 personas atendidas en 2000 (el 6,3%) a las 91 actuales (el 29,8%). Ambos perfiles, tanto jóvenes como adultos, se atienden en programas ambulatorios que les permiten continuar con sus estudios o su trabajo, según recalcó Bononato.

A estos programas hay que añadir la apertura de otros nuevos para dar respuesta a las diferentes realidades sociales como el programa de habilidades parentales para las familias, el trabajo de la patología dual, con la incorporación de una psiquiatra al equipo, que se justifica por el cada vez mayor número de personas atendidas por consumo de drogas que presentan problemas psiquiátricos, el programa de protección de menores o la prevención en el ámbito laboral. También destaca una experiencia piloto que se ha puesto en marcha recientemente como programa familiar con el nombre 'Creciendo juntos', que se está desarrollando en el ámbito escolar y con el que se aborda un trabajo conjunto entre padres e hijos con dificultades.

En los 25 años de existencia de Proyecto Hombre en Jerez alrededor de 3.600 personas han pasado por sus programas de tratamiento, con un aumento de la demanda en mujeres, que han pasado de significar el 9% en los años 90 al 14% de 2015, y también un número importante de personas ha cumplido condena en Proyecto Hombre en lugar de en prisión, en total 433.

La prevención ha sido otro de los objetivos de la organización, y en este área se ha llegado a más de 50.000 alumnos, 35.000 padres y madres, más de 6.000 educadores, 66 centros educativos y otras 60 entidades y se ha intervenido en 31 localidades de la provincia. Con Proyecto Hombre han colaborado desde sus inicios más de 400 voluntarios y 92 entidades y empresas.