Un arte más allá de los sentidos

Al sur de la ciudad se sitúa 'South Side 11408' (lado sur), el pequeño reino del tatuaje de estilo chicano que abrió el jerezano Alejandro Ortiz, 'Zordo' -como le conocen cariñosamente-, junto a sus compañeros, Alejandro 'Capone', Celia y Borja. Querían ir un poco más allá y además de verdaderas obras de arte sobre piel, el comercio cuenta con una barbería al más puro estilo old-school.

Pero no solo esta particularidad tiene el negocio situado en la Avenida del Reino Unido, Alejandro Ortiz es actualmente el único español sordo que ejerce como tatuador en España a sus 36 años. Una situación que nunca le ha impedido ser independiente, ya que desde que tenía pocos meses de vida, una negligencia médica le dejó sin audición, por lo que ha aprendido a desenvolverse sin problema en la sociedad.

Confirmaba que "siempre se me dio bien dibujar sobre papel". Fue durante una estancia en la cárcel de cuatro meses, "por estar en el lugar equivocado a la hora equivocada", donde "vi a alguien tatuar a otra persona. Me llamó muchísimo la atención y me atreví a tatuarle un pie... A partir de ahí no he parado". El próximo paso fue el de acudir a un cursillo en Madrid, sacarse el curso obligatorio de higiénico-sanitario y comenzar a tatuar en casa. Recuerda que los primeros tatuajes que se hizo fueron en el pecho y en la espalda como homenaje a la película de Robert de Niro 'El cabo del miedo'.

Su pasión por los tatuajes le llevó a participar hace un par de años a la I Convención de Tatuadores Sordos en Berlín, al que acudieron 13 participantes de todo el mundo. En la competición berlinesa, el jerezano quedó en segundo lugar, por detrás de un húngaro que tatuó en directo a un chico. Ahora, espera acudir a esta misma convención el año que viene, que se celebra el próximo mes de septiembre en Londres y a la que acudirán una veintena de participantes.

Así, durante seis años se llevó tatuando en casa hasta que un día, junto a su amigo Alejandro 'Capone', medio en broma medio en serio, decidieron dar forma al negocio. Los dos amigos se conocieron en el año 2000 en la tienda donde se tatuaban. Hasta 2008 no cogió la máquina de tatuar por primera vez. La 'víctima' fue "un colega que se presentó voluntario y le hice una calavera con una hoja de marihuana en el pie". "Hay gente que comienza pidiendo piel de cerdo en la carnicería para ir entrenando... Yo fui directamente al lío", bromeaba.

El estilo de tatuaje de Alejandro Ortiz está definido como chicano, una oda a toda la cultura mejicana como demuestra un curioso altar que tienen en la tienda a la Virgen de Guadalupe. "Es el tatuaje que más me piden", confesaba. 'Capone', por su parte, explicaba que le gusta más "el black&grey, el realismo, inspiraciones japonesas con mucho color... Sobre todo me gusta innovar para ir creciendo como tatuador". 'Zordo' aseguraba sobre el negocio que "la cosa está yendo bien en estas pocas semanas. La verdad es que tenemos muchos clientes que, por el tipo de tienda, vienen de la Base de Rota e incluso de Alemania".

Celia, con 25 años, también es colaboradora de 'South Side 11408'. Su estilo, "de tatuaje clásico o neotradicional", contrasta con el de sus compañeros para ofrecer otras opciones a los clientes de la tienda. Un ejemplo de tatuajes ambientados en el neotradicional serían las pin-up's antiguas de los marineros, anclas o rosas. Además, la joven también tatúa cejas, pestañas y eyeliner, ampliando la oferta a personas que hayan perdido el pelo. Aseguraba, por experiencia propia, que "es muy importante no dejarse llevar por las modas, que el tatuaje signifique algo para ti con un diseño personalizado".

Al más puro estilo americano, Borja, con 25 años, es el encargado de la parte de peluquería y barbería tradicional. Este contraste, asegura "es algo muy normal en Estados Unidos, donde no hay nada que se les resista. También se estila mucho en ciudades como Madrid y Barcelona". El joven comenzó en esta profesión "recortando el pelo a domicilio. Todo comenzó con el boca a boca y fui cogiendo experiencia, pero la verdad es que no hay nada como la seguridad que te da estar fijo en un local". Sus creaciones favoritas son "militar o rollo americano, pero hago de todo. La verdad es que estoy acostumbrado también al corte tradicional, que es lo que más se estila por aquí, pero aún así me gusta investigar cosas nuevas e innovar en mi profesión", reconocía el joven.