Seis autobuses se quedan sin circular por "ansiedad" de los trabajadores

A pesar de que salió la totalidad de los servicios mínimos a primera hora, algunos conductores tuvieron que regresar tiempo después por encontrarse indispuestos

Seis autobuses se quedan sin circular por "ansiedad" de los trabajadores
Seis autobuses se quedan sin circular por "ansiedad" de los trabajadores
M. Valero / Jerez

19 de agosto 2011 - 01:00

Hoy termina la segunda semana de huelga del transporte público y la solución al conflicto aún no está sobre la mesa. Los trabajadores de Urbanos Amarillos apenas tienen esperanzas de poder volver pronto a sus puestos con normalidad ante la ausencia de noticias por parte de la concesionaria. Pasan los días y los empleados siguen sin cobrar sus últimas tres nóminas y la paga extra, "y teniendo en cuenta que ya estamos a 18 de agosto, nos tememos que este mes tampoco lo vamos a cobrar", declaró ayer el presidente del comité de empresa, José María Romero.

A pesar de la falta de movimiento por parte de la concesionaria, ayer la noticia fue la ausencia de varios autobuses en los servicios mínimos. Los usuarios del transporte público comenzaron a denunciar que los vehículos no pasaban por las marquesinas, llegando a esperar más de dos horas para coger, en algunos casos sin suerte, el autobús. En principio se rumoreó que se debía a que la plantilla había impedido la salida de la totalidad de la flota (17 vehículos), pero el comité lo desmintió al momento. El motivo de que seis autobuses volvieran al garaje a las pocas horas de salir para cubrir las líneas fue "la situación extrema de los compañeros". Romero aclaró que algunos empleados tuvieron que ser atendidos por los servicios médicos tras sufrir ataques de ansiedad y subida de tensión. "La gente está descompuesta por los pasillos, el personal lo está pasando bastante mal y no se puede conducir si no estás al 100% de tus facultades", declaró el portavoz del comité, Ángel Morales, quien añadió que "cuando te pones delante del volante no te olvidas por arte de magia del recibo de embargo de la casa, de los avisos de cortes de luz y teléfono, de que la nevera está vacía... Todo pasa factura y hay familias en situaciones extremas".

Ante esta situación es la empresa, según informó el comité, la que tiene la obligación de velar porque los servicios mínimos se cumplan y ante cualquier incidente, como los que se vivieron ayer, debe ser Urbanos Amarillos el que "busque soluciones". Algunas de las maniobras que se llevaron a cabo para cubrir algunas líneas que se quedaron sin autobuses fue unir varios itinerarios, lo que provocó que el tiempo de espera se ampliara hasta una hora más. "Queremos que quede claro que los servicios mínimos salen diariamente sin problemas de la empresa para cubrir todas las líneas, pero hay situaciones que no se pueden soportar. Nuestro trabajo no es estar sentado en una oficina, sin desprestigiar claro a estos profesionales, nosotros llevamos a personas y hay que extremar todas las precauciones", señaló Morales.

La incertidumbre laboral de estos trabajadores hace que el comité de empresa ya se haya planteado radicalizar las protestas durante la huelga, y aunque todavía no hay nada cerrado, Romero avanzó que "tomaremos medidas muy serias como encadenarnos, encerrarnos... no sé, porque la desesperación te hace hacer cosas peligrosas". Mientras concretan estas posibles acciones más "contundentes", la plantilla del transporte público, junto a algunos familiares, volverá hoy a manifestarse por el centro tras la concentración diaria en las instalaciones de la empresa en El Portal. "No podemos estar permanentemente en esta situación, hay compañeros que ya no pueden hacer todas las comidas del día completas y si ahora estamos viviendo episodios de mucho estrés, ansiedad y subidas de tensión, no queremos ni imaginarnos lo que puede ocurrir en las próximas semanas. Hay que poner solución a esto antes de que algún compañero caiga en una enfermedad de verdad", remarcó el portavoz del comité.

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