Las autoescuelas tocan fondo

"El problema no es que el sector no termine de despegar, lo realmente malo es que no acaba de terminar de caer". Con esta frase explica el presidente de la Asociación Comarcal de Autoescuelas, Antonio Herrera, el estado, terrible, en que se encuentran estos centros docentes en la actualidad, los mismos que hace apenas dos años apenas daban abasto para atender la demanda de alumnado que se les venía encima convocatoria tras convocatoria. Éste es uno de los principales problemas del sector servicios en Jerez, Andalucía y casi toda España: lo que no es absolutamente necesario o no se adquiere o se aplaza 'sine die'. "Esto es lo que debemos padecer quienes nos dedicamos a un sector de prestación de servicios que depende de una forma totalmente directa de la situación económica que esté vigente. Cuando hay dinero, hay dinero también para sacarse el carné, pero cuando no lo hay, lo habrá para otras cosas, vestimenta y alimentación, pero no para el carné. Se deja para más adelante, para cuando vengan tiempos mejores. Mientras tanto, lo único que te queda es sobrevivir".

A punto de cerrar 2010, Antonio Herrera Marrufo asegura que la caída del negocio experimentada este año ha alcanzado el 20%, un porcentaje que se viene a sumar a las caídas experimentadas desde hace dos años de forma ininterrumpida, sumiendo al sector en la mayor de las incertidumbres. Es por ello por lo que el presidente de las autoescuelas de la Comarca de Jerez asegura que "si en 2008 estábamos al 100% de actividad, ahora estamos a apenas al 30%. Los menos afortunados pueden rondar incluso un 20% del negocio y los que hayan tenido un poco más de suerte estarán en el 40%. Lo cierto es que la caída ha sido brutal".

Se da igualmente la circunstancia de que cuando los alumnos eran numerosísimos apenas había inspectores para poder controlar exámenes tan multitudinarios. Aquello provocó críticas y una reacción, si no rápida, al menos efectiva por parte de la Administración, que solucionó el problema destinando más inspectores de Tráfico. Ahora, la situación ha cambiado radicalmente. Hay tres veces más examinadores que entonces pero, por el contrario, tan sólo hay la tercera parte de alumnos que en los buenos años de la expansión económica basada en el ladrillo. Las intensas jornadas de exámenes han pasado por ahora a la historia, cuando se examinaba desde primerísima hora de la mañana. "Ahora -apunta Antonio Herrera- se comienza una hora más tarde que entonces y por desgracia hasta nos sobra tiempo".

¿Cómo reacciona ante esta tesitura el sector de las autoescuelas? Pues prácticamente como el resto, recortando gastos -por desgracia la mayor parte de ellos en materia de personal- y bajando los precios. Antonio Herrera no duda un segundo en señalar que estos momentos "se está trabajando por debajo de los gastos, es decir, se está aplicando una política de supervivencia que si se prolonga mucho puede acabar con multitud de autoescuelas cerradas porque habrán caído en la ruina".

En la actualidad, el carné se está consiguiendo por la mitad del precio por el que se lograba hace ahora dos años. Si en 2008 un permiso de conducción sacado a la primera costaba unos 840 euros, ahora se puede sacar hasta por 400. "El sector está esperando a que haya vengan mejores tiempos. Los precios están por debajo de los costos. Se está trabajando a pérdida y eso es una ruina. Acabas arruinado, que es como estamos ya todos".

No hay mejor dato para entender la situación actual, apunta este veterano profesor de autoescuela, que el precio de la hora de coche para prácticas. "Hace tres años una hora costaba entre 25 y 26 euros cuando ahora se paga por ella 21. Se ha bajado un 30% el precio, y sin olvidar que de por medio están incluidos hasta los impuestos", dice el presidente de las autoescuelas de la comarca.