Los dos ejemplares de bisonte europeo que custodia el Parque Zoológico y Botánico 'Alberto Durán' de Jerez se escaparon ayer por causas que son investigadas en la actualidad por la delegación de Medio Ambiente del Ayuntamiento. El incidente se produjo en torno a las 12,30 horas del mediodía cuando la pareja de animales (un macho y una hembra) huyeron de la instalación que ocupan al fondo del parque. Una vez libres, uno de los animales se quedó merodeando por las inmediaciones si bien otro procedió a recorrer el parque. Se da la circunstancia de que ayer los trabajadores del Zoológico se dedicaban, como todos los lunes del año, a realizar las preceptivas tareas de mantenimiento de las instalaciones. La alarma, aseguraron a este medio testigos presenciales, se realizó a través de la megafonía lo que provocó que se pusiera en marcha el plan de seguridad y emergencia con el que cuentan todas las instalaciones que albergan animales peligrosos. Los empleados corrieron a los puestos que deben ocupar en situaciones como ésta. La alarma, como ha quedado dicho, corrió como la pólvora entre los empleados, que iniciaron de inmediato las labores de control del animal, un herbívoro de enormes dimensiones, cuyo lomo (cruz) puede alcanzar hasta los dos metros de altura. Según se informa en la propia web del Zoológico (www.zoobotanicojerez.com), el bisonte europeo puede embestir y llegar a ser peligroso -como bóvido que es- de forma excepcional. Uno de ellos, según comentaron testigos presenciales, llegó casi a la puerta, que estaba abierta en esos momentos, y que fue cerrada por unos albañiles, lo que impidió que el animal escapara a las calles.

Finalmente, una vez que el equipo del parque sopesó los pros y los contras de los diferentes métodos de captura, se optó por abatir a los dos animales con dardos tranquilizantes. En un principio se sopesó la posibilidad de capturarlos con red o ir cercándolos y dirigiéndolos poco a poco hasta sus instalaciones. Sin embargo, la ya referida envergadura de los animales, con casi dos metros de altura hasta el lomo y un peso entre los 800 y los 1.000 kilos (el equivalente a dos toros de lidia) hizo recomendable el uso de métodos anestésicos para garantizar la seguridad de los empleados. Cabe destacar que algunas vecinas de San Juan de Dios -cuyas ventanas dan al Zoológico- llegaron a creer que los animales habían sido abatidos a tiros cuando los vieron tendidos en el suelo. Una vez trasladados a sus jaulas, fueron nuevamente pinchados por los veterinarios, si bien en esta ocasión con el propósito justamente contrario: despertarlos.

El tremendo revuelo generado por la 'fuga' de los dos bisontes ha provocado también que se abra una investigación de los hechos en el Zoobotánico, una instalación que, como bien saben los ciudadanos, es considerada modélica en todo el país por la importante labor conservacionista que lleva a cabo desde hace décadas. La investigación interna tiene por objetivo averiguar dónde falló el protocolo de actuación para que un fallo como éste no vuelva a producirse, poniendo en peligro al personal del Zoo.

El hecho de que el incidente se produjera precisamente el día en que se realizan las tareas de mantenimiento hace pensar que la causa más probable sea un fallo humano por exceso de confianza, un olvido a la hora de cerrar las cerraduras (hasta tres contó ayer este medio), si bien todo ello no deja de ser una simple especulación.

Para los amantes de los datos, cabe apuntarse que el bisonte europeo es de mayor talla que el americano, así como que la mayor parte de la población se encuentra en cautividad a excepción de un reducido número de ejemplares que se encuentran en el bosque de Bialowieza, en Polonia, después de que fueran cazados de forma indiscriminada hasta llevar a la especie al borde de la extinción.