Y las bodegas de Sanlúcar piden la independencia de la manzanilla
Advierten que recurrirán hasta las últimas instancias para evitar que su Denominación de Origen desaparezca
Sanlúcar ha puesto el grito en el cielo ante la propuesta de Fedejerez de fusionar las Denominaciones de Origen del jerez y la manzanilla, iniciativa que la recién constituida Asociación de Bodegas de Sanlúcar considera una “ofensa” a los “legítimos intereses” de los manzanilleros y que califica de “desafortunada”.
La asociación de bodegas sanluqueñas, que según sus cálculos representa al 70% de la manzanilla, ha empezado a moverse para impedir la “desaparición” la Denominación de Origen Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda con su integración en la DO de los vinos de Jerez, para lo que además de contar con el respaldo incondicional del Ayuntamiento de la localidad, han solicitado a la Junta de Andalucía independencia para la toma de sus propias decisiones.
Los asociados reclaman en el documento presentado a la Consejería de Agricultura la posibilidad de contar con un pleno propio e independiente del plenario del vino de Jerez, aunque dentro de un mismo Consejo Regulador frente a lo que el director general de Barbadillo y vicepresidente de la asociación, Víctor Vélez, define como una “injerencia dramática y desproporcionada que no reporta ningún beneficio para la manzanilla”.
La propuesta se someterá la próxima semana a votación en el pleno del vino, el único que actualmente existe y que comparten las Denominaciones de Origen del jerez y la manzanilla, pero en el que estos últimos se sienten discriminados al contar con sólo uno de los veinte vocales electos –en la próxima legislatura serán dos vocales–, lo que les impide sacar adelante muchas de sus propuestas.
Según Vélez, “las bodegas de Sanlúcar viven del vino a diferencia de las de Jerez y quieren hacer cosas que impulsen el vino, ser dinámicos y trabajar como venimos haciendo desde hace muchos años en favor de la manzanilla”.
El responsable de la firma bodeguera con más vino de crianza biológica del Marco –entre manzanilla y fino de Sanlúcar– critica el oportunismo de Fedejerez, al tiempo que recuerda que tanto Barbadillo como la comisión de la manzanilla recibieron el encargo del pleno de Consejo de trabajar en la respuesta a las observaciones planteadas por Bruselas para la modificación de los pliegos de condiciones, motivo por el que no entiende que se hayan presentado propuestas alternativas.
El vicepresidente de la asociación advierte de que recurrirán hasta las últimas instancias para evitar este “atropello”, toda vez que Vélez asegura que detrás de la propuesta de Fedejerez residen intereses comerciales en favor de bodegas jerezanas y en contra de las sanluqueñas, en general, y Barbadillo en particular, para prohibir el fino de Sanlúcar sin que el sector “vaya a vender más vino de crianza biológica ni vaya a ganar nada por cercenar este derecho histórico”.
En este sentido, Vélez recalca que “es muy triste que se le quiten derechos a Sanlúcar para salvaguardar los intereses comerciales de las bodegas de Jerez” cuando además asegura que “en estos momentos hay temas mucho más importantes sobre los que debatir, como la segmentación de los vinos, el cambio climático...”.
Frente a la propuesta de Fedejerez y a la de las cooperativas, con la que se mantendría la DO de la Manzanilla, no así el fino de Sanlúcar “porque las cooperativas lo apoyarían a cambio de la ampliación de la zona de crianza, algo que es legítimo pero no si perjudica a un tercero”, Vélez explica que Barbadillo lleva su propia propuesta a pleno para pedir una ampliación del plazo para responder a Bruselas porque “hay decisiones en juego en base a propuestas no avaladas por ningún informe jurídico, técnico ni económico y que pueden ser ilegales”.
A juicio del portavoz de la Asociación de Bodegas de Sanlúcar, Gabriel Raya, “lo más lógico sería pedir una prórroga o retirar el expediente y seguir igual hasta que haya acuerdos sectoriales”, toda vez que entiende que la propuesta de Fedejerez “es un órdago a la grande que conduce a un pleito y tener que esperar cuatro o cinco años sin que se pueda modificar la zona de crianza...”.
La patronal bodeguera Fedejerez rehúsa pronunciarse sobre este particular hasta la celebración del pleno extraordinario.
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