Un botellón que 'revienta' en Autopista

Tienen miedo y temen que la situación vaya a peor. Usuarios y empresarios del polígonoAutopista ya no saben qué hacer para evitar que la zona se convierta en un botellódromo ilegal para muchos jóvenes cada fin de semana, una auténtica marea humana que aprovecha este enclave más ‘escondido’ para poder sacar las botellas a la calle.

El fin de semana pasado fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de propietarios y usuarios de los locales. Al parecer, la convocatoria de una ‘sesión matinal’ en una de las discotecas atrajo el domingo a un público “pasado” desde la noche anterior, dejando instantáneas desagradables entre los presentes. Teniendo en cuenta lo ocurrido días atrás, ahora todos miran a estos días festivos en los que la ciudad se llena de moteros con motivo del Mundial. “El pasado año había tantos cristales en esta zona que tuve que cambiar las cuatro ruedas del coche. Recuerdo que un día ni limpiaron por la mañana y esto era impresionante”, declara una de las empresarias de la zona. “Estamos en un sitio donde hay negocios infantiles, restaurantes, de ocio familiar y hay que tener unas normas. Lo del fin de semana fue de miedo y nos tememos algo peor con los moteros”, señala la afectada, quien reconoce además que “los que suelen hacer más ruido son los de aquí, no los que vienen a disfrutar del Campeonato”.

Las quejas no se han quedado sólo entre los empresarios. El administrador de fincas del polígono, Luis Fernández Barberá, reconoce que esta situación la han traslado a “la delegación de Participación y Juventud, incluso nos hemos reunido con la Policía Local porque esto es un centro de botellones”. Recalca que los agentes “estarán haciendo lo que pueden dentro de sus posibilidades, pero ellos mismos dicen que aquí llega un momento en que todo se desborda”.

Es por este motivo por el que solicita que se intensifique la seguridad durante este fin de semana de motos de forma especial. “Creemos que siempre debería haber patrullas de Policía en el polígono antes de que la situación se desmadre para que los agentes puedan ir desviando a estos grupos de jóvenes al botellódromo”, apuntó Barberá.

Dejando ya a un lado el tema de la seguridad, el administrador denuncia además que este polígono “está castigado”. “Desde el principio hemos visto que es una zona abandonada por parte del Ayuntamiento. Sabemos que si hay basura, el domingo a primera hora la están recogiendo, pero pasas por aquí sobre las nueve de la mañana y está totalmente sucio. Ya nos hemos reunido con todo el mundo pero vemos que no hay una solución. No hay que prohibir que alguien se tome una copa, pero hay que hacerlo civilizadamente y si el Ayuntamiento dice que no se puede beber en la calle, que se multe a cualquiera que lo incumpla fuera de la zona habilitada para ello”, resalta Barberá. Ahora habrá que esperar a que pase el Mundial para hacer balance y comprobar que e