Homenaje a Álvaro Domecq

Más de medio centenar de caballos para un espectáculo con la esencia de la Real Escuela

Álvaro Domecq saluda rodeado de jinetes en el picadero de la Real Escuela.

Álvaro Domecq saluda rodeado de jinetes en el picadero de la Real Escuela. / Miguel Ángel González

La Real Escuela lo puso todo de su parte. Más de medio centenar de caballos, jinetes y amazonas participaron ayer en el homenaje que se rindió a Álvaro Domecq en el Recreo de las Cadenas.

El espectáculo abrió con un número llamado ‘Feria de Jerez’, en el que participaron ocho caballos con sendos jinetes y flamencas a la grupa, trayendo al albero del picadero la esencia de los paseos de caballistas que se veían sobre el González Hontoria hasta que llegó la pandemia. Se agradeció ese colorido como una reminiscencia de lo que está por llegar. En este número de apertura también participaron, como no podía ser de otra manera, varios enganches, como fue el caso de un ‘break binder’ a la mano del cochero Manuel Márquez enganchado a la media potencias, el más jerezano los enganches como dijera el Caballo de Oro 2020 Antonio Carrasco, así como un ‘Landau’, dirigido por Moisés Fernández enganchado a la cuarta inglesa.

El segundo número versó sobre ‘Aires a caballo’, siendo las mujeres protagonistas del mismo. Siguió con ‘Trabajos en la mano’, con ocho ejemplares en pista. Los olímpicos Rambla y Soto, profesores de la institución, dejaron muestra de su arte.

‘Riendas largas’ y ‘Son y ritmo’ (12 caballos en pista) vinieron a suponer la antesala de un final en el que los asistentes, puestos en pie, llenaron de aplausos el picadero en honor a un Álvaro Domecq que cabalgó por el albero por el que tantas veces lo hiciera.

La ‘Marcha Radetzky’, con sus sones de palmas vino a suponer el colofón de un homenaje tan merecido como necesario para quien ha sido y es uno de los referentes del mundo ecuestre jerezano, andaluz y español en todo el mundo.

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