Jerez

El carnaval de Jerez se pone el crespón para despedir a José Cote

  • Luchó durante décadas para que la fiesta tuviera su espacio en la ciudad. Presidió una de las primeras peñas en los 80, brindó su apoyo a compañeros y lanzó varios pulsos al Consistorio.

El pasado sábado falleció a los 73 años el histórico del carnaval jerezano José Cote, un referente en la fiesta del papelillo. Nacido en Jerez, fue a través de su trabajo en la multinacional Coca-Cola como consiguió presenciar algunas noches de ensueño del carnaval gaditano. "Yo iba al Falla como relaciones públicas, me prestaba voluntario en la empresa, y Pepe se venía conmigo para ver por dentro cómo era aquello y escuchar a las agrupaciones", cuenta Manuel Mazzoni, otro de los mayores referentes del carnaval en Jerez, que hizo tándem con Cote en la Peña Carnavalesca Jerezana y posteriormente en la Coordinadora Pro Carnaval. "He perdido un amigo y un compañero con el que me he llevado cuarenta años", relata al borde de las lágrimas.

Aquellas experiencias sirvieron a Mazzoni y Cote para ir tejiendo una afición que anidó en muchos jerezanos en los ochenta. Mazzoni prestaba su figura y era más fácilmente reconocible como autor o componente. Cote se hizo imprescindible luchando entre despachos y consiguiendo espónsores. "Fue un hombre muy servicial para todo el mundo, siempre estaba disponible para ayudar a la gente del carnaval. Empezamos con la peña en el 82 con mucha ilusión", rememora Mazzoni. Uno de los momentos en los que su 'compadre' más fácilmente se emociona es cuando explica sus luchas sin cuartel. "Salimos a manifestarnos varias veces, una vez hasta nos echó la policía. Él no fue componente ni autor, pero sí salía disfrazado". Con sus coloretes y sus continuos pulsos reivindicó Cote cada febrero su afición.

El escritor José Ruiz Mata compartió también con Cote muchos esfuerzos. "Sintió en sus carnes que tuvo a mucha gente en contra. Recuerdo aquello que intentó Pacheco de acabar con el carnaval. Él siguió peleando. Lo que tenemos hoy, el poco carnaval que queda, es gracias a Mazzoni y a Pepe Cote". Ruiz Mata evoca la fórmula de trabajo de ambos estiletes. "Mazzoni era más pausado, se prestaba a lo que le mandara; Cote era de los que proponía ideas nuevas, siempre activo, saliendo en las entrevistas. Eran dos psicologías diferentes que se complementaban". Así fue como se fueron organizando galas por la ciudad y se consiguió el apoyo de peñas de otras ciudades.

Otro histórico, Manuel Algeciras, se unió al tándem por el impulso del carnaval cuando abandonó su carrera como componente de comparsas jerezanas. "Nos partíamos la cara. Le conocí en el Falla en los ochenta cuando promocionaba los refrescos. Él era el que mejor hablaba con los políticos. Era al que más temían de los tres, porque consiguió sacar a la calle a la gente para salvar el carnaval. Era de esa gente que, cuando hablaba, sabía lo que tenía que decir".

Uno de los carnavaleros actuales, Miguel Ángel Cuevas Noa, recuerda de sus inicios que "tomó el liderazgo del carnaval cuando Pacheco decidió acabar con el carnaval, en 2003. Su esfuerzo coincidió con el florecimiento de agrupaciones en los años siguientes. Cuando la gente se cansaba de pelear, ellos, Mazzoni y Cote, siguieron luchando hasta que se lo permitió el físico". Cuevas explica que ese momento llegó hace unos cuatro o cinco años. "Mazzoni nos dijo que no podían más. El médico le había dicho a Cote que se centrara en su familia y se dejara de 'calenturas' de coco".

Esta memoria la sigue manteniendo su otra mitad del tándem, Mazzoni, quien remacha así. "Pepe me decía, 'Lolo, más no podemos hacer'. Y nos refugiamos en la peña Mencantajeré, que es muy familiar y es donde hoy se vive aquí el carnaval. Estamos muy mal. Es una pérdida muy grande. Nos hemos quedado huérfanos", lamenta.

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