Así fue el caso, según el ministerio público

Pedro Pacheco, "con el ánimo de beneficiar de manera arbitraria a costa del erario público a la Hermandad del Rocío y producto de su única voluntad y capricho, ideó, preparó y llevó a efecto las actuaciones necesarias para conseguir que dicha Hermandad pudiera reformar la casa que posee en la localidad de Almonte a costa de las arcas municipales".

"Para conseguir dichos propósitos" a comienzos de 2006 el hermano mayor de la Hermandad del Rocío y con motivo del 75 aniversario de la Hermandad propuso realizar unas obras de acondicionamiento de la casa y dirigió una carta a la alcaldesa Pilar Sánchez y otra al delegado de Urbanismo, Pedro Pacheco, en la que les solicitaba ayuda financiera. Sólo Pacheco le respondió y lo citó en su despacho profesional sito en la GMU junto a su junta de gobierno. Pacheco, secundado por Cruz de Sola, se reunió con los rocieros. A petición de Pacheco, se unió el también acusado, José Manuel Muñoz Alcántara, arquitecto municipal. "En dicha reunión quedó claro que por parte de la Hermandad no se iba a pagar nada de la obra y que la misma sería un regalo del Ayuntamiento por decisión del delegado de Urbanismo, Pedro Pacheco". La obra completa de remodelación se presupuestó en 295.047,61 euros.

En el verano de 2006, Pacheco organizó un viaje a la casa de la Hermandad junto a técnicos y miembros de la junta de gobierno. Entre septiembre y octubre de 2006, Luis Cruz le comunicó al arquitecto la necesidad de "modificar dicho proyecto inicial de obra mayor y sustituirlo por otro de adecentamiento, que suponía una menor complejidad". El 30 de noviembre de 2006, se celebró una nueva reunión en la GMU a la que asistió la junta de gobierno "en donde se trató nuevamente la manera en la que dicha obra abonaría con dinero público, proponiendo Pacheco que se financiara la misma a cargo de la GMU mediante ficticias obras menores municipales de diversas barriadas de Jerez". Luis Cruz se opuso y llegó a manifestar que "no iba a consentir que D. Pedro Pacheco fuese a la cárcel por hacer un regalo a la Hermandad del Rocío", a lo que contestó Pacheco que no obstante la obra se ejecutaría y se financiaría con dinero público y ya concretarían más adelante la manera de pagarla con obras menores ficticias.

Lo que restaba, según Fiscalía, era concertarse con el delegado y los directores de los Planes Especiales Norte y Sur, para que unos visados dieran como hechas obras no realizadas "cuando desde el principio la intención era su no realización y destinar el dinero previsto a financiar las obras de la Casa del Rocío". "Dicha actuación fraudulenta no se pudo llevar acabo sin el previo concierto con una empresa constructora, por lo que Luis Cruz de Sola, siempre bajo las ordenes de Pedro Pacheco, se puso en contacto con la empresa Jerecom S.L".