Jerez

La cerámica de Belén

  • La Cartuja alberga una exposición de piezas realizadas artesanalmente por las novicias · Se han recuperado particularidades estéticas del arte mudéjar

 La intención del caballero jerezano Álvaro Obertos de Valeto y Morlas a la hora de fundar el monasterio de La Cartuja sigue hoy en día intacta. Este monumento religioso es uno de los edificios  con mayor valor artístico de la provincia. Durante ocho siglos estuvo habitado por los monjes cartujanos, a excepción de los años 1835 y 1947. En el año 1948 decidieron volver para recuperar el prestigio, pero por la falta de vocación en nuestra ciudad decidieron marcharse en el año 2002 a América para construir nuevos edificios. En ese mismo año, el día 19 de marzo llegó la congregación femenina las hermanas de Belén para ser las nuevas habitantes del monasterio La Cartuja. 

Esta congregación de origen francesa nació el 1 de noviembre de 1950, debido a la promulgación del dogma de la Virgen de la Asunción. En la actualidad, esta comunidad religiosa cuenta con alrededor de 800 personas. Desde la reapertura y la llegada de la congregación francesa a nuestra ciudad, las visitas al monasterio han sido totalmente asiduas. Antes de su llegada, sólo podían visitar el convento hombres, pero desde 2002 y tras 500 años en vigencia, se levantó la prohibición que vetaba la entrada expresamente a mujeres en el convento. Desde ese día, la afluencia de visitas al monasterio sigue subiendo día a día, sobre todo de las mujeres. 

Uno de los motivos, por el cual ha subido tanto el número de visitas, ha sido la exposición de cerámica tradicional. Las novicias conocen el número de visitantes gracias a un libro de firmas que hay en la entrada. En su tiempo libre, a parte de realizar objetos artesanales, rezan por los demás, siempre que pueden se ayudan entre ellas o buscan asistir a quien lo necesite. El tema de la exposición es debido a que las hermanas querían realizar algo que respondiera a la tradición local, según la Hermana Lucile. 

En esta muestra la orden femenina demuestra que conocen a la perfección este tema. Antes de su llegada a Jerez, las componentes de este grupo religioso poseían una amplia experiencia en la elaboración, decoración y cocción de cerámicas típicas de la zona, que ya realizaban anteriormente en sus antiguos monasterios de procedencia. Gracias a varias subvenciones, consiguieron llevar a cabo esta muestra. Una de ellas es del Instituto de Empleo y Desarrollo Tecnológico de la diputación. Otra de la Conserjería de Empleo de la Junta de Andalucía, además de algunos donativos particulares. 

Hoy en día la muestra exhibe el trabajo diario de las monjas de Belén. La piezas principales son de cerámica, aunque trabajan incluso con diferentes materiales como el cuero o el eusabio. Estas son las actividades que más tiempo le ocupan a las novicias. A parte de estas dos actividades, a petición de las personas que suelen visitar al monasterio, realizan también pasteles y mieles. 

En la exhibición se puede observar la decoración de cerámicas tradicionales, partiendo de materias primas ya semielaboradas como vasijas, jarras, platos, piezas de barro cocido, etcétera. Después de su elaboración, estas creaciones, son pintadas, decoradas y cocidas en un horno de gas.  Cabe destacar  las obras embellecidas con técnicas tradicionales y artesanales de la zona de la Cartuja. 

Igualmente resalta la utilización de las formas, los motivos y el diseño , que se utilizaban primitivamente. Esto permite la conservación y recuperación de la tradición ceramista y alfarera de la zona. Asimismo con estas elaboraciones, se han recuperados particularidades estéticas del arte mudéjar.  Las hermanas, con su obra, quieren seguir con la antigua tradición. 

No solo realizan piezas de cerámica tradicional,  también iconos pintados o imágenes pegadas con láminas. Su proceso de elaboración es lento y meticuloso, ya que se realiza de forma manual y artesanal. Las monjas de Belén no utilizan plantillas o moldes de ningún tipo, eso es lo que garantiza el carácter único que posee cada una de las piezas mostradas.  A parte de eso, también realizan bolsos de cuero, si alguien lo demanda o cuando los visitantes se lo piden.  Estos son utilizados como bolso o para encuadernar la Biblia. 

Sorprendentemente ya no solo exponen las piezas, ahora se busca su venta  para obtener beneficios, según la hermana Lucile. Una parte  irá destinada a las personas más necesitadas, aquellas que estén pasando una situación económicamente mala. La otra a la restauración y mantenimiento del antiguo monasterio de la Cartuja de Santa María de la Defensión. "El fin de esta exposición es mantener  el monumento religioso, que realmente  no podemos hacerlo con lo que ganamos aquí, pero bueno ayudamos a eso". Además de estos argumentos, también buscan su supervivencia. La orden religiosa femenina busca unos mínimos ingresos para subsistir en la Cartuja otro año más. 

A diferencia de los antiguos habitantes del convento, las monjas residentes en la Cartuja no han notando aún una falta de vocación. Por este motivo, algunos conventos han tenido que ser clausurados. Ellas afirman que si no entran en este novicio, se integrarán en otros conventos o monasterios. 

Esta orden religiosa femenina está asentada solamente en otro sitio más en España, en Sigena, cerca de la provincia de Huesca. Estas son reconocidas en el ámbito nacional e internacional. Esta comunidad religiosa femenina posee cerca de treinta y cuatro monasterios en el extranjero. 

Por lo tanto, si quieren disfrutar  del arte expuesto por las hermanas, podrán visitarlo los próximos días martes y miércoles de 11 a 14 horas y de 18 a 20 horas. A partir de septiembre, solo estará disponible por la mañana. Todavía nos queda sesenta años para poder seguir disfrutando de la destreza de las hermanas de Belén con la cerámica tradicional. 

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