Crisis del coronavirus

Una ciudad sin movimiento

  • Jerez cierra, a la espera del nuevo decreto de hoy, un domingo con calles solitarias y vacías

Una imagen fantasmal de la Avenida Álvaro Domecq.

Una imagen fantasmal de la Avenida Álvaro Domecq. / Manuel Aranda

A la espera de que hoy se hagan efectivas las últimas medidas decretadas por el gobierno nacional, Jerez presentaba ayer un estado de total quietud. Una ciudad completamente paralizada allá por donde te muevas.

Si cruzamos el centro, apenas vemos a una o dos personas, ambas paseando a sus perros. Todo es silencio, interrumpido esporádicamente por el paso de un coche, los menos.

En otras zonas, la historia se repite, algún que otro deambulante que baja a comprar al comercio cercano, gente paseando perros y poco más. Eso sí, las mascarrillas y los guantes forman ya parte del día a día de cada familia, de cada lugar en el que puedan coincidir personas.

Conforme avanzas por la ciudad, encuentras patrullas de la Policía Local, y en lugares concretos, caso de la zona sur, efectivos de la Policía Nacional, cuya presencia en algunas barriadas se hace más continua. Pero en líneas generales, todos están en casa, como debe ser.

En muchos balcones, las frases y los dibujos de los que son los otros grandes héroes de toda esta crisis, los niños. El lema ‘Yo mequedo en casa’ es, sin duda, el más repetido, pero también hay mensajes de agradecimientos a todo el personal sanitario y frases que animan a un futuro mejor.

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