La flamante comisaría de Jerez carece de agua caliente, "lo que es un claro incumplimiento de la regulación de riesgos laborales". Quien así habla es Laura, esposa de un agente del Cuerpo Nacional de Policía destinado en la ciudad. "Lo denuncio tanto en nombre de mi esposo como del resto de compañeros que comparten esta denuncia"

La comisaría se inauguró el pasado 21 de febrero, "si bien está operativa desde un mes antes. Allí hay una inmensa hilera de duchas en las que no hay agua caliente. Los agentes han pedido explicaciones y la respuesta que han obtenido es que hay que pedirle este servicio a Madrid (Dirección General de Policía)".

El temor de los policías es claro: la crisis del coronavirus. Como bien dice Laura, "ellos están en la calle prestando un servicio público. La inmensa mayoría de la población está confinada en sus casas y los pocos que hay haciendo lo que les da la gana son irresponsables y gandules con los que ellos tratan. Corren, sudan,están en contacto con muchas personas que están en la calle... El riesgo está ahí".

Lo ideal, según dice esta esposa de agente, "es que tras trabajar pudieran ducharse, quedar limpios, meter el uniforme ene el macuto, vestirse con la ropa de calle que se ha quedado limpia en la taquilla, y volver a casa para lavar las prendas de trabajo".

Obviamente esta carencia eleva los riesgos de llevar el temido coronavirus al hogar y, así, transmitir la enfermedad a los seres queridos. "Se trata de una situación tercermundista. No sé cómo se ha podido recepcionar así la comisaría. Cuando te compras una casa te vas a ella con todos los servicios, más aún cuando se trata de un edificio al que se va a trabajar. Se trata sin duda de una deficiencia realmente grave en la prevención de riesgos laborales", añade.