La flamante comisaría de Jerez es un edificio moderno, pero con un equipamiento viejo. Así lo denuncian sindicalistas de este cuerpo policial, concretamente de la Unión Federal de Policía (UFP) que critican ampliamente el hecho de que “un edificio tan flamante haya sido equipado con material que no ha sido renovado”.

El nuevo edificio, así lo reconocen, apenas ha dado problemas en su estructura. “Tan sólo han aparecido una serie de humedades en la zona del sótano por filtraciones de agua que han sido secadas y pintadas de inmediato”, apuntaron fuentes de la UFP. Cabe recordar que es en dicha planta de sótano donde se ubican servicios tales como los aparcamientos de los vehículos policiales (patrullas ‘Z’ y furgones, principalmente) así como los calabozos donde los detenidos esperan su puesta a disposición de la autoridad judicial.

Las quejas de los agentes, según la versión aportada por la UFP a este medio, se centran en que gran parte del material viejo que se encontraba en la vieja comisaría de la plaza del Arroyo ha sido trasladado al nuevo centro policial. Se trata por ejemplo “de ordenadores viejos, que se juntan con los de nueva provisión, así como impresoras antiguas que están dando serios problemas para que el trabajo burocrático que acompaña al trabajo policial pueda ser llevado a cabo”.

Destacan que son necesarios cristales traslúcidos para que no se vea al denunciante

No es sólo eso, los agentes igualmente lamentan carecer en pleno invierno de calefacción, así como de aire acondicionado de cara a los meses más cálidos. Pero, a fin de cuentas, todo ello no deja de ser una anécdota respecto a otro problema que el Ministerio del Interior debería solucionar cuanto antes: la falta de privacidad.

Las referidas fuentes consultadas han destacado que muchas dependencias policiales, algunas especialmente sensibles, cuentan con cristales completamente traslúcidos, “lo que provoca que la intimidad y el anonimato se vean comprometidos”. Las referidas fuentes sindicales argumentan que “lo que falta por remitir a la nueva comisaría son vinilos semiopacos que tras ser pegados en los cristales permitan el paso de la luz pero no la identificación de las personas que en un momento determinado están interponiendo una denuncia ante el Cuerpo Nacional de Policía”.

Este problema se hace extensivo incluso a la privacidad de los funcionarios del servicio de expedición del documento nacional de identidad, los cuales comprueban cómo la persona que está al lado “es capaz de ver lo que se escribe en el ordenador o los papeles que la persona que comparece aporta al funcionario”.

El techo del sótano ya ha dado problemas de humedades y ha tenido que ser pintado

Los propios agentes, según el referido sindicato, se ven privados de esas dosis de intimidad absolutamente necesaria a la hora de realizar sus informes, los cuales en algunas ocasiones “son especialmente sensibles”.

En el día a día, la impresión de muchos agentes, según la Unión Federal de Policía, es que “nos hemos mudado demasiado a la carrera, nos deberíamos de haber tomado más tiempo y haberlo hecho más en condiciones”.

A este respecto apuntan que, por ejemplo, “tenemos una plantilla de casi 400 agentes y tan sólo hay taquillas para 250 de ellos. Ese decir, hay casi 150 con este servicio esencial”. Además señalan que dichas taquillas son las antiguas y muchas de ellas presentan un deterioro evidente, tal y como se puede comprobar en la fotografía que acompaña esta información. “La conclusión —se apunta desde la UFP— es que nos hemos venido a la comisaría de La Asunción antes de tiempo”.

Pese a todo, las referidas fuentes, que agradecen el esfuerzo realizado por el Gobierno para abrir esta nueva comisaría, destacan que el gran problema de fondo sigue estando presente. “Y no es otro que la falta de más de 40 nuevos agentes para que la ciudad se pueda considerar absolutamente cubierta en lo que a sus necesidades policiales se refiere”. Igualmente destacan que hay una serie de servicios que requieren de numeroso personal, como puede ser por ejemplo el control del perímetro del centro policial, que se encuentran absolutamente ‘blindado’ con 70 cámaras de vigilancia las cuales deben atendidas por un considerable número de funcionarios. Eso sí, la comisaría de Jerez se puede considerar en la actualidad una de las más seguras y modernas de todo el territorio nacional. Todo es cuestión de dotarla de un material que permita que haya ‘nuevo sobre nuevo’ en este gran centro policial.