El empeoramiento de la pandemia del Covid-19 ha provocado cambios notables en el mercado inmobiliario de la ciudad. Tras unos meses de cierta alegría en las compraventas de inmuebles —sobre todo antes y durante el pasado verano— el mercado se ha frenado de forma considerable en Jerez.

“En la actualidad los profesionales estamos yendo a notaría para las firmas de operaciones que quedaron conformes el pasado verano”, destaca a este medio Asunción Revuelta, gerente de la inmobiliaria Fincas Revuelta.

La demanda ha caído después de que una vez acabado el confinamiento domiciliario se viviera cierta alegría en las ventas, sobre todo de inmuebles con espacios exteriores, tales como terrazas y jardines. Se trataba de compradores que tras la mala experiencia vivida decidieron asegurarse un espacio de ‘respiro’ ante la posibilidad de un nuevo confinamiento que les obligara a hacer su vida entre cuatro paredes. “Esa tendencia sigue existiendo, personas que siguen pidiendo pisos con terraza o unifamiliares con jardín, último pisos, áticos”, asegura esta experta inmobiliaria jerezana.

La escasa oferta de alquileres de largo plazo sigue siendo la gran carencia local

Tras este repunte, muy agradecido en el sector inmobiliario, el mercado ha vuelto a ralentizarse aunque con una particularidad. “Hay clientes con poder adquisitivo que están realizando operaciones rápidas (en referencia a las que no se eternizan en el tiempo) siempre y cuando la casa o el piso que se encuentra en venta estén realmente ajustadas de precio”, destaca Asunción Revuelta.

Se trata de personas que disponen en metálico de entre 30.000 y 40.000 euros, lo suficiente para poder hacer frente a la compra de un inmueble de entre 100.000 ó 120.000 euros con la financiación al 80% que están soliendo aportar en estos momentos las entidades crediticias.

Asunción Revuelta: “Lo poco que se está vendiendo se vende con facilidad”

Una de las grandes características del mercado radica en que “en la actualidad se caracteriza porque la gente que llega a una empresa inmobiliaria tiene indudable interés en comprar una vivienda y además tiene posibilidades de hacerlo. Ciertamente se está vendiendo con facilidad lo poco que se está vendiendo”.

El mercado inmobiliario jerezano no se caracteriza precisamente en estos momentos porque la gente joven esté apostando por comprar una vivienda o cambiar la que tiene en estos momentos. “Los clientes jóvenes son pocos, los que predominan son sobre todo personas que quiere cambiar de vivienda con el objetivo de mejorar de esta forma su calidad de vida”, destaca Revuelta.

En lo que se refiere a los alquileres la situación de la ciudad sigue estando marcada por la gran diferencia existente entre la amplia demanda existente y la escasa oferta de que dispone la ciudad. Sobre la oferta cabe destacar que la que sigue sin estar atendida debidamente es la de largo plazo, que es la que reclaman por ejemplo profesionales destinados a la ciudad, los cuales necesitan de un contrato que dure meses y no unas pocas semanas. Los precios se han mantenido sin sufrir grandes incrementos.

Según una reciente estadística publicada por el Ministerio de Fomento, éstos se sitúan en los 450 euros como valor medio en los pisos que se alquilan; mientras que el alquiler de una vivienda unifamiliar se cifra en los 585 euros.

El impacto de la pandemia del Covid-19 está siendo evidente en muchos aspectos de la actualidad inmobiliaria. Por ejemplo, Asunción Revuelta apunta que “muchos propietarios que tenían pisos destinados al alquiler turístico (alquiler de corto plazo) se han planteado hasta venderlos”, algo lógico dadas las actuales restricciones impuestas a los desplazamientos y las existentes desde que se decretara el estado de alarma a mediados del pasado mes de marzo .

Las operaciones inmobiliarias han venido, en su conjunto, a caer un 20% desde el pasado verano. “La idea que tenemos en las inmobiliarias es que el sector se animará definitivamente cuando el coronavirus esté más controlado. Mientras tanto nada de nada”.