El Ayuntamiento y la Zona Franca firmarán, en breve, un acuerdo que supondrá una inversión global de en torno a los 10 millones de euros para la ciudad. En concreto, el presupuesto del consorcio provincial (con fondos europeos) irá destinado a rehabilitar el convento de San Agustín para convertirlo en un centro de negocios y a reorganizar la plaza Esteve, con la demolición del antiguo edificio del IARA que en estos momentos da cabida a oficinas de la Junta de Andalucía y a Medio Ambiente. Así lo anunció ayer la alcaldesa, María José García-Pelayo, acompañada del delegado de Urbanismo, Antonio Saldaña, tras reunirse con el nuevo delegado de la Zona Franca, Jorge Ramos. La regidora, además, dejó claro que con estas dos obras se lograrán objetivos fundamentales: "Crear empleo y dar vida a la ciudad, además de revitalizar el centro".

De este modo, además, el gobierno local confirmó ayer que el anterior proyecto firmado con la Zona Franca para poner en marcha el Parque de la Innovación en Chapín queda descartado por completo. De hecho, Pelayo recordó que el anterior gobierno de Pilar Sánchez firmó en 2008 un acuerdo marco con el consorcio provincial para la construcción de un Parque de la Innovación con un presupuesto de 64 millones de euros. "Es un convenio del que no se volvió a saber nada, que se quedó encerrado en un cajón y al que el propio PSOE dio por muerto -señaló la alcaldesa-. El PP no lo apoyó en su momento por el procedimiento y el destino de la inversión, ya que prácticamente la mitad, unos 30 millones de euros, se iban a destinar a dependencias para servicios municipales, sacándolas del centro de la ciudad".

Así las cosas, al regidora popular hizo hincapié que "en contraposición con este convenio diseñado desde el despilfarro", el nuevo acuerdo que se firmará con la Zona Franca se realizará desde la "austeridad" y con el objetivo de "beneficiar" a la ciudad, por lo que será "un balón de oxígeno para Jerez". García-Pelayo insistió en que el gobierno que preside sólo apostará por inversiones que generen "empleo y riqueza en la ciudad y que no supongan una carga para los presupuestos municipales". Por ello, subrayó que estas inversiones corren íntegramente a cargo de la Zona Franca, con cargo a fondos europeos y del propio consorcio.

Tanto García-Pelayo como Jorge Ramos dejaron claro que éste es sólo un "primer paso de colaboración entre ambas instituciones", por lo que adelantaron que durante los próximos cuatro años se establecerán nuevos proyectos y convenios. "La Zona Franca tenía hasta ahora un importante débito con la ciudad de Jerez que intentaremos paliar en los próximos años", reconoció Ramos.

En cuanto a los proyectos, el delegado de la Zona Franca recalcó que el equipo de gobierno del PP "tiene las ideas y los proyectos muy claros". Así, respecto a la rehabilitación del convento de San Agustín para reconvertirlo en un Centro de Negocios, Ramos señaló que "el Consorcio pone todo su esfuerzo al servicio de los emprendedores, de las pequeñas empresas, que son las que generan empleo. Hace falta emprendedores que creen empresas para que se genere empleo".

Este futuro Centro de Negocios, que ya cuenta con antecedentes en la propia Zona Franca, en el Puerto y Algeciras con una ocupación de entre el 85 y el 90%, permitirá que se concentren pymes que no tienen suficientes recursos ni capacidad logística para crear sus propias empresas. "La experiencia en otras ciudades nos dice que estos centros funcionan muy bien y que permiten a pequeños autónomos contar con un espacio propio que varía en función de sus necesidades, con espacios comunes como las salas de reuniones o los auditorios, a un precio competitivo", aseguró el delegado de la Zona Franca. En este caso, la obra cuenta con una financiación de 7,5 millones de euros y un espacio de 7.000 metros cuadrados. De momento, los técnicos de la delegación municipal de Urbanismo se encuentran ultimando el proyecto y la Zona Franca lo sacará a licitación y adjudicación con idea de que "este mismo año pueda iniciarse la obra".

El proyecto de Esteve, por su parte, contempla la reordenación de la céntrica plaza con el objetivo de "incentivar" el comercio del centro. Se trata de derribar el edificio que alberga actualmente las dependencias de la delegación de Medio Ambiente y la posterior reordenación de la zona aledaña a la fachada del mercado central de abastos con el fin de potenciar "esta importante infraestructura desde un punto de vista comercial y turístico". Esta actuación contará con un presupuesto aproximado de 1,5 millones de euros y permitirá reconvertir la zona también en una terminal de autobuses. El inicio de esta obra dependería de las actuaciones que se acometan en el convento de San Agustín ya que, al estar las dos obras muy próximas, sería Movilidad quién determinara cómo se acometen para evitar mayores problemas de circulación en el centro.

En cuanto a los posibles afectados por este obra, la alcaldesa confirmó ayer que ya ha mantenido reuniones con los comerciantes que tienen sus establecimientos en el edificio y que están plenamente informados de las actuaciones que se llevarán a cabo. "Se les realojará temporalmente mientras duren las obras y después se buscará una solución negociada con ellos", señaló.