Flamenco

Nace una comisión en pro de la figura de Parrilla de Jerez

  • Pretende que una calle o una plaza de la ciudad sea dedicada a su memoria y al patrimonio artístico que legó a la ciudad

Parrilla de Jerez, acompañando a 'La Macanita' en 2002.

Parrilla de Jerez, acompañando a 'La Macanita' en 2002. / Miguel Angel González

Cuatro jerezanos han "unificado criterios y esfuerzos" para que Parrilla de Jerez cuente con una calle o plaza en la ciudad que le vio nacer. "Somos Ana Fernández, hija de Manuel, Rafael Lorente, Ana María López y Juan Garrido. El movimiento nace del interés por la figura de Manuel Fernández Molina Parrilla de Jerez, guitarrista de incuestionable valía artística que falleció en junio de 2009 a los 63 años. Desde entonces, se han puesto sobre la mesa varias iniciativas para honrar su memoria, destacando la del monumento obra de Fernando Aguado, todas desde un origen generoso y plausible pero que finalmente no se han hecho realidad".

Esta nueva iniciativa destaca que "ahora, y esperando la adhesión de las instituciones flamencas, artistas y aficionados, esta comisión inicia un camino con el objetivo de que el nombre de este maestro de la guitarra quede perpetuado para siempre en un calle, plaza o avenida de la ciudad que lo vio nacer en 1945, en la calle Campana".

En la agenda de esta comisión "lo primero que queremos hacer es mantener una reunión con la Delegación de Dinamización Cultural para exponer nuestras inquietudes y conocer el proceso que hemos de cumplir para conseguir lo que buscamos, lógicamente nada será posible sin el apoyo popular, artístico e institucional".

"Consideramos que Parrilla de Jerez sobrepasa sin duda la excelencia artística en su toque, con una trayectoria de casi 50 años desde que comenzara a tocar la guitarra con doce años. Perteneciente a una familia de amplia tradición artística, como su padre Tío Parrilla, su abuelo Juanichi el Manijero o una larga lista de cantaores locales con el apellido Fernández como Terremoto, Borrico o Sernita. Por parte materna, los Molina, emparentados con Manuel Torre o Manuel Molina. Hermano de Juan, también guitarrista, y Ana, una bailaora sin igual".

Parrilla de Jerez acompañó a los más importantes cantaores de su tiempo "como La Paquera de Jerez, dúo histórico, Antonio Mairena, Manuel Agujetas, Enrique Morente, Curro Malena, Diego Rubichi y tantos otros. Ha dejado escuela con su sobrino Manuel y otros guitarristas que siguen su estela".

Otra de las grandes aportaciones de Manuel al mundo del flamenco, a la Cultura de Jerez o a la música en general, son sus villancicos. "Además de ser alma máter de la serie ‘Así Canta Nuestra Tierra en Navidad’ en la mayoría de sus números (desde 1982 a 2000), creó y compuso un corpus lírico novedoso, dotando a cada composición de una musicalidad aflamencada, recuperando repertorio en desuso e impulsando la celebración de las zambombas en calles y plazas. Ahora, hay que valorar más que nunca su papel para entender el boom actual", se destaca desde la comisión.

No se le resistió la Semana Santa, pues él siempre reconoció su devoción por el Cristo de la Expiración como le ocurría a su “hermana” Paquera, dejando marchas procesionales como Valle de San Telmo, Virgen de la Piedad, Esperanza Jerezana y Prendimiento de Jerez.

Entre los reconocimientos que recibió "destaca el Premio Nacional de Guitarra (1973) concedido por la Cátedra de Flamencología. En 2012 se le dedicó la VIII  Jornada Universitaria  “Flamenco y Universidad”, publicando el volumen X de la serie discográfica con ‘Misa del Gallo, 1979’ y el concierto ‘Retablo Flamenco, 1976"’.

En 2005 recibió un multitudinario homenaje en la plaza de toros de Jerez con artistas de gran nivel, "cuyos fondos irían destinados a cubrir las necesidades dadas por su enfermedad". El 12 de diciembre de 2014, el Teatro Villamarta acogió otro homenaje a Manuel, en forma de zambomba, que organizó la hermandad del Cristo de la Expiración, "fondos previstos para la construcción de un gran monumento cuyo boceto fue incluso presentado pero que por cuestiones económicas, por su alto coste (sus dimensiones así lo valían), quedó aparcado".

La comisión destaca que "ahora, insistimos, la idea es echar a andar ilusiones y ganas para, a partir del diálogo, retomar proyectos e intenciones para que por fin Manuel Fernández Molina sea recordado por siempre en Jerez".

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