maloko soto

"Me he criado en la ortodoxia, aunque luego haya elegido otro camino"

  • El jerezano presentará el próximo 23 de junio en Los Claustros su primer disco, un trabajo producido por Javier Limón y donde exhibe todas sus inquietudes

-presenta usted su disco, 'Maloko', el día 23 en Los Claustros...

-Sí, la verdad es que estoy deseando que llegue el día, porque ya lo hemos presentado en Madrid, en Sevilla y ahora quiero hacerlo en mi tierra. En todos los sitios donde hemos estado, ha sido un éxito, a ver qué pasa en Jerez.

El disco ha sido una experiencia increíble, trabajar con los músicos que he trabajado es un lujo"

-Porque cantar en Jerez siempre es distinto...

-Claro, en Jerez siempre hay más responsabilidad. Además, esta ciudad es muy compleja y lo mismo gustas mucho que te ponen como los trapos. Yo sinceramente me siento querido en mi tierra, y bueno, voy a dejarme el alma.

-Entiendo que la idea es hacer la totalidad del disco...

-Sí, quiero hacer todos los temas del disco pero también, viniendo de donde vengo, estoy obligado a hacer alguna pincelada flamenca. Es algo que sale por inercia, no por obligación, y porque a mí personalmente me apetece.

-Vayámonos al principio. ¿Cómo surge este primer disco?

-Bueno, nace en una fiesta en casa de Alejandro Sanz a la que fuimos una valenciana desde Jerez. Allí estaba Remedios Amaya, el tato Diego (Carrasco), Antonio Carmona y también Javier Limón, al que yo conozco desde hace al menos 15 años. Hice una pincelada con Ané Carrasco y gustó mucho. Fue entonces cuando se me acercó Javier y me dijo '¿quéestás haciendo ahora, Maloko?' y le contesté: 'Estoy esmayao, Javi'. A raíz de ahí me llamó y así empezamos.

-Usted se ha metido en estudios desde que era un niño grabando con mucha gente. ¿Ha sido diferente esta vez?

-Es distinto, sobre todo porque esta vez el responsable eres tú, tú eres el que da la cara. Quizás lo que más me ha costado, ha sido el hecho de irme a grabar a Madrid, porque cuando he grabado cosas, lo he hecho casi siempre aquí en La Bodega, rodeado de mi gente, pero esta vez tuve que coger el tren, irme a Madrid solo y hacerlo casi todo allí.

-Supongo que trabajar con Javier Limón, un productor muy reconocido también impondrá...

-Sí, porque estamos hablando de una persona con una trayectoria impresionante como productor. La verdad es que he aprendido mucho de esta experiencia, tanto de él como de los músicos. Ten en cuenta que ha grabado conmigo Alfonso Pérez, que es, entre otros, el pianista de Alejandro Sanz, Antonio Serrano, Tino di Geraldo, El Piraña..., y eso no está al alcance de todo el mundo. No es lo mismo grabar con los tatos y con los primos aquí que irte a Madrid y trabajar con esta gente tan profesional. Es un lujo.

-¿Ha sido un proceso muy largo?

-Ha sido largo sí, ten en cuenta que Javier Limón pasa mucho tiempo en Berkeley y bueno, es difícil coincidir. De todas formas, hemos hecho algunas cosas en el estudio de mi primo Curro Carrasco. Yo calculo que han sido casi dos años de grabación, entre una cosa u otra.

-¿Y ha quedado satisfecho con el resultado o usted es de los que no escucha lo que ha grabado?

-(Risas) Depende del día, unas veces me levanto, me escucho y lo apago, y otras que lo escucho y me da alegría. Ha sido un disco de compartir, a lo mejor no es ni lo que quería él ni lo que quería yo, sino lo que ha ido surgiendo en el momento con todos los músicos. Ya estamos pensando en grabar el segundo.

-¿Para usted este disco es una oportunidad?

-Es una carta de presentación y un lujo, ya no sólo por los músicos que llevo, como he dicho antes, sino porque está ahí la Universal, que es ahora mismo una de las discográficas más importantes. Hoy día es importante un disco para enseñar a la gente quién eres.

-Su base, al contrario de lo que algunos piensan, son sus tíos Diego Carrasco y José Soto...

-Por supuesto, eso es lo que he vivido desde pequeño. De ellos he aprendido mucho, y para mí los dos son verdaderos genios. Creo que el tiempo les pondrá en su sitio porque son dos innovadores, y a mí personalmente me han influido mucho, sobre todo porque los he tenido muy cerca.

-Sin embargo, Maloko ha demostrado tener una parte más ortodoxa defiendo la Casa de los Sordera con solvencia...

-Claro que sí. Yo también he vivido eso, aunque desde fuera parezca lo contrario. He tenido la suerte de grabar con mi abuelo el disco de 'A un patriarca', donde con siete u ocho años cantaba por martinetes. Igual que mis primeros años con Moraíto, cuando nos íbamos de gira con La Macana, Tía Juana del Pipa, el Chícharo y Gregorio... Y en mi casa no te digo ná, yo me he levantado y allí estaba El Torta y el Capullo con mi padre y mi tío Diego, he vivido muchas fiestas, he compartido vivencias con muchos artistas buenos...

-Se puede decir entonces que hay dos Malokos en uno, Maloko Soto y Maloko de Sordera...

-Puede ser, yo por momentos soy muy Sordera, pero también soy muy Carrasco. Es normal que me salgan las dos vertientes.

-¿Le molesta entonces que no se le etiquete como cantaor?

-Sinceramente no, porque eso lo puede decir el que no me conoce. El que me conoce sabe lo que hago, a lo que me dedico y lo que he vivido. Yo me he criado en la ortodoxia, aunque luego hayamos querido coger otros caminos.

-¿Le veremos alguna vez grabando un disco más clásico?

-Sí, es algo que tengo en mente, y que algún día haré.

-¿Y no le da miedo?

-¿Miedo? Miedo es llegar a tu casa y ver la nevera vacía pa mis dos niños (risas).

-Decían que el cante en Santiago estaba moribundo...

-Eso no es verdad. Santiago no morirá nunca, y ahora mismo la última generación viene apretando y encima apuestan por el flamenco ortodoxo. Hablo de Rafael El Zambo, Manuel de la Nina, Enrique Remache, Fernandito del Morao, mi prima Lela, María Terremoto...

-Por haber en Santiago hay ya hasta raperos con soniquete...

-Sí, los Gipsy Rappers, que son fenómenos. Y te digo una cosa, cuando están entre ellos rapean hasta por soleá. Son especiales, y demuestra que esta tierra siempre está evolucionando.

-¿Cómo se presenta el verano?

-Muy bien, porque además de la Fiesta de la Bulería y la Bienal, hay cosas que estoy a punto de cerrar. Yo tengo la suerte de trabajar bastante porque cuando no es por mi cuenta, es con el tato Diego o Diego del Morao. La verdad es que no me puedo quejar.

Maloko Soto posa para Diario de Jerez después de la entrevista.

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