patrimonio

Aquel cuartel estrella

  • El investigador Felipe Alonso del Puerto reivindica la historia del cuartel del Tempul en un libro que presentará este martes en la residencia militar de la calle Muro

Quizás no fue una gran obra de arte, pero su historia sí. Inaugurado en 1917, no llegó a los 100 años de vida, que sin embargo dan para escribir un libro... El investigador y coronel jerezano Felipe Alonso del Puerto ha llevado al papel la historia de 'El cuartel Fernando Primo de Rivera, del Tempul o de la calle de la Sangre' (Editorial Tésera), que se presentará el próximo martes, 30 de mayo, a las 20 horas, en el salón de actos de la residencia militar de la calle Muro, con la introducción del historiador Manuel Romero Bejarano. "Mi intención con este libro es que tanto los cientos de jerezanos que hicieron el servicio militar allí, como los propios ciudadanos en sí, pues tengan un recuerdo de cómo era aquel espacio", dice el autor, que destaca que a pesar de los pocos méritos artísticos de este acuartelamiento, "tiene una historia muy bonita".

Allí vio Alonso a los primeros soldados y allí surgió su vocación. De hecho, mandó una unidad en ese mismo cuartel y fue el encargado de organizar el acto de cierre del mismo. "Creo que hice la más bonita ceremonia de cierre de cuartel que ha habido en toda España. Y lo digo a pleno pulmón", cuenta satisfecho. Allí también ingresó como voluntario su padre, Felipe Alonso Gómez, quien marchó a la guerra de África y a quien le dieron la medalla al Sufrimiento por la Patria. Así que la obra también tiene un carácter de doble homenaje.

Todo empezó en la calle Pajarete, Conocedores y Callejón del Duende, en cuyos cascos de bodegas, "en unas condiciones lamentables", se alojaba desde finales del XIX un regimiento. Eran constantes las peticiones al Ayuntamiento de construcción de un cuartel en condiciones. La primera piedra se puso el 24 de marzo de 1890, aunque las obras duraron 27 años. El primer proyecto, que se fue modificando con el transcurso de la edificación, fue de José Esteve y López. La inauguración fue el 24 de diciembre de 1917 con el Regimiento de Lanceros de Villaviciosa al mando del coronel Sixto de la Calle y Corrales. Era tanto el interés que despertó el cuartel en el país, que por allí pasaron hasta los Reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia. "Porque hubo cuarteles, como el Diego Fernández Herrera, el del Arenal, San Agustín, el Arroyo... pero ninguno como el del Tempul, que se convirtió en la estrella de los cuarteles de España".

En los 90 del siglo pasado se cerraron numerosos cuarteles y el del Tempul fue uno de ellos. Muchos echaron el candado sin más. Felipe Alonso, sin embargo, le dedicó una 'fiesta' de despedida en la que participaron las Fuerzas de Mar, Tierra y Aire, la banda municipal, la banda Soria 9, la del regimiento de caballería... "En fin, fue un acto precioso". El libro incluye un DVD de dicho acto y de la última arriada de bandera, el 25 de enero de 1992.

Hay que destacar que el cuartel llegó a organizar cabalgatas de Reyes, e incluso las de la Feria de la Vendimia. "Se puede decir que el cuartel estaba para todo, estaba al servicio del pueblo", recuerda Alonso. Un lugar en el que tuvieron lugar multitud de celebraciones, como la llegada del vuelo Plus Ultra a 'Buenos Aires' en 1926, en cuya tripulación figuraba el jerezano Juan Manuel Durán.

Alonso se queja de que la muerte de este edificio "fue lamentable, y el mismo ejército tuvo culpa ya que, aunque cerrado ya, había una guardia que lo custodiaba. En cuanto la quitaron, expoliaron todo". A este respecto, el autor se pregunta: "¿quién se llevó todo el hierro del edificio, su balaustrada, sus columnas? Eso fue obra de especialistas".

Para la elaboración de este libro, Alonso del Puerto se ha basado en documentación del Archivo Municipal, de la prensa local, la Comandancia de Ingenieros y Obras de Cádiz y de los historiales de las unidades que vivían en el cuartel. El escritor anima a los jerezano a acudir a esta presentación, sobre todo, a los veteranos, a los que pasaron por aquel cuartel, "donde vivieron tiempos buenos y malos", pero, al fin y al cabo, otro edificio que ha formado parte de la historia de esta ciudad.

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