Daniel Fernández, presidente de la Federación de Editores de España en Jerez: "Todavía hay un tercio de españoles que jamás abre un libro"

Representantes de los Ministerios de Cultura y de Exteriores, de la Junta de Andalucía, de la Generalitat de Cataluña, de la Comunidad de Madrid y del ICEX debaten con editores y demás actores del mundo del libro sobre las políticas y programas de fomento de la lectura y sobre los planes de internacionalización del sector en el Encuentro de la Edición 2025 que se celebra en el hotel Sherry Park de Jerez hasta el 3 de julio.

El Encuentro de la Edición es una cita que, desde hace unos años, forma parte del calendario de actividades de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) que cuenta con el patrocinio de CEDRO. En ella se analizan algunas de las preocupaciones y desafíos del mundo del libro en nuestro país. Si en la edición del año pasado se abordaron los retos que plantea la Inteligencia Artificial en el sector, en esta ocasión se analizan los planes de fomento de la lectura desde la perspectiva de las administraciones públicas tanto nacionales como autonómicas.

Un encuentro anual de editores que, durante bastante tiempo, estuvo vinculado a la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Santander, pero que por primera vez, y estar será la primera edición, será itinerante. Una cita de alto nivel para la que se ha elegido Jerez "porque nos parece una de las capitales andaluzas de la cultura y porque nos permitía también consolidar la relación entre la cultura del libro y la cultura del vino. De hecho, este miércoles haremos una visita con cena incluida a las bodegas González Byass. Y en Sevilla, que ya hemos tenido congresos de editores, como en Granada, Málaga y Córdoba, pues nos parecía que Jerez se merecía efectivamente una visita", explica Daniel Fernández, presidente de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE).

Un encuentro, con la presencia de en torno a 80 editores de toda España, que busca "encarar un poco el futuro de la edición, analizar el fomento de la lectura y las políticas públicas de fomento de la lectura y la internacionalización del libro en español. Respecto a las políticas públicas de fomento de la lectura, es verdad que en los últimos años, y esto es feo decirlo, pero digamos que con el impulso de la pandemia han subido los índices de lectura generales en España, pero todavía hoy hay aproximadamente un tercio de españoles que jamás abre un libro y que, por lo tanto, se pierden una parte esencial de lo que es el desarrollo personal y el desarrollo social", desgrana el presidente de la FGEE. Fernández recuerda que si algo está claro es que "las sociedades más lectoras en el mundo son las sociedades que más prosperan, económica, social y hasta espiritualmente".

Jornadas con varios retos por delante de los que hablar y el fundamental es que durante muchos años, "pues se decía que el libro en papel estaba muerto y que lo iba a matar el libro en digital. Y lo que hemos visto es que las pantallas no han conseguido acabar con el libro y que el libro sigue siendo una parte fundamental del desarrollo cultural y personal de la humanidad. Y, por lo tanto, ahí está y ahí estamos, que no es poco".

"El libro -añade- sigue ahí y, además, incluso en Estados Unidos hace mucho que el libro de papel se estabilizó en el 70% aproximadamente del mercado, mientras que el libro digital es el 30%. Pero es que en los dos últimos años eso ha variado. De hecho, en estos momentos el libro de papel es casi el 80% del mercado y el libro digital se ha quedado en el 20%. Por lo tanto, estamos hablando de soportes distintos para contenidos similares, evidentemente. Y la verdad es que la prueba de que el libro de papel está muy vivo es que mucha gente lee un libro primero en pantalla y, si le gusta y le interesa lo suficiente, lo quiere incorporar en su biblioteca y lo compra en papel. Cuando se quiere conservar un libro se conserva en papel. Y es lógico, porque los archivos informáticos del tipo que sean y los archivos en pantalla duran mucho menos. Es un mundo menos estable, aunque parezca omnipresente, que lo es. Es un mundo que va a pervivir menos probablemente que el papel".

Respecto a España y a las nuevas generaciones, apunta Fernández que la encuesta de hábitos de lectura que hacen cada año desde la Federación de Gremios Lectores de España, "lo que nos dice precisamente es eso, es que el mayor índice de población lectora, precisamente por placer, no por estudios, es el de jóvenes de 14 a 24 años. Han desbancado a las mujeres con estudios superiores de entre 45 y 55, que siempre eran históricas y tradicionalmente las más lectoras. Entonces, claro que los jóvenes sean los más lectores, abre una tremenda vía de esperanza en un futuro de país más lector y más próspero".

Un futuro que, a pesar de las cifras, "afrontamos con un optimismo moderado. Es decir, la sensación que tenemos es que efectivamente todos estos años, desde la pandemia, ha consolidado un crecimiento de la venta de libros y de la lectura de libros. Por lo tanto, creemos que el futuro va a ser mejor. Casi diría la frase típica que lo mejor todavía está por venir".

Respecto al sistema educativo español, que ha ido cambiando a lo largo de las décadas y gobiernos en el poder, y los perjuicios al fomento de la lectura en las aulas, cree Fernández que hay "un debate muy importante, no solo en España, sino en toda Europa y todo Occidente, sobre precisamente si las pantallas como medio es una cosa, y si efectivamente la pantalla favorece el estudio. Casi hay un consenso en el modelo finlandés, y es decir, menos pantallas y más libros, y más lectura como método esencial de formación, de reflexión y de crecimiento personal".

El presidente de la FGEE confía en que en este encuentro de Jerez "reconectemos la mayor industria cultural española, que es la industria editorial, con precisamente el mundo de las administraciones públicas, y que se den cuenta de lo que decíamos, que un país que lee es un país que avanza, progresa y prospera. Y eso para mí sería lo fundamental: desarrollar la presencia internacional de la edición española es muy importante, pero desarrollar un mayor interés todavía de las administraciones públicas por la lectura sería muy de agradecer. Llevo muchos años diciéndole a todos los responsables públicos que deberían pasearse con un libro bajo el brazo, que aunque solo sea por ósmosis, algo se les pegará".