Isamay Benavente. Nueva directora artística del Teatro de la Zarzuela

“Me he dejado buenísimos años de trabajo aquí; mi casa seguirá estando en Jerez”

Isamay Benavente, días atrás, en el Teatro Villamarta.

Isamay Benavente, días atrás, en el Teatro Villamarta. / Manuel Aranda (Jerez)

Isamay Benavente, durante la entrevista. Isamay Benavente, durante la entrevista.

Isamay Benavente, durante la entrevista. / M. A. (Jerez)

Isamay Benavente (La Línea, 1965) será la próxima directora del Teatro de la Zarzuela, cargo al que se incorporará en noviembre por un periodo de cinco años. Después de 27 años trabajando para el Teatro Villamarta, da pues un golpe de timón importante a su vida para aceptar un nuevo reto profesional. Su marcha pone fin a una etapa importante de la cultura de Jerez, no en vano su llegada a la ciudad, en 1996, formaba parte del proyecto de recuperación del Teatro Villamarta. Benavente ocupó el cargo de responsable de producción, una labor que desarrolló hasta 2008 cuando la salida de Paco López para asumir la dirección de la oficina técnica del proyecto ‘Jerez 2013’, le abría las puertas de la gerencia. En estos 15 años al frente de la dirección del Teatro Villamarta, Isamay Benavente ha tenido que hacer frente a una crisis, la del ladrillo en 2008/09, y una pandemia, la del coronavirus, dos momentos que han pasado factura, como en todos sitios, al teatro jerezano y sus actividades. De hecho, en más de una ocasión y, en tono jocoso, se definió como “la directora de la crisis”. Asegura que le hace una gran ilusión este nombramiento, que llega además en un momento de necesidad de cambio para ella. Deja parte de su corazón en Jerez, donde dice que seguirá estando su casa.

–¿En qué momento de su vida le llega este nombramiento?

–Bueno, llega en muy buen momento. Me hace mucha ilusión el reto, llevo muchos años trabajando con la lírica española, que es fundamentalmente el proyecto principal del Teatro de la Zarzuela. Pero además también, parte de mi proyecto ha sido la danza que son las dos áreas en las que más he trabajado en el Villamarta. Es un teatro que está funcionando muy bien, con un índices altos de ocupación y tiene recursos económicos. Son un montón de cosas que me hacen ilusión, sobre todo, desarrollar un proyecto nuevo.

–¿Su ciclo en Jerez se había terminado?

–No sé en un teatro cuándo empieza y cuándo acaba un ciclo. Ha llegado un momento en el que yo necesitaba también un cambio. Y creo que también va a ser saludable para el teatro. Lo que sí te puedo decir es que me he dejado buenísimos años de trabajo aquí, parte de mi vida emocional también. Me he implicado muchísimo pero también he aprendido mucho en Jerez. Me voy muy contenta. Creo que el Villamarta es un teatro maravilloso, una institución, y no se conoce al 100% todo lo que genera a su alrededor y lo que puede generar. Y mi empeño ha sido ese, salvaguardar la institución y hacerle entender tanto a los jerezanos como al patronato, y a todo el mundo, lo complejo que es y, a la vez, todo lo que puede aportar a la ciudad. Dejo parte de mi vida aquí, el equipo, que es casi una familia... Estoy muy contenta por un lado, pero por otro no voy a negar que dejo parte de mi corazón aquí. Yo me siento en parte jerezana, es más, voy a mantener mi casa aquí. No me voy definitivamente.

–Como los artistas, debuta en un teatro de gran nivel.

–Creo que no somos conscientes del nivel que hay en Jerez y de la influencia que tiene en la Red de Teatros Españoles, con su Festival, su Centro Lírico del Sur, su programación, el Coro, sus giras. No creo que sea una subida de nivel, sino que la Zarzuela es un teatro con otras características: 100% público, no depende de la taquilla y tiene el objetivo claro de preservar nuestro género lírico de la zarzuela. Tiene otros cometidos, otros presupuestos y otro equipo.

–Están siendo meses de nombramientos para usted. A este último se suma además ser la nueva presidenta de la Asociación de Teatros Líricos-Ópera XXI.

–Sí. Ahora estoy viendo cómo lo compagino. Mi primera asamblea como presidenta fue en febrero, aunque yo ya llevaba mucho tiempo en la junta directiva de la Asociación, que es muy activa. Pero es por un periodo de tiempo limitado.

–Deja adelantada la próxima temporada jerezana.

–Sí, aquí funciona todo con mucha antelación, aunque no se puede dejar todo cerrado porque hay elecciones y hay que esperar a ver cómo se queda configurado el Ayuntamiento y cuáles son sus planes. Pero hay que dejar muchas cosas avanzadas porque no se puede armar una temporada si se empieza a trabajarla en septiembre.

–¿Cuáles son su planes para la Zarzuela?

–No me da miedo decir que es un plan continuista. Lo hice aquí cuando sucedí en la dirección a Paco López. Porque creo que esas personas que llegan y se cargan todo lo anterior son personas inseguras y que no valoran. Cuando se llega a un sitio hay que ver las cosas que funcionan, mantenerlas y potenciarlas si se puede. Mi antecesor, Daniel Bianco, ha hecho un trabajo maravilloso, ha bajado la edad media del público, sigue teniendo unos índices de audiencia muy importantes y, sobre todo, ha hecho un trabajo con la recuperación de títulos desconocidos y grandes producciones. Es un teatro donde todos los cantantes españoles quieren trabajar. Espero mantener todo eso. Y en mi proyecto está la danza de una manera más estructural. La Zarzuela es la casa del Ballet Nacional de España y de la Compañía Nacional de Danza, y en mi proyecto he ampliado el periodo de exhibición de las mismas compañías y he añadido al abono compañías invitadas. Y he trabajado temas transversales que están de actualidad porque creo que la zarzuela, los musicales y la ópera, tienen que seguir conectados con temas de hoy y con los creadores de hoy para seguir vivos. Clásicos que hay que traer a los temas de hoy que nos importan. Y eso ya lo había apuntado mi antecesor. En la Zarzuela trabajan ahora todos los directores de teatro importantes y gente joven. Cada teatro en España tiene su personalidad y son grandes centros de creación que generan mucha cultura a su alrededor. Y la Zarzuela yo la veo así también. También en mi proyecto está difundir aún más la zarzuela, nacional e internacionalmente. La zarzuela es un género que te produce mucha alegría y felicidad, y en Jerez por ejemplo lo hemos comprobado con ‘Doña Francisquita’. El público nos pide que se programe más zarzuela, es un género muy agradecido.

–¿Llevará algo de Jerez en su proyecto madrileño?

–Trataré de darle más protagonismo al flamenco, que además tiene mucho que ver con la zarzuela. Los dos son géneros únicos, que solamente existen o han nacido en España, tenemos un patrimonio al respecto importantísimo. El flamenco es todavía un gran desconocido en el resto de España y es una potencia que tenemos con el flamenco como con la zarzuela. A veces apreciamos muy poco lo que tenemos. Si el flamenco hubiese nacido en Francia ahora sería lo más cool del mundo mundial. Somos malos vendedores de lo nuestro.

–Y con el Festival de Jerez, se queda parte de su corazón aquí después de 27 ediciones de vida y 15 años como directora.

–Bueno, si puedo vendré todos los años (ríe). Es un proyecto, que como el resto que desarrollamos, adoramos. Son como nuestros hijos. El Festival es tal tsunami emocional... Es una historia sentimental de mucho tiempo, los lazos que se crean. Quiero creer que no es un proyecto del Villamarta, es un proyecto de ciudad y por eso hay que cuidarlo entre todos. Es verdad que la Fundación (Fundación Cultural Universitaria de las Artes de Jerez-Fundarte) tiene problemas económicos que hay que resolver, pero vamos a poner el foco en ello y en todo lo bueno que tiene la Fundación. A veces parece que sólo sale lo negativo. Y el Festival es un proyecto de ciudad maravilloso que hay que ayudar y potenciar con los recursos que tenemos. Siempre hay una voz que no viene nunca al Festival y se queja de algo de la ciudad, pero es que no conocen el Festival. Hay mucho público jerezano, pero un festival tiene que ser capaz de traer también público de fuera, como así hacen el festival de Almagro, de Mérida, Edimburgo... y el Festival de Jerez, que genera mucha industria cultural a su alrededor y no puede tirar sólo de la ciudad, si no sería un ciclo más. Sólo tenemos 27 años y nos queda mucho por hacer. Somos jóvenes. Hay casi un 65% de público que viene casi cada año y que hay que seducir cada edición. Creo que tenemos una fórmula estupenda que además inspira a muchos festivales y que diseñó Paco López. Yo, lo que he hecho es desarrollarlo y ampliarlo. Y el/la que venga creo que tiene que continuarlo porque es un evento que funciona pero cada año hay que repensarlo, con los recursos que se tienen, y ver cómo podemos mejorar.

–Hablando de datos, ¿la cultura puede ser deficitaria como servicio público?

–Lo que tengo claro es que la cultura no da beneficios económicos. Yo la entiendo como un servicio público y creo que el Ayuntamiento también. Este teatro da un servicio cultural a la ciudad y lo primero que tiene que hacer es crear una temporada para que la gente tenga acceso a la cultura, que es un derecho constitucional. Y una ciudad como Jerez, con más de 200.000 habitantes, tiene que tener un teatro funcionando con una programación digna y diversa que dé servicio a los ciudadanos teniendo en cuenta los recursos de los que se parte. Es el gran espacio cultural de la ciudad. Asimismo, creo que Fundarte es un instrumento estupendo para el Ayuntamiento, para el proyecto cultural de la ciudad, porque a través de la Fundación, no sólo estamos llevando el Teatro Villamarta, sino que se hace la programación del verano flamenco en la ciudad, la sala de la Atalaya, ahora estamos con el Centro Cultural de Lola Flores, damos servicio al Festival Kriatura, etc.

–¿Cómo le influyó para su decisión de cambio el pleno municipal de diciembre, en el que la alcaldesa daba un toque de atención sobre la gestión económica del Villamarta?

–Eso pasó en un contexto político y yo me defendí, que es donde me tengo que defender, o más bien dar mis explicaciones, en el patronato.

–¿Hay nombres de su futuro sucesor o sucesora?

–Yo me he puesto a disposición de la presidenta del patronato, Mamen Sánchez; y de la delegada de Cultura, Laura Álvarez, por si necesitan mi intervención. Ellas conocen al equipo y saben de lo que es capaz. Ya no sé si mirarán dentro del Villamarta o no. Aquí, desde luego, hay un equipo estupendo. Tampoco sé si hay alguien dispuesto a dar ese paso adelante.

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