Agentes de la Policía denuncian que no se están desinfectando los vehículos de patrulla, lo que “dispara el riesgo de contagio de los policías en esta nueva oleada de la pandemia del Covid”. Según estos funcionarios públicos a todo ello se unen las “lamentables condiciones” en que se encuentra la Jefatura de la Policía Local “la cual se está cayendo literalmente a pedazos”. “No entendemos que mientras ésta se cae a trozos ahora estén arreglando el exterior de la nueva”.

Según dichos agentes, “la primera empresa que desinfectaba y fumigaba era Sanitul, que finalmente se fue y llegó otra nueva que igualmente también se marchó. El caso es que ahora no se están desinfectado”. Según denuncian “esta situación es es especialmente grave pues como un compañero caiga infectado las consecuencias pueden ser terribles tanto para las personas como para el servicio pues una cuarentena podría dejar el número de agentes disponibles bajo mínimos. Podemos caer como moscas”.

Las críticas de los agentes también se dirigen hacia las escasas mascarillas que les han sido facilitadas del tipo FFP-2. “El Ayuntamiento nos ha dado dos, menos mal que el sindicato (en referencia al SIP) nos da también porque las que se nos dieron están ya reventadas. La última que nos facilitaron llegó hace dos meses”.

Por su parte, el sindicato mayoritario de la Policía Local, el SIP, destaca que “desde que se hicieron obligatorias las mascarillas ya no se consideran 'epi's, pero por nuestro tipo de trabajo y por los riesgos que entraña necesitamos las FP2. A este respecto se está hablando de este tema con el Ayuntamiento”.

Sobre la fumigación y desinfección de los vehículos de patrulla y la Jefatura de El Almendral el portavoz del SIP avala la versión de los agentes que contactaron con este medio. “Es cierto que desde primeros de este mes no se están desinfectando. Los coches son limpiados a fondo a diario pero no desinfectados. A primeros de mes finalizó el contrato con la empresa y nos dicen que se está buscando uno nuevo”.

Cabe destacar que la última empresa desinfectaba con unos productos que no eran del agrado de los funcionarios, ni los policiales ni los administrativos. El problema radicaba en que “una vez aplicado resultaba sucio y pringoso. Además, cuando se aplicaba en las oficinas había que tapar los folios y el material de oficina para que no se humedeciera”. Según el SIP, “en la actualidad se están barajando otras opciones como el ozono”.