"Cada día vengo al taller a disfrutar y no a trabajar"

Con 69 años afronta por primera vez tallar un paso, el de La Mortaja

Antonio Venegas en plena faena tallando piezas del paso de La Mortaja.
Antonio Venegas en plena faena tallando piezas del paso de La Mortaja.
F.a. Jerez

13 de enero 2013 - 01:00

-¿Por qué asumió este compromiso de hacer un paso, por primera vez en su vida?

- Primero porque la gente de esta hermandad son amigos de verdad y me lo pidieron, pese a que siempre me he dedicado a la talla del mueble y nunca de un paso. Además tiene que gustarte mucho la talla. Vengo a disfrutar y no ha trabajar, sobre todo porque estoy creando.

- Un reto complicado.

-Es así, por muchas razones. Primero porque el tallista tiene que saber dibujar, de estilos y sobre todo saber lo que está haciendo. Jamás pensé que haría un paso desde que comencé como aprendiz con Lutgardo Pinto, aunque se nos presentaron algunos proyectos pero nos inclinamos por el mueble. Hay que tener en cuenta que ese taller daba trabajo a varios empleados por lo que hubo que ir a lo que la economía nos mandaba.

- ¿Qué debe tener el tallista para hacer una obra de estas características?

- El manejo de la talla te lo da la experiencia y conforme vas avanzando más aprendes. Pero sobre todo hay que tener cierta 'gracia' en las manos. Hay muchos tallistas pero cada uno de la da su impronta a cada pieza, que pueden ser las mismas pero con una definición diferente.

- Hablando de estilo, defínanos el paso de La Mortaja.

- Es barroco pero es diferente, guste o no, a lo que estamos acostumbrados. No es de bombo, es de líneas rectas.

- ¿Seguro que será el único y último paso que salga de sus manos?

- Seguro que sí. Insisto, lo estoy haciendo, ya jubilado, por estos amigos, por la hermandad y sin ningún interés. Además es importante que se sepa que me están ayudando. Yo llevo la talla pero, por ejemplo, cuento con la ayuda de Antonio Jaén, Juan Antonio Fernández Cardín, Manuel Garrido y con mi dirección artística. Entre todos lo estamos llevando hacia delante.

-¿Qué le queda al paso?

- Pues le puede quedar casi la mitad. Hay que tener en cuenta que es un paso grande ya que mide algo más de seis metros de largo por unos tres metros de ancho. Es un paso pensado para el misterio que llevará arriba y que albergue todo el amplio misterio sin que se vea apelotonado.

- Además, hay algo que usted lleva a gala con este trabajo, que en él no hay 'fullerías', que es totalmente hecho a mano.

- Efectivamente, todo está hecho a mano desde que se toma la madera hasta que se llega a la talla y el montaje al completo. Esto ya no se hace, porque si se sacara a punto, las piezas comunes las tendría en un momento.

stats