Diario de las artes

Arte vivo sin fronteras

  • Pescadería ViejaJEREZ

DE, PARA, POR... SIEMPRE EL ARTEPescadería ViejaJEREZ

Hace unos meses en las páginas de este periódico me atrevía a hacer una reflexión sobre las muchas derivas que existen en la plástica contemporánea. Permítanme que entresaque algunos de aquellos argumentos. La creación artística pasa por unos momentos de verdadera indefinición. No es fácil valorar las muchas circunstancias que intervienen en lo artístico; no lo es para el espectador mediano, ni para el aficionado ejemplar que asiste impertérrito a ese vasto horizonte de propuestas que se dan en el arte actual, ni para el avezado estudioso de la historia del arte, ni para el ”modernito” snob que gusta crear expectantes empatías con infumables propuestas de imposible asimilación, ni para el propio colectivo de artistas en ejercicio que trabajan diariamente atendiendo a sus criterios y en medio de un proceloso mar de asuntos que, lejos de favorecer sus trabajos, posibilitan derivas peligrosas por incongruentes.

Otra de Miguel Parra. Otra de Miguel Parra.

Otra de Miguel Parra.

Si en esas esquivas circunstancias se encuentra el grueso de los que, más o menos, poseen algunos de los argumentos para, mínimamente, saber por dónde se circula, la mayoría de los que, por primera vez, se acercan a lo artístico, impulsados por cualquier interés, se dan de cara con un incontrolable escenario de posibilidades que subsisten casi por generación espontánea. Por eso, es tan complicado asumir muchas de las circunstancias que acontecen en las cambiantes aguas de la creación contemporánea. De ahí las infinitas deserciones que acontecen en un gran público ante esa galería infinita de propuestas que desentraña la realidad artística más inmediata.

Al espectador sólo se le puede aconsejar que siga contemplando, que no desfallezca y que se deje llevar por la emoción que les pueda producir la obra. Les aseguro que tiene arreglo y el tiempo dictamina la verdad de lo que es y será siempre. Se lo dice alguien que lleva más de cuatro décadas en el empeño de ver, ver, y ver. Al final, la llama buena brilla y la mirada sabe captarla.

Obra de Luisa Porras. Obra de Luisa Porras.

Obra de Luisa Porras.

Empiezo así, el comentario de la exposición que tiene lugar en la Sala Pescadería de Jerez en la que cinco artistas granadinos – más por vinculación a la 

realidad artística que se desarrolla en Granada que por su lugar de nacimiento– comparten espacio con otros tres de la zona gaditana. Los granadinos –Manuel Bru, Emilio Luis Fernández, Iván Izquierdo, José Luis Lozano y Alejandro del Valle que, nacido en Jerez, se encuentra afincado en la ciudad de los Cármenes impartiendo clases en su Facultad de Bellas Artes- son artistas jóvenes, todos profesores de la Facultad que, dentro de los amplísimos episodios que concurren en la plástica contemporánea, están posicionándose en espacios creativos de muy profundo calado y verdadera trascendencia artística. Los tres gaditanos –Luisa Porras, José Manuel Paredes y Miguel Parra– son consumados realizadores de un arte total, sin complejos, donde los abiertos postulados de la creación encuentran sus formas más puras y convincentes.

La muestra posee todos los planteamientos del buen arte contemporáneo; ese en el que hay que creer y que, desde mi humilde atalaya de observador privilegiado, pretendo hacer llegar de forma comprensible. Ocho propuestas que se basan en el entusiasmo por el proceso creativo, en la formulación activa de proposiciones bien sustentadas plásticamente, en la obra que, de verdad, apasiona, en el desarrollo de sistemas formales de jugosa enjundia artística. 

Ocho circunstancias muy bien planteadas, con rigor y solvencia creativa que testimonian los infinitos episodios que acontecen en lo que hoy es la creación inmediata. Porque la creación serena, sensata y con perspectivas es aquella que plantea el entusiasmo del arte por el arte; y creo que esta exposición goza de todas las buenas circunstancias que existen en el desarrollo artístico de ahora. Aglutina muchos de los grandes esquemas plásticos que actúan en el arte que nos es más cercano.

Así nos encontramos desde la pintura pintura hasta los registros activos de una realidad plástica conformada desde los postulados del concepto. En esa pintura aparecen los episodios de un dibujo esclarecedor –Emilio Luis Fernández-, los abiertos planteamientos de la pintura en su más amplia definición, desde la moderna y variada figuración –Miguel Parra, Iván Izquierdo y José Manuel Paredes– hasta los esquemas de lo abstracto –Manuel Bru-, pasando por los argumentos de una plástica definida desde las nuevas tecnologías –Alejandro del Valle-, los desgarradores postulados de la denuncia social –José Luis Lozano– y los amplísimos desenlaces de un arte abierto a los sistemas de una plástica total –Luisa Porras-. Es una exposición para seguir apostando por lo artístico y encontrarse con autores clarividentes en quienes confiar.

La exposición nos sirve para creer, de verdad, en el arte. Un arte DE, PARA, POR…SIEMPRE –ese es el título de la muestra- que plantea lo mejor que lo nuevo concede. Porque el arte bueno, el de siempre, es aquel que encierra una carga auténtica de potencia creativa. Y los artistas que en esta muestra participan lo hacen con entusiasmo y verdad. Yo, mientras tanto, vuelvo a pensar en aquella genialidad del gran Rafael El Gallo cuando le preguntaron: “Maestro, ¿para usted qué es lo clásico?” “¡Clásico, e lo que no se pué hacé mehón!”. Considero que en la muestra hay mucho de clásico.

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