Diario de las artes

La emoción por la forma plástica

  • FEDERICO JAIME - Sala ArteaDiario -JEREZ

Exposición de la pintura abstracta de Federico Jaime en la sala ArteaDiario.

Exposición de la pintura abstracta de Federico Jaime en la sala ArteaDiario.

Las fluctuaciones existentes en el mundo del arte han sido, en los últimos tiempos, manifiestas y evidentes. A lo largo de casi gran parte de la historia, hasta las rupturas impresionistas y las primeras vanguardias, se ha tenido a la representación como absoluto postulado y, en poco más de un siglo, todo sucumbió a nuevos intereses, nuevos registros y apasionados cambios que dieron lugar a esquemas novedosos donde todo era susceptible de alcanzar inequívoco sello de entidad artística. Además, la asunción de los planteamientos abstractos generó un concepto renovador de la expresión y abrieron, de manera extraordinaria, las posiciones estéticas para asumir que, desde entonces, todo iba a ser especialmente distinto.

La abstracción supuso un gran paso adelante –tanto como lo fue la 'Fuente' de Marcel Duchamp, aquel urinario que, desde 1917, alteró sustancialmente las circunstancias del arte-; la no formulación de posiciones concretas puso las bases para una filosofía creativa que llevaría a suspender todo el anterior sentido artístico, dejando tras de sí una nueva estela de compromiso estético a la par que todo un desenfrenado universo de incomprensiones y, lo que es peor, de deserciones hacia lo más nuevo en una inmensa mayoría. No obstante, para bien y para mal –todavía existe un reducto inconsciente que niega el pan y la sal a una realidad que, a estas alturas, no tiene, o no debería tener, vuelta de hoja– lo abstracto está ahí, forma parte de un importante segmento artístico y su entidad y trascendencia es un hecho totalmente indiscutible.

Sí es verdad que la pintura abstracta, gozosa, exultante, definitoria, determinante, que tuvo una proyección ilimitada y que durante un tiempo –años cincuenta en adelante– fue santo y seña de la expresión pictórica; ahora se ha visto considerablemente reducida; siendo la moderna figuración, en todo su amplísimo espectro, realidad con más consideración y mayor energía creativa que lo puramente abstracto. Pero su andadura no cesa y sus argumentos se mantienen vivos y con energía vivificadora.

Federico Jaime es un pintor sevillano (EL Viso del Alcor, 1983) que sabe muy bien lo que hace. Es artista consciente, creíble, convencido y convincente; no accede a la abstracción buscando empatías ni efectismos diferenciadores para querer ser diferente y apartarse de lo que hace la inmensa mayoría. Todo lo contrario, es un pintor abstracto que llega a tales posiciones proveniente de una figuración a la que ha desposeído de sus elementos más ilustrativos para dejar sólo la esencia de la misma.

Federico iba a exponer en ArteaDiario en marzo de 2021; llegaron los momentos trágicos del confinamiento masivo y la exposición se quedó sin posibilidad alguna. Casi tres años después, ya con la sala felizmente abierta, la primera muestra individual que se presenta en los espacios de DIARIO DE JEREZ lleva el nombre del artista sevillano. Una colección de veintiuna piezas, llenan de gestualidad y acertada presencia abstracta las paredes de una sala que vuelve a recuperar el ritmo y a participar, de primera mano, en el engranaje expositivo de la ciudad.

'Como jugar con arena' es una muestra de pintura abstracta; una pintura abstracta sin trampa ni cartón, que plantea episodios reduccionistas muy bien acondicionados en fondo y forma. No se trata, ni mucho menos, de un planteamiento colorista sin sustancia conceptual ni desenlaces, más o menos, felices y con cierta armonía estética. Tras cada obra hay un análisis formal, un cuidado estudio, un planteamiento decisivo de formas y colores, un proceso intervencionista por el cual se desmembra la representación de lo real para situarla en conscientes elementos plásticos.

La muestra es toda una lección de abstracción esencial que deja entrever, no obstante, una sutil referencia representativa. Y es que el artista realiza un profundo análisis del paisaje, se introduce en sus elementos constitutivos y los somete a un básico proceso de síntesis. Todo queda supeditado a una formulación cromática donde las gamas interactúan, se superponen, dejan entrever límites escondidos y, a su vez, generan nuevos espacios que abarcan posiciones referenciales, donde una hipotética naturaleza o un posible paisaje evocado pierden sus contornos sometidos a las volubles dimensiones de la forma plástica. En las obras de Federico Jaime lo matérico crea nuevos estamentos, superficies actuantes que provocan a la mirada, que generan expectativas y magnifican los límites de lo espiritual, de la emoción y de esos estados donde lo más inmediato se sustrae a los episodios por donde circulan los cauces del alma.

La exposición de Federico Jaime nos hace retomar las sendas imperecederas de una pintura, poco habitual, pero que genera la más absoluta emoción y el rigor creativo que produce la esencia de la forma plástica.

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