Un dinero que ha caído del cielo
Los pagos realizados a través de los préstamos ICO satisfacen a un empresariado local que pese a los años no perdió la esperanza de que el Ayuntamiento pagaría sus deudas
Los préstamos ICO, concedidos a los ayuntamientos, han supuesto un balón de oxígeno para multitud de empresas en un ambiente enrarecido por la crisis y en el que ya costaba respirar financieramente hablando. En Jerez, un municipio con una deuda de casi mil millones de euros, pocos confiaban en cobrar justamente cuando el panorama se teñía más de negro. A continuación hablan varios empresarios que narran lo que les ha supuesto a ellos, a sus compañías y a sus trabajadores ver saldadas unas deudas que, en algunos casos, superaban el lustro. Pese a todo, y por increíble que parezca, aún hay facturas pendientes de pago de los Juegos Ecuestres Mundiales celebrados en Jerez en 2002, es decir, hace ya una década.
Guillermo Oliva es el propietario de Grúas Oliva, una de las más conocidas empresas de su ramo de Jerez y la provincia. Este empresario reconoce que recibió la noticia de los préstamos ICO "con verdadera sorpresa". Las teorías de Guillermo son realmente curiosas. Según dice, "nos pongamos como nos pongamos el Ayuntamiento en sí es una empresa y además será la última que cerrará si llegara el caso. Siempre he tenido confianza en que cobraría. Me he tirado tela de tiempo esperando, algo así como más de tres años, pero ya lo he cobrado, que es lo importante".
La valoración que realiza sobre el efecto de estos pagos en las pequeñas empresas es que "nos ha venido como anillo al dedo, como un balón de oxígeno. He cobrado más de 50.000 euros que tenía ahí pendientes de pago en esa especie de alcancía (hucha) que para mí es el Ayuntamiento. Le trabajo y si no se paga sé que tarde o temprano lo hará. Lo que le digo: una alcancía".
Grúas Oliva es una de las empresas que aún tiene facturas pendientes de cobro de los Juegos Ecuestres. "Son unos 9.000 euros. Ya veremos cuando se arregla 'el efecto 2002', que es como llamo a todo lo que siguió a lo de los caballos".
Muchas empresas han aprovechado las deudas que los ayuntamientos mantenían con ellas para compensar impuestos. Lógicamente, IBI's e IAE's principalmente eran descontados del importe de la deuda para, de esta forma, ir reduciéndola. Pese a todo, el alcance de dichos descuentos no logró en el caso de la mayor parte de las compañías afectadas por largos impagos saldar la deuda aunque consiguió rebajarla en desigual medida dependiendo del montante en débito. Ese es el caso por ejemplo de la conocida empresa jerezana Mármoles Torreglosa. Es el hijo del dueño, Carlos Torreglosa que realiza labores de control administrativo en la compañía, quien alaba el pago de la deuda, la cual ascendía a unos 3.000 euros. "Estábamos esperando el pago tras el anuncio realizado por el Gobierno -apunta- y la verdad es que es un dinero que siempre viene estupendamente. Hasta ahora lo íbamos compensando con impuestos y la verdad es que ya no nos quedaba demasiado. Ha sido bienvenido, bendito sea todo lo que sea cobrar por el trabajo realizado". La referida deuda no era especialmente antigua. "Unos cuatro años", destaca Carlos Torreglosa, quien señala que pese al débito "las administraciones no suelen estar entre nuestros principales clientes. En la actualidad es casi mejor no tenerlos como tales", en clara referencia a los problemas de pago que padecen, que son importantes y pueden suponer un problema para la solvencia de las pymes.
Otra empresa que ha podido cobrar gracias a los préstamos ICO ha sido El Motorista, una tienda especializada en el mundo de las dos ruedas y que es conocida en España entera. La empresa de la familia García-Jarana lleva el servicio de repuestos de las motocicletas de la Policía Local. El débito que se mantenía con ella procedía, según apunta su gerente, López de Carvajal, "de los trabajos realizados el año pasado. Hasta entonces estábamos completamente al día. Además, la deuda era corta". Los pagos han supuesto, reconocen desde El Motorista, "una verdadera ayuda para muchas empresas a las que el impago les ponía entre la espada y la pared", aunque como ha quedado dicho no es el caso de los García-Jarana pues la deuda era escasa.
Pero el Ayuntamiento de Jerez no debía tan sólo a empresarios de su ciudad. Hay muchos que son de otras localidades, a los cuales se recurrió hace años cuando el empresariado local comenzó a preocuparse porque lo trabajado no se cobraba. Es el caso por ejemplo de José Díaz Márquez, propietario de una empresa de maderas de Chiclana conocida 'El Chiclanero'. José alaba ese anillo al dedo que ha llegado en forma de préstamo ICO. El objeto social de su empresa no es otro que la fabricación y el montaje de puertas, si bien al negocio le añaden también las cocinas. La deuda que el Ayuntamiento mantenía con 'El Chiclanero' se basaba en dos trabajos cuyas facturas ascendían a un monto de 21.000 euros. José Díaz apunta que "estos impagos hacen daño pues te tiras un tiempo trabajando a contra reloj buscando dinero para tapar ese boquete. Gracias a Dios no nos ha faltado trabajo y eso nos ha salvado. Si en ese preciso momento te falta el trabajo el impago te hace muchísimo daño". El Chiclanero lleva trabajándole al Ayuntamiento de Jerez trece años "y la verdad es que nunca he tenido problemas. Hay que reconocer que la situación está como está y lo más importante es aguantar el tirón". Sobre su relación actual con este ayuntamiento destaca que "ya no suele dar problemas. Una de las facturas que me han abonado era de hacía tres años (2009) y la otra era del año pasado (2011). Pese a todo lo dicho he seguido trabajando y se me ha ido pagando". La pregunta es obvia: ¿por qué se le dejó de pagar hace tres años. "No sé por qué no se me pagaba", contesta el empresario. Esos 21.000 euros caídos del ICO serán utilizados, curiosamente, para un fin muy similar al que forzó su desembolso. "Nos pondremos al día con proveedores y también para tapar huequecitos. Tenemos que concienciarnos de que nadie puede pasarlo mal porque un tercero no cumple con sus obligaciones de pago. Eso no puede ser".
Esta situación ha supuesto que muchas empresas no hayan sobrevivido a los impagos municipales. 64 millones liberados en Jerez han ido a parar a concesionarias que no operaban o empresas extintas. Se calcula que en la provincia esta cifra asciende a los 150 millones.
Ha sobrevivido José Reynaldo, el propietario de la ferretería que surtía de material al Ayuntamiento de Arcos y cuyas facturas más lejanas databan de 2005. Estas facturas estaban dentro de las 8.000 que ha liquidado este municipio gracias a un préstamo de 13 millones que tendrá que devolver con un 6% de interés en diez años. Que Arcos consiguiera ese dinero ha supuesto que admitiera acometer un plan de ajuste que conlleva despidos. Esa es la mala noticia; la buena es que pequeños empresarios como Reynaldo han cobrado. Y Reynaldo coincide con Lorenzo Amor en que cuando vio que el Ayuntamiento, para su sorpresa, había ingresado el dinero en el banco el día que dijo que iba a hacerlo se sintió "como si me hubiera tocado la lotería". ¿Cuál fue el primer efecto para Reynaldo? "Dormir mucho mejor". ¿Y el segundo? "Pagar a mis proveedores, sentir que has cumplido. Cobré, pagué y dormí de un tirón".
Para Javier Sánchez Rojas, vicepresidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz, "se quiere ofrecer como normal algo absolutamente normal. Este dinero no creo que genere empleo. El mejor plan de empleo hubiera sido pagar a las empresas a tiempo".
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