Agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Local tuvieron que hacer frente a nuevos intentos de agresión en la tarde-noche de este martes en 'El Chicle' cuando procedían al cierre de un taller de reparación de vehículos que se encontraba abierto transgrediendo las actuales medidas socio-sanitarias.

Un patrulla de la Policía Nacional detectó la actividad y avisó a efectivos de la Policía Local para que levantaran acta. Fue en ese momento cuando empezaron a formarse grupos de personas en actitud hostil hacia las fuerzas del orden, lo que provocó que se decidiera remitir a la calle Canarias el dispositivo de control que en dichos momentos se encontraba en los accesos a San Juan de Dios. Dicho dispositivo estaba compuesto por cuatro furgonetas de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) dotados de medios antidisturbios que debieron disparar al aire salvas para dispersar a las personas que se concentraron.

En el transcurso de los hechos ha sido detenido un menor de edad después de que agrediera a policías nacionales, indicaron a este medio fuentes del Cuerpo Nacional, mientras que otras dos personas fueron sancionadas por contravenir las medidas sanitarias (no hacer uso de mascarillas) y el local en cuestión fue igualmente propuesto para sanción. Los hechos que motivaron la llegada de los refuerzos policiales fue que vecinos de la zona empezaron a rodear a los agentes, de forma similar a lo que acaeció en San Juan de Dios la pasada semana. “Para prevenir y que no sucediera lo mismo (los agentes fueron cercados y agredidos) se decidió enviar al lugar a la UPR”, señalaron fuentes policiales.

Tras estos sucesos, las fuerzas del orden montaron controles preventivos en la zona y retiraron dos vehículos por circular por la vía pública sin tener el preceptivo seguro obligatorio.

Después de los sucesos de hace unos días en San Juan de Dios, los efectivos de la policía acudieron a la barriada de Federico Mayo prevenidos, con un buen número de furgonetas de la Policía Nacional. Los agentes de la UPR controlaron la situación y los vecinos implicados en la gresca se fueron dispersando poco a poco.