ESTO sólo pasa aquí, en la España de Pérez Galdós, que es la misma que la del 'cipote de Archidona', Carmen de Mairena y Paco Clavel. No cabe duda, somos diferentes. Por eso no se de qué se extrañan o por qué se escandalizan. Casi todos lo sabíamos, muchos lo sospechaban y, la mayoría, lo trataba de maquillar con la cantinela esa de la "nueva monarquía constitucional".

Eso que la mayoría de los tertulianos cursis, catetos, e incultos, que se sientan en diversos foros mediáticos a dar lecciones sobre lo que ignoran, intentaban disfrazar de "monarquía progresista", "Real naturalidad", "cercanía de la Corona a su pueblo" y otras majaderías por el estilo; se quedó en lo que siempre ha sido: pura hipocresía. Esa Institución que todos los políticos de todos los partidos han utilizadlo, cuanto han podido y les han dejado, hasta el empacho; esa foto en la que todos se pegaban por salir; esas "cercanías" y "conocimientos" que todos, mintiendo más que hablando, presumían tener; se quedaron en eso: pura hipocresía. Todo ese pretendido velo de proximidad, sencillez, adecuación a los tiempos y renuncia a viejos privilegios, con el que quisieron y trataron de envolver una monarquía que, como todas, está fuera de lugar y no representa más que a la familia Real y a todos sus parientes; se ha venido, escandalosa y estrepitosamente, abajo en la primera prueba seria a la que ha tenido que hacer frente. Todo, purita hipocresía. Es lo que pasa, cuando pasamos la última página del cuento que leemos, la realidad te arrima la hostia que te mereces, por no aprender de la Historia -¡Borbones…!-, por crédulo y por confiado.

Al Rey y a toda su familia, los españoles no le importamos absolutamente nada. Sólo somos el medio para que ellos puedan seguir disfrutando de privilegios inasumibles y de un 'derecho' hereditario en la Jefatura del Estado, que sacaría los colores al propio Groucho Marx. No hay por donde cogerlo, ya se pueden poner como se pongan, es algo, por completo, indefendible.

Al Jefe del Estado le diría que lo de su yerno no se puede llamar "conducta no ejemplar". Conducta no ejemplar es tirar basura en la calle, hablar por el móvil en el cine o dejar caer un pedo en un ascensor. Lo que se le imputa a su yerno de usted, es una aberración repugnante, es una tropelía de tal calibre que debía haber sido, hace mucho tiempo, razón suficiente para que usted hubiese expulsado de "su real casa" al matrimonio en cuestión. Pero no lo ha hecho, por no hacer, ni les ha quitado el título nobiliario, título al que el duque consorte tiene en tal alta consideración como para unir su nombre, en una metáfora ignominiosa, al de una vulgar erección del miembro del susodicho.

Tampoco calificaría de "ejemplar" la actitud del rey, al no poner en conocimiento de la Justicia, como, entiendo, hubiese sido su deber, todo lo que supo en el año 2006 cuando "recomendó" a su yerno dejar el Instituto Noos y "quitarse de en medio". ¿Porqué?, ¿porqué no denunció usted todo lo que entonces sabía?, ¿no es eso obstrucción a la Justicia, o complicidad, o lo que quiera que sea?, ¿nadie hace ni dice nada sobe esto? Pero claro…, usted es el Rey… eso, si: "Todos los españoles somos iguales ante la Ley".

Como su "santa hija", Cristinita de Borbón, que, por lo visto, actúa como si fuese boba por completo, habida cuenta que no se entera de nada de lo que pasa en su casa, ni de lo que hace su marido, ni de dónde le vienen los millones para arreglar su palacio, ni lo que se cuece en los Consejos de Administración a los que pertenece, ni en las actas que firma, ni en nada. Pero, claro, es la hija del Rey… ni imputada está., la mujer del ex socio de Urdangarín, sí. "Todos los españoles somos iguales ante la Ley".

Por si todo lo que está pasando no tuviese suficiente densidad de mierda por centímetro cuadrado, la actitud del imputado Urdangarín, "el duque empalmado", va de lo chulesco a lo escandalosamente inaceptable. Este presunto ratero, imputado por el desvío de millones de euros de fondos públicos, falsedad, estafa y fraude fiscal; dice que pagar la mitad de la fianza que, por ocho millones de euros, ha impuesto el juez, le causaría "un empobrecimiento injustificado". A renglón seguido, de la mano de su princesa amada, agarra el carro y se va a pulirse la pasta a uno de los restaurantes más caros de Barcelona: Vía Véneto. ¿De verdad creen ustedes que a estos dos elementos, y a los que los mantienen políticamente dentro de su familia, les importamos algo?, ¿de verdad se creen que su comportamiento es "no ejemplar", o se les ocurre algún otro adjetivo para calificarlo? ¿Somos todos los españoles iguales ante la Ley?

Esto es un auténtico despropósito. La conducta del Jefe del Estado, y la de su mujer, no me parecen aceptables. No me sirve que me cuenten la triste historia de que "como padre…", o "como madre…", ¡Cómo rábanos!, ahora no hay padres que valgan, ahora es del Jefe del Estado, y de la primera dama de España de quien hablamos ¿Qué es lo que me están ustedes contando, no éramos todos iguales ante la Ley?

Sepan, que seguimos pagando los guardaespaldas de la parejita, cuando seríamos nosotros los que debiéramos tener quien nos proteja de personajes como ellos. Sepan que siguen cobrando asignaciones, dietas y gastos de su dinero y el mío. Sepan que sus actividades y desplazamientos, los seguimos pagando todos, todos menos ellos. Sepan que, en ningún país serio, esta situación hubiese llegado hasta donde, aquí, en esta España desmadrada repleta de corruptos, "empalmados", listillos y rateros, hemos consentido y permitido que llegue.