La posibilidad de que la Consejería de Educación apruebe la apertura de los centros educativos para reactivar el proceso de escolarización, detenido tras la declaración del estado de alarma a mediados del mes de marzo, el próximo 18 de mayo, ha hecho que muchos colegios de la ciudad (principalmente los concertados que tienen un mayor grado de autonomía) hayan empezado a tomar medidas al respecto.

Uno de los más previsores ha sido el colegio Nuestra Señora de El Pilar-Marianistas, que desde hace unas semanas trabaja intensamente en este sentido. Su director, José Manuel Cidad, reconoce que "en principio todo esto lo empezamos a organizar tras las palabras de la ministra de Educación en la que hablaba de que tanto los niños de Infantil como los que están finalizando etapas podrían volver a los centros en unas semanas". 

El director del centro, José Manuel Cidad, con uno de los dispensadores.

Sin embargo, todo quedó descartado en la jornada del pasado miércoles, cuando el consejero de Educación, Javier Imbroda, avanzó que los centros educativos andaluces no abrirán ya hasta el próximo curso.

De cualquier forma, desde este colegio jerezano, con décadas de historia, se ha empezado a trabajar de cara al día 18 cuando, presuntamente los centros se volverán a abrir al público para retomar el periodo de escolarización del curso 20/21. 

Uno de los empleados del centro, tomando la temperatura.

"Estamos intentando que los padres y todas las personas que vengan al centro puedan tener las garantías de seguridad que exige la ley y para ello hemos adecuado muchas cosas". Así, se han colocado "hidrogeles en muchas partes del centro, zonas para tomar la temperatura y también los sentidos y los lugares por los que las personas que vengan pueda moverse. También se han instalado mamparas", asegura José Manuel Cidad.

No conforme, el centro lleva varias semanas elaborando un plan de espacios "para saber cuántos alumnos caben. Este colegio es grande pero, por ejemplo, en los recreos los niños tienden a juntarse, por eso estamos estudiando cuántos cabrían en cada zona para mantener esa seguridad".

La parroquia Nuestra Señora del Pilar también está siendo acondicionada.

Esta misma evaluación se está llevando a cabo "en las aulas, sobre todo en las más grandes, que se podrán destinar a determinadas actividades", y también en "la movilidad de los alumnos, es decir, en el sentido en el que deberán desplazarse".

Todos estos estudios se han convertido en una norma común a día de hoy en los distintos centros educativos de la ciudad, principalmente con vistas al próximo curso.