Un vecino de Las Pachecas, José Lozano, se sentó ayer en el banquillo por una causa que se remonta a nada más y nada menos que dos años. En septiembre del año 2006 estaba vigente una orden de alejamiento por la que se prohibía a este vecino acercarse a otros inquilinos de esta barriada rural. Esos mismos vecinos, algunos de ellos son los denunciantes, tampoco podían aproximarse a Lozano, al que acusan de provocarlos en numerosas ocasiones burlando dicha orden.

Fue precisamente eso lo que se enjuició ayer en el Juzgado de lo Penal 2, un mero quebrantamiento de medida cautelar que trajo de nuevo tensión entre estos vecinos y aquellos que acudieron a la vista como mero público. El fiscal sostiene que este vecino se acercó a los vecinos y los insultó, tras orinar en la cancela de la casa de uno de ellos. Por eso le pide 18 meses de multa a 12 euros diarios por cada delito de quebrantamiento de medida cautelar, más otra multa por las vejaciones.

El acusado, por su parte, niega los hechos por completo y alega que esto es fruto de la "enemistad arraigada y odio profundo" que sienten hacia él algunos de sus convecinos. Como prueba llevó incluso una grabación 'casera' de supuestos encontronazos con los denunciantes, pero incluso su defensa no quiso seguir por esa vía. Los vecinos que lo denunciaron señalaron que les está "haciendo la vida imposible en la barriada. No se lleva bien con nadie". Uno de ellos dijo que llegó a cruzarle el coche a su hijo en la carretera para que tuviera que parar y otro que paró en su venta -que también es su casa- siendo consciente de esa orden de alejamiento. El acusado alega que fueron ellos quien lo increparon y la emprendieron a patadas con su coche.