Jerez

Las enfermeras de Pediatría del Hospital de Jerez alertan de la falta de personal y avisan de que "hay riesgos y no nos escuchan"

Acceso al edificio del Materno-Infantil del Hospital de Jerez.

Acceso al edificio del Materno-Infantil del Hospital de Jerez. / Miguel Ángel González

Las enfermeras de Pediatría del Hospital de Jerez están viviendo un verano infernal. Se están encontrando en situaciones muy críticas en las que resulta muy complicado priorizar a qué niño atender primero, pero "literalmente nos faltan manos y horas". 

Las trabajadoras del área ya no pueden más y piden reforzar un servicio que se ha quedado con tres profesionales para los dos turnos de trabajo: dos enfermeras cubren un turno y sólo una atiende el siguiente. Hay que sumar una auxiliar cada 12 horas que apoya el trabajo de planta. 

"Con motivo del verano se pone en marcha el plan de ahorro. Con la excusa de acometer pequeñas reformas, nos trasladan a otra planta, compartida con Tocología. Sin embargo, nuestra población aumenta brutalmente, porque somos hospital de referencia de Sanlúcar y de Chipiona, pequeñas ciudades de costa que ahora están desbordadas de población", declaran las trabajadoras. 

"Nos obligan a asumir los niños que haya hasta 8 (es la ratio) sin tener en cuenta los cuidados que necesitan, solo una enfermera y una TCAE (técnicos en cuidados auxiliares de enfermería) con la excusa de que hay otras dos enfermeras en la zona de Tocología que pueden ayudar. Estas compañeras ya están sobrepasadas con su trabajo, atienden a recién nacidos sanos y a sus mamás", subrayan. 

Las enfermeras cuentan que "no asumimos oncología pediátrica, pero sí hematología con su tratamiento, ingresos y cuidados propios de los niños, así como a todos los niños patológicos. Ya está ocurriendo que a la vez tenemos niños con quimioterapia, niños que sincopan, con el carro de parada a la puerta de la habitación y un sinfín de situaciones de las que no vamos a hablar. Lo peor de esto es la indefensión que sentimos". 

"Lo único que nos responde la dirección es que hay pocos niños y con una enfermera es suficiente, haciendo asumir a las TCAE tareas y actividades que no son las suyas. El trabajo sale porque nos apoyamos, nos esforzamos y nos matamos trabajando, pero eso no quita que el peligro real, hablamos de eventos centinela, exista para nuestros pacientes", denuncia el colectivo.

Las profesionales subrayan que "la plantilla se reduce pero nos exigen lo mismo y materialmente no llegamos. Hay riesgos y no nos escuchan". Las profesionales reconocen estar viviendo momentos de mucho estrés y ansiedad: "¿Hace falta pasar por esto? Sólo pedimos estar como antes. Dos enfermeras y dos auxiliares por turno. Saber que si estoy atendiendo a un niño y hay una urgencia, tengo a una compañera que lo cubre. Entendemos que el presupuesto es corto, pero hay que priorizar".

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