“Soy un artista de cercanía, me gusta ver los ojos del espectador cuando canto”

Fernando Soto | Artista

El jerezano estrena el próximo sábado 30 de noviembre ‘Petit comité’ en el Teatro Villamarta, un espectáculo con el que celebra sus dos décadas dedicándose a la música

Fernando Soto posa en las escaleras del Hotel Casa Palacio María Luisa.
Fernando Soto posa en las escaleras del Hotel Casa Palacio María Luisa. / Miguel Ángel González
Fran Pereira

24 de noviembre 2019 - 05:00

El próximo 30 de noviembre estrenará sobre las tablas del Teatro Villamarta su segundo espectáculo. Tras ‘La Niña de la Venta’, Fernando Soto prepara ‘Petit Comité’, un montaje con el que pretende conmemorar sus 20 años en la música. Charlamos con él en el siempre acogedor Hotel Casa Palacio María Luisa.

–Usted es una persona inquieta y le gusta estar pendiente de todo. ¿Nervioso?

–La verdad es que sí, no lo voy a negar, a mí, como dice, me gusta estar encima de todo, de las luces, del sonido...que no debería, pero como me gusta, no lo puedo remediar. Y bueno, ya además todo lo que supone estrenar un espectáculo y en tu tierra.

–’Petit comité’, ¿por qué ese título?

–Bueno, creo que Fernando Soto es íntimo, a mí me gusta mucho la intimidad, a mí la aglomeración de gente no me va. Es más estoy convencido de que no soy artista de campos de fútbol, soy más de ‘petit comité’, por eso el título. El que me conoce sabe que soy un artista de esencia, y a mí cantar con la cercanía del público, me encanta.

–Conmemora 20 años en la música....

–Sí, porque aunque yo cantaba ya con seis o siete años, mi primer disco lo grabé en 1999 con Cayetano, que fue representante de muchos artistas en Jerez, entre ellos Coral de los Reyes, y productor de discos como los que grabaron Melchora Ortega, Ana de los Reyes, Antonio Malena....Un día fui a su casa y le dije que quería grabar un disco, y lo grabé. Yo tenía sólo 16 años, y bueno, fue el primero de los tres discos que llevo grabados en mi carrera.

–¿Se le ha pasado muy rápido el tiempo?

–Muchísimo, pero sobre todo esta última década, desde que me fui a Madrid con Pitingo y ‘Soulería’. Es como la vida de hoy, que vivimos tan deprisa que a uno no le da tiempo a saborear nada, la verdad. Los primeros diez años quizás estuve ubicándome, no sabía quién era yo, pero hoy por hoy, sé perfectamente quién soy y lo que quiero.

–Quiere decir que tiene las ideas claras...

–Sí, me ha costado encontrarme, pero afortunadamente lo he hecho. Sé perfectamente cuál es mi sitio, y aunque la gente me diga que soy coplero, yo no me considero coplero, Fernando Soto es flamenco, e igual que puedo interpretar una copla, canto por bulerías. Hoy en día hay muy pocos copleros, aunque a mí no me gusta esa palabra, que canten por bulerías a compás y que lo hagan en condiciones, sólo Miguel Poveda y Fernando Soto.

–En la rueda de prensa de presentación del espectáculo se habló de que usted no es un artista reconocido en su tierra...

–No lo pienso así. Fernando Soto es un artista conocido, quizás no tanto como otros, sobre todo los del gremio del flamenco, pero más allá del flamenco estoy más reconocido que otros. A mí me conoce todo el mundo, pero no sólo en Jerez sino también fuera.

–Hay gente que dice que usted tiene un público fiel en Jerez...

–Es posible, yo sólo sé que la gente me demuestra su cariño cuando me para por la calle. En Jerez me respetan y tengo mi sitio.

–Su último espectáculo, que presentó también enVillamarta, ‘La niña de la venta’, fue un montaje muy redondo, y sin embargo, no ha tenido un recorrido amplio. ¿Por qué?

–Bueno, simplemente por una cuestión económica. Yo no hago espectáculos económicos, sino que cuestan dinero, sobre todo porque me gusta estar rodeado de un elenco importante. Entonces, al plantear un presupuesto a cualquier programador o teatro, no estamos hablando de mil euros, sino de mucho más. Por eso creo que cuesta más moverlos. Mira, el otro día actué, también en el Villamarta, como artista invitado de El Arrebato, y me di cuenta que sólo llevaba cinco músicos. Yo, sin embargo, para este espectáculo llevo 12, y eso no es fácil mover, por eso no he ido más allá de Jerez, Sevilla, Madrid y Barcelona, plantearlo en otro sitio no es fácil, simplemente por una cuestión económica.

–Háblenos más de este ‘Petit comité’...

–Bueno, voy a celebrar esos 20 años y recordando a los artistas que me han marcado, La Paquera, Lola Flores, Raphael...El espectáculo se abre recordando a La Paquera y Paqui y Manuela, de hecho me han prestado la familia el traje que llevaba La Paquera en un programa de Canal Sur cuando actuó con Fernanda y Bernarda. Me lo ha arreglado Fátima Canca, que tiene mucho arte. También llevo la guitarra de Parrilla, la última que tuvo entre sus manos, pues incluso tiene las últimas cuerdas que él mismo le puso.

–Contará con La Macanita, con la que tiene ‘feeling’ especial

–(Risas) Sí, me encanta y los dos nos crecemos en el escenario. Estamos como Rocío Jurado y Raphael pero en versión Jerez (risas). Esta vez le he preparado un registro que nunca ha hecho, porque aunque su voz es melodía, el pueblo de Jerez se va a sorprender cuando la escuche. Lo mismo pasa conDavid Carpio, que también viene invitado y que va a hacer algo muy diferente a lo que habitualmente hace. Le propuse un tema que en principio le asustó, pero como tengo ojo clínico, me pareció que le venía de maravilla. A la vista está que él mismo está sorprendido por cómo le está saliendo. No me quiero olvidar del que para mí es hoy día uno de los mejores rumberos, Juanlu Montoya, nieto de Enrique Montoya. Con él hago una rumba catalana del Pescailla que la vamos a formar.

–¿Es muy distinto este espectáculo que el anterior?

–Sí, cambian muchas cosas, sobre todo la puesta en escena, y evidentemente las canciones y los ritmos. Lo que no cambia es la orquesta, que como siempre que vengo a Villamarta, traigo a 12 músicos dirigidos por Raúl Bernal, un músico de Rota que con sólo 26 años es un maestro. A mí me gusta que suene a disco.

–Usted no deja de sorprender, porque recientemente ha trabajado como actor en un espectáculo teatral en Madrid...

–Sí, son facetas que tengo pero que públicamente nunca las he exhibido. Alfredo Tobías me vio en el Teatro la Latina de Madrid con ‘La niña de la venta’ y me llamó para hacer un papel en este espectáculo que se llama ‘Chufla’. Fue una experiencia para mí, sobre todo porque he descubierto mi faceta de actor. Y eso que el guión era largo, pero me siento muy cómodo. Ya lo que me queda es que me llame Almodóvar...(risas).

–Ha hablado antes de la rapidez con la que han pasado estos 20 años, ¿se arrepiente de alguna decisión?

–Sí, me arrepiento de algunas, igual que me alegro también de muchas. Pero bueno, la vida es así, hay que saber salir del pozo, lo que pasa es que de cara a la gente no lo enseñas. Yo he llorado mucho y sigo llorando y me sigo descomponiendo y más cuando monto un espectáculo así, a veces por las dudas.

–¿Cómo se presenta 2020?

–Ahora mismo estoy cerrando la gira de ‘Petit comité’ y de momento tengo cerradas fechas enSevilla y espero cerrar en breve en Madrid y en Barcelona. Bueno, también estoy trabajando como artista invitado en el espectáculo ‘Onírico’ de EduardoGuerrero, y en febrero estaré como invitado en el nuevo espectáculo de Carmen Herrera que se estrena en el Festival.

–Acaba de venir del Corral de la Morería en Madrid, ¿le gusta el tablao?

–A mí me encanta, quizás también por esa cercanía de la que he hablado antes, me gusta verle los ojos al espectador. La verdad es que hacía muchos años que no actuaba en un tablao, por eso cuando me llamaron del Corral me hizo ilusión. En mis inicios estuve en el Café de Chinitas en Madrid y luego en el tablao del Bereber, pero de eso hace ya diez años o más.

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