Marcos Camacho O’Neale, 54 años ha sido decano del Colegio de Abogados de Jerez durante los últimos 10 años tras ser reelegido en las últimas celebradas. Ha estado en el cargo más tiempo del que era tradicional. “Los últimos dos años de mandato se deben a que hizo una modificación de estatutos porque hasta entonces la junta de gobierno se renovaba por mitades. No era lógico y para evitarlo y se pudieran presentar listas completas se hizo una renovación de estatutos. Entonces aprovechamos para modificar el sistema de renovación de cargos, de forma que se sometieran a elección todos ellos al mismo tiempo. A través de una disposición transitoria aprobada por unanimidad se prorrogaron todos los cargos dos años más”. A modo de broma señala que “no ha sido un golpe de estado ni que yo me quisiera perpetuar en el cargo. El Colegio lo quiso así”.

Diez años en el cargo de decano del Colegio de Abogados de Jerez dan para mucho. Camacho considera que su balance “ha sido muy positivo, es el momento en primer lugar de mostrar mi agradecimiento a mis compañeros por serlo durante diez años, en segundo lugar a mi junta de gobierno que ha estado conmigo al pie del cañón para llevar a cabo los proyectos y en tercer lugar al personal del Colegio por su colaboración y trabajo más allá de sus funciones en muchas ocasiones”.

A la hora de valorar lo que él considera como los aspectos más positivos de su gestión, Marcos Camacho apunta que “lo que más destacaría de mi Decanato es la reducción de las cuotas colegiales, haber transformado el Colegio y convertirlo en un prestador de servicios para el colegiado. Actualmente prestamos muchos servicios de valor añadido que le costarían más de 3.000 ó 4.000 euros al año tenerlos a cualquier colegiado”.

Otro punto de su gestión que destaca el aún decano del Colegio de Abogados “es la creación de la fundación de ayuda social al colegiado, ‘Forum Astense’. También es destacable que hemos sido el segundo colegio de España que instaló la Oficina de Intermediación Hipotecaria en la crisis económica, además de ser el primero en incorporarse al master profesional. Ya estamos en la novena promoción”.

Entre los servicios que el Colegio de Abogados de Jerez presta a sus colegiados se encuentra por ejemplo “que fuimos el primer colegio que incorporó una sala de vistas para las prácticas de los alumnos”. Otro punto que no olvida Camacho son los convenios que mantiene con entidades tales como Caritas, Familias Solidarias, Cruz Roja o Proyecto Hombre, “a los que prestamos asesoramiento jurídico gratuito”.

Camacho, ante la galería de cuadros de los anteriores decanos.

Un Colegio de Abogados vivo, que era uno de los principales objetivos del decano, se ha visto reflejado en hechos tales como que “hemos estado involucrados en la vida social de la ciudad y de la provincia a través de los distintos Consejos Económicos y Sociales, en la UCA, en el Patronato de Consumidores y Usuarios de Cádiz... A nivel de formación hemos demostrado estar en primera línea. Hemos sido revolucionarios en la formación de los abogados con cursos de especialistas que duran un año completo, los cuales han tenido gran aceptación, o la celebración de numerosas jornadas de actualidad con ponentes de primera línea”.

En un mundo conectado digitalmente. La comunicación es esencial. “En temas de comunicación corporativa hemos hecho una gran labor. Nos dieron el premio al colegio de menos de 1.000 colegiados con mayor influencia en las redes sociales. Además hemos puesto a disposición de los letrados bases de datos, software de gestión de despachos o una sala para asistir a juicios telemáticos”.

Eso sí, de lo que se muestra más orgulloso Marcos Camacho es “de la lucha que empecé con Ignacio (anterior decano) y que se consiguió la Sanidad Universal para la abogacía, haber intervenido y haberlo conseguido nos honra. Es obra de muchos decanos y yo estuve muy pendiente de ello. No debo esconder que fue esa Sanidad Universal lo que justamente me motivó a presentarme. Teníamos derecho a no pagar por ella”.

Entre lo que ha quedado pendiente, Marcos Camacho asegura que “en ese capítulo se encuentra que la sociedad no reconozca la profesión en el lugar que se merece. No está reconocida, al abogado no se le ve como un solucionador de problemas. Lo que piensa el ciudadano es que el abogado le va a a costar el dinero y eso no sucede con otras profesiones. Al médico, por el contrario, sí se le reconoce. Conseguir ese reconocimiento es el mayor reto que quedó pendiente”.

De otro lado se encuentra la dedicación que un cargo como decano requiere. “Es muy complicado de compaginar con el despacho porque el Decanato requiere mucho tiempo. Durante diez años todos los días he ido al Colegio. Lo que la gente no sabe es que el colegio de Abogados de Jerez tiene un gran reconocimiento entre los 83 que hay en España. Mantenerlo con ese reconocimiento exige presencia fuera de Jerez y yo, por ejemplo en la memoria de 2020 (del ejercicio 2019), he estado fuera de mi localidad 46 días. Son días lectivos que he quitado de mi trabajo de mi familia y de mi Jerez. Son más de dos meses de día laborables dedicados. Por lo tanto es cierto que exige un gran sacrificio. No te queda más remedio que poner toda la carne en el asador. Esos 46 días multiplicados por los 10 años de servicio deparan más de dos años y medio dedicados a la Abogacía. El que venga a esta responsabilidad sin vocación de servicio ni tiempo mal le va a ir”.