Jerez

Por qué es tan mágico ir a un concierto de órgano

Imagen de archivo de la restauración del antiguo órgano de la Catedral de Jerez, hoy en San Dionisio.

Imagen de archivo de la restauración del antiguo órgano de la Catedral de Jerez, hoy en San Dionisio.

El organista jerezano Ángel Hortas, en Sicilia. El organista jerezano Ángel Hortas, en Sicilia.

El organista jerezano Ángel Hortas, en Sicilia.

Magia, meditación, disfrute de los sonidos... Estas son algunas de las cosas que suceden cuando se va a un concierto de órgano. Como ocurre en el Ciclo Internacional de Órgano de Asidonia-Jerez, al que acuden prestigiosos concertistas internacionales, cuyos propuestas siempre se llenan. Su organizador, el organista de la Catedral de Jerez, el jerezano Ángel Hortas, junto a la asociación Orgasur que preside, explica que el órgano "es un instrumento musical realmente complejo. Lo inventó dos siglos antes de Cristo el griego Ctesibios. Es un instrumento sin duda alguna muy muy complejo porque además hay una gran diferencia entre todos ellos: los hay muy pequeños, del tamaño de un realejo; y los hay enormes que casi no cabrían en un edificio de cuatro plantas. Eso también hace que su interpretación sea muy compleja porque el organista tiene que adaptarse a las circunstancias, muchas veces en poco tiempo. Hay órganos de un teclado, de dos, de tres, de cuatro, de cinco, y hasta de siete. Los hay con pedalero, es decir, el teclado para los pies, a veces completo, otra vez es incompleto, con menos teclas, más anchas o más delgadas. En los órganos antiguos españoles hay unos botones con las notas de la escala que se llaman contras y son muy diferentes".

De esta forma, los conciertos de órgano indudablemente "están teniendo mucho éxito porque se combina la magia, podíamos decir, del entorno donde están los órganos, es decir, las iglesias, que de alguna manera inducen a la gente a sentir ya algo especial de por sí. Si a eso añadimos los sonidos tan especiales y únicos que tiene un órgano, pues el éxito está asegurado". Un entorno donde la gente ya está de alguna manera invitada o inclinada al recogimiento, a la meditación y al disfrute de los sonidos. A todo ello se une una música histórica que había sido creada en su momento para hacer disfrutar a la gente, encontrando la meditación y la relajación. "Es una situación muy diferente de lo que se puede encontrar por ejemplo en un teatro o un auditorio", añade Hortas. 

El órgano lo asume la Iglesia como el instrumento principal porque es el que mejor sostiene el canto, indudablemente. Aproximadamente, es a partir del siglo X cuando empieza a desarrollarse enormemente debido a esta circunstancia. "Eso no quita para que haya órganos también en algunos auditorios famosos, como en el Auditorio Nacional, el Auditorio Alfredo Kraus de Gran Canaria, el Auditorio de Tenerife, el Palau de les Arts, etc., pero es lo menos común. Suele estar generalmente en iglesias grandes o pequeñas". 

"Realmente -subraya Hortas- es un instrumento muy original. Y cuando hablamos de órganos españoles, tienen además una peculiaridad y es que el órgano tiene normalmente un teclado que se llama partido porque está dividido en dos mitades y se puede lograr en un solo teclado dos sonoridades completamente diferentes, como si tuviéramos dos teclados. Es una especie de truco original del órgano español. También tenemos aquí una originalidad que son las trompetas horizontales, que se llaman en batalla, cuando las hay absolutamente originales del órgano español, y que en otros países después copiaron debido a su potencia y brillantez. Yo siempre digo que cuando en otros países se ven esas trompetas horizontales es porque las han copiado de España". 

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