Cirjesa, la empresa que gestiona el Circuito de Velocidad, hará un estudio de mercado para ver qué usos se le puede dar a los terrenos que rodean al trazado y que son de su propiedad. Buena parte de los aledaños de las instalaciones, en torno a 216.000 metros cuadrados, forman parte de su patrimonio y su desarrollo está contemplado en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).

Cuando se empezó a barajar la posibilidad de construir el Centro Tecnológico del Motor en las inmediaciones del Circuito, fue necesaria hacer una modificación puntual del Plan General para flexibilizar el desarrollo de estos suelos.

Ahora, según lo apuntado en un comunicado por el gobierno municipal, se va a hacer este estudio para ver qué usos podrían ser factibles aplicar fundamentalmente en los suelos situados entre el trazado y la autovía Jerez-Arcos (A-382), que actualmente se utiliza como aparcamientos (unos 120.000 metros cuadrados aproximadamente).

Tal y como recoge el planeamiento, en estos terrenos el uso dominante es el de actividades deportivas, aunque se establecen como compatibles los espectáculos públicos, el uso cultural, los establecimientos de hostelería y hoteles y el comercio. Pero, además, se admiten también las actividades económicas (uso industrial).

La alcaldesa señala que estos terrenos “han pasado mucho tiempo desapercibidos y abandonados, por lo que desde el gobierno nos hemos planteado la posibilidad de elaborar un modelo de negocio concreto que permita poner en uso y aprovechar este suelo, situado en un lugar privilegiado del Circuito de Velocidad, con bonitas vistas, para generar futuras inversiones privadas”.

Por su parte, el director de Planeamiento de Urbanismo, Benito García Morán, indicó que en primer lugar “habría que definir cuál es el modelo de negocio, o la distribución de usos que se quiere plantear para esta zona del Circuito, para luego valorar la necesidad de redacción de un plan especial urbanístico que permita implantar las citadas actividades en el ámbito.