"Las etiquetas en las botellas de jerez han ido tendiendo a una mayor simplificación"

La bodega de Garvey albergó ayer una tertulia con los veteranos diseñadores de etiquetas Rafael Virués, Pedro Carabante 'Peri', Juan Luis Repetto, Manuel Gómez y Manuel Cervera. Esta tertulia, que contó con la colaboración de la Fundación Teresa Rivero y el grupo Garvey, se celebró tras una conferencia de José Luis Jiménez sobre la publicidad del vino y el brandy de Jerez a través de la imagen visual, organizada por la Universidad de Cádiz.

Tras la conferencia se realizó también una visita guiada al Museo de Etiquetas de Garvey de la mano del enólogo y director técnico de la firma, Luis Arroyo.

Este museo alberga una colección de 15.000 etiquetas, de las que están expuestas 8.000. fueron recopiladas y donadas por José Saldaña y representan a todas las bodegas de Jerez y algunas de El Puerto y Sanlúcar. La mayoría de estas etiquetas son del siglo XIX y se han clasificado según temas y bodegas.

Rafael Virués contó que "he estado toda mi vida haciendo etiquetas, porque ahora tengo 75 años y cuando comencé tenía 18". Una de los aspectos que destacó en su intervención fue que "las etiquetas de ahora son más simples que las antiguas: Entonces se hacían con figuras femeninas y luego pasaron a los escudos con adornos que llamábamos 'lambriquines', pero ahora por ejemplo acabo de descorchar una botella y el letrero es muy pequeño. Antes las etiquetas se hacían para poner las botellas en las estanterías, para poder verlas desde lejos".

Como ejemplo citó que "las etiquetas de Garvey también eran más grandes antes. Las han achicado a casi la mitad. Ahora las etiquetas parecen las de los estuches de perfumería".

Virués reconoció que "al principio no me gustaba mucho ese cambio, pero ahora veo que está bien, porque antes la etiqueta se cubría demasiado".

También explicó cómo "la botella estrecha se perdió y empezó a salir una gruesa muy bajita que duró quince o veinte años. Ahora ha vuelto la botella jerezana, más alargada, aunque las dos tienen exactamente la misma capacidad".

El diseñador contó asimismo que "ahora en algunas botellas sólo ponen una tirita porque viene ya estampada en serigrafía la marca".

Virués hizo la etiqueta de Don Zoilo al principio, y contó que "lo que se pretendía era que se viera desde lejos la marca. Ahora se busca una estética que no sea basta".

Este diseñador tuvo tiempo también para quejarse de cómo la prohibición de la publicidad del alcohol "ha perjudicado mucho al vino de Jerez, cuando muchos vinos de fuera tienen casi los mismos grados que el jerez. Lo que ocurre es que el vino de Jerez ha sido demasiado sincero".