Tengo que reconocer que me siento muy halagado. Han sido varias las personas que me han animado a que diera continuidad a los artículos históricos sobre mi familia materna, los Goñi, en relación con nuestra provincia y con Jerez. Pero no piensen que soy tan iluso de creerlos buenos, porque yo no soy ni periodista, ni escritor, ni siquiera de 'Letras'. Soy de los que antes llamaban de 'Ciencias', por lo que incursionar en este mundo es, como poco, un atrevimiento.

Pero… siempre hay un pero… hay algo más que me ha hecho vencer mi justificada prevención. ¿Puedo yo privar a los amables lectores del Diario de Jerez del conocimiento completo de aquellos curiosos personajes que vivieron y pasearon por la Calle Larga? Así que, pidiendo disculpas anticipadas, me lanzo a completar el cuadro, aunque sea con trazos gordos.

En los 12 libros que tengo publicados en Amazon sobre los Goñi que nos son más próximos, resumidos en los 9 artículos publicados en este periódico, dejé claro que eran todos descendientes de los Goñi vascos afincados a finales del XVI en San Sebastián.

He presentado así tres ramas: Los Goñi gaditanos, fundadores de las Bodegas de Goñi en Jerez con Justo Goñi Plou como personaje principal. Los Goñi jerezanos, entre los que destaca mi bisabuelo el intrépido Justo Goñi Alzate, aventurero capitán de la fragata 'La Bella Vascongada', luego concejal del Ayuntamiento de nuestra ciudad. Y la rama de los Goñi-Nessi-Baroja en el que se incluyen el escritor Pío Baroja y su sobrino el antropólogo Julio Caro Baroja, entre otros.

Organigrama general del origen común de las cuatro ramas de los Goñi: argentinos-gaditanos-jerezanos y Nessi Baroja, todos ellos descendientes de los Goñi vascos que estaban afinados en San Sebastián desde el Siglo XVI.

Tenía sospechas de que había otro importante grupo familiar de este mismo tronco contemporáneos en el XIX, que emigraron, se afincaron y se desarrollaron en el Río de la Plata, con destacados personajes, no solo a nivel local en aquellas por entonces aún colonias americanas, sino con relaciones y parentesco con nobles españoles, industriales de primera fila, escritores de cierta fama e incluso con altos cargos en varios gobiernos de aquel país tras su independencia.

Propietarios de latifundios tan enormes que su tamaño supera el de algunos países dejando a nuestros vilipendiados terratenientes jerezanos como simples minifundistas. No exagero. Los he denominado los Goñi argentinos.

A estos parientes los tenía yo aparcados en unas carpetas junto a otros destacados familiares, a la espera de tiempo y humor para hincarles el diente, cuando por la maravilla de Internet (por cierto un desarrollo de los de mi profesión real, que de esto sí puedo presumir) me llegó un mail de un tal Esteban Giménez Zapiola Goñi que, desde Buenos Aires, había encontrado mis libros y se declaraba pariente mío, poniéndome en antecedentes de esta rama argentina que es su familia próxima.

Sería imposible en la obligada brevedad de un artículo periodístico resumir a este grupo de personajes cuando varios de ellos darían para escribir más de un libro sobre su trayectoria. Así que me tendré que limitar a presentar al grupo en su conjunto y destacar algunos de ellos.

La conexión familiar se puede apreciar en el organigrama que se acompaña, en el que los fundadores de las ramas argentina y gaditana son respectivamente los hermanos Manuel (1748) y Eugenio Goñi Hogenat (1752). Primos segundos de la rama jerezana. Todos ellos tienen como personaje comodín a la longeva Cesárea Goñi Alzate, hermana de nuestro Justo, protectora e inspiradora de Pío Baroja y resulta que querida prima de los argentinos.

En la rama argentina el apellido Goñi se pierde pronto relegado por prevalecer la descendencia femenina, a pesar de que se producen varios casamientos cruzados entre ellos, tías con sobrinos, entre primos, etc., sin duda para afianzar linajes, fortunas y títulos. Por lo que vemos frecuentemente el apellido Goñi duplicado en algunos de ellos.

Formarán dos grandes subramas, los Pando Goñi y los Goñi Coll, aunque como he indicado con diversas mezclas cruzadas entre ellos.

Daré las referencias de algunos para que se calibre el nivel económico y social en que se manejaba esta familia:

 Entre los Pando Goñi he traído como ejemplo a Dolores Pando Gamón Goñi, que nace y se bautiza en 1879 en San Sebastián y se casó en Buenos Aires en 1904 con Fernando Segovia Álvarez, III Conde de Casa Segovia. Tendrán 2 hijos, Gonzalo IV, Conde de Segovia, y Elena, cuya hija del mismo nombre también entronca con la nobleza pues se casó con el IV Conde de Larrea.

Miguel Pando Gamón Goñi y su hijo mayor.

El condado de Casa Segovia es un título nobiliario español creado por el rey Alfonso XII en favor de Gonzalo Segovia y García Cívico, presidente de las Juntas Patrióticas Españolas en las Repúblicas del Plata en 1875. Senador del Reino, Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, caballero de la Orden de Carlos III, jefe superior honorario de administración civil, alcalde de Sevilla, diputado a Cortes. Era político, banquero y armador.

Veamos ahora otros personajes entre los Goñi Coll:

Juan Manuel Goñi Coll, nace en Rosario en 1862. Bautizado en San Miguel Arcángel, lo que siendo un Goñi es muy significativo ya que es el Santo Patrón familiar. Se casó con María Casilda Casado Sastre, también nacida en 1867 en Rosario, hija del controvertido empresario español Carlos Casado del Alisal, radicado en Argentina en 1857, uno de los personajes más ricos de su época con una trayectoria realmente impresionante. Era conocido como el 'Emperador del Chaco', del que se decía que su latifundio era tan grande que solo lo superaban las propiedades del Zar de Rusia.

Como banquero presidió el Banco Provincial de Santa Fe, donde firmaba sus propios billetes. Fundó el Ferrocarril Oeste Santafesino de unos 200 Km y la ciudad de Casilda, en honor de su madre. Durante el siglo XIX y principios del XX fue el hombre más adinerado de la Argentina, representante del modelo agro exportador y propietario del mayor latifundio de ese país y del vecino Paraguay, con una superficie en conjunto, pero no contigua, de 80.000 km² aproximadamente, similar a toda Andalucía.

Falleció en 1899, dejando una inmensa fortuna a sus hijos, los cuales continuaron explotando su empresa. En España casi se ignora a este español trascendental mientras se conoce más a su hermano José, mediano pintor que tiene estatua en Palencia. Indudablemente este gigante de las finanzas no casaba a sus hijas con cualquiera y si eligió a un Goñi es porque era de su ambiente.

En cuanto al condado de Larrea, es un título nobiliario español creado el 23 de septiembre de 1723 por el Archiduque Pretendiente Carlos de Austria, a favor de José Larrea y González-Hermoso, comisario de derecho de medias anatas (impuestos por cargos) en el Reino de Sicilia.

En esta rama tenemos también a Ricardo Guillermo Güiraldez Goñi, nacido en Buenos Aires en 1886. Destacado novelista y poeta que se relacionaba intensamente con los artistas de la época. Su obra más conocida es “Don Segundo Sombra”. Gran parte de su vida la pasó en París en donde falleció en 1927. En otra ocasión les relataré sobre otros interesantes personajes de esta singular familia de los que hay abundantes referencias en Internet.

Los Goñi argentinos se extinguen en el presente siglo XXI al fallecer Valentina Goñi Gache en 2004. Esta señora fue la última persona de esas ramas que ostentó el apellido Goñi del linaje original. Era la madre de Esteban Giménez Zapiola, el citado pariente que me ha informado.