La familia critica ante Bermúdez la poca seguridad del recinto

Pidieron al delegado local de Seguridad la instalación de más luces y cámaras

M.m. / Jerez

31 de octubre 2008 - 01:00

El joven que perdió un ojo el pasado sábado en el botellódromo se entrevistó ayer con el delegado municipal de Seguridad, el teniente de alcalde García Bermúdez. Adrián Iglesias acudió acompañado de su madre, Margarita Castro, así como de sus tíos Rafael Castro y Alicia Miralbo. García Bermúdez compareció ante la familia con la asistencia del jefe de la Policía Local, Manuel Cabrales. "En todo momento -apuntó ayer Rafael Castro- ha defendido la intervención de los agentes de la Policía Local, nos dijo que éstos tardaron entre 5 y 6 minutos en llegar al lugar de los hechos, si bien nosotros le hemos replicado que lo único que hicieron cuando Adrián estaba en el suelo lleno de sangre fue alumbrarle con una linterna y dejarle allí". La familia, que se mostró disgustada por el hecho de que sus críticas iniciales fueras respondidas de forma pública a través de una nota de prensa publicada en los medios, mantuvo un debate con el delegado municipal de Seguridad después de que éste les señalara que el botellódromo era un indudable acierto y ellos le recriminaran que "en la calle se dice justamente los contrario".

Rafael Castro, tío del joven agredido, criticó también ante Juan Manuel García Bermúdez lo que él calificó como precaria situación de seguridad que se padece en el recinto. "A esto, el delegado nos dijo que hay un total de seis agentes desplegados. Están por el perímetro del recinto porque es imposible que desarrollen su trabajo en el interior del mismo". La escasa iluminación y la carencia de cámaras de vigilancia también fueron objeto de críticas por parte de la familia Castro. "El delegado se escudó diciendo que si allí se pone más luz o cámaras de seguridad, el botellón se trasdaría, retornando de nuevo a las calles de la ciudad. Algo que sería mucho peor para Jerez".

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