En los principales portales de empleo pueden encontrarse en estos días decenas y decenas de anuncios de demanda de trabajo como camarero o cocinero para la Feria del Caballo, aunque no siempre los perfiles se ajustan a los requisitos de la oferta. Un handicap, el de la falta de mano de obra, que supone una seria amenaza para la normal celebración de la fiesta, una amenaza real más allá del ruido mediático creado en torno a una mala interpretación por parte de algunos hosteleros de los efectos de la nueva reforma laboral que desembocó en el anuncio de paros, ya desconvocados.

No todo el mundo vale para trabajar en la hostelería, pues se precisa un mínimo de experiencia y hasta alguna referencia para no asumir más riesgos de los que ya implica para el empresario explotar una caseta, para la que se requiere una inversión importante.

Los caseteros están teniendo serios problemas para encontrar personal, que reúna los requisitos, para cubrir sobre todo los puestos de camarero en Feria, situación a la que se enfrenta un joven jerezano con años de experiencia al frente de casetas, que en las últimas semanas, incluida la Semana Santa, ha recorrido numerosos establecimientos hosteleros de la ciudad para preguntar por la disponibilidad de trabajadores de refuerzo con experiencia, sin demasiado éxito hasta la fecha.

"En años anteriores -salvando las dos ediciones de cancelación de la fiesta por antonomasia de Jerez por la pandemia- ya era difícil encontrar camareros dispuestos a trabajar la Feria, pero este año se me está haciendo muy cuesta arriba, casi imposible", señala el joven casetero, que no desiste en el intento.

El presidente de la Asociación de Hostelería de Jerez, Alfredo Carrasco, reconoce que "cuesta la misma vida encontrar profesionales; si ya es difícil encontrarlos en cualquier época del año, más aún para la Feria, problema que antes afectaba más al personal cocina, pero que desde hace unos años se ha multiplicado entre los camareros por el salto que ha dado la gastronomía en Jerez, donde cada vez se necesitan más profesionales, y no los hay".

Alfredo Carrasco, que gestiona junto a su hermano Juan Carlos desde hace años 'Casa Juan Carlos', de las casetas más apreciadas por jerezanos y visitantes por su oferta grastronómica, señala que la Feria es un evento muy concreto dentro de la actividad hostelera, que para mucha gente sirve de puente mientras encuentran salida laboral en otras actividades para las que han estudiado, a lo que se une que cada vez más negocios de la ciudad abren sus puertas durante los días en los que se desarolla la fiesta del González Hontoria.

"Hay camareros que piden vacaciones para trabajar en Feria, pero no a todos se las dan porque tienen que atender sus obligaciones laborales en los bares y restaurantes con los que tienen contrato", señala el presidente de los hosteleros jerezanos, quien puntualiza que, "y sí, hay muchos parados dispuestos a trabajar, pero no todos valen para atender en un evento multitudinario como éste si se quiere dar un buen servicio y de calidad como el que demandan los clientes".

'Casa Juan Carlos' precisa para la Feria 16 camareros en el turno de día y otros seis para la noche, necesidades para las que requieren personal de refuerzo más allá de los trabajadores con los que cuenta en plantilla durante el año este casetero en 'Alfredo Café & Copas', su negocio hostelero en la avenida Lola Flores, que sopesa incluso cerrar durante los días de Feria para cubrir las necesidades de la caseta.