Fiestas de la Vendimia

El legado de la Pisa de la Uva

  • El nuevo Obispo Rico Pavés se estrena en la bendición de la uva y el mosto que inaugura las Fiestas de la Vendimia

  • Vino y flamenco se dan la mano en el acto celebrado en la Alameda Vieja ante más de un millar de personas

El obispo José Rico Pavés, en su estreno en el acto de la Pisa de la Uva

El obispo José Rico Pavés, en su estreno en el acto de la Pisa de la Uva / Manuel Aranda

Los vendimiadores y vendimiadoras ocupan su lugar en el escenario mientras suenan los acordes del pasodoble ‘Ragón Falez’ de Emilio Cebrián, interpretado por la Banda Municipal bajo la batuta de Luis Román Cárdenas. Es el momento de la inauguración oficial de las Fiestas de la Vendimia con la Pisa de la Uva, la tradicional ceremonia de bendición de la uva y el nuevo mosto que este año repite ubicación en la Alameda Vieja.

El nuevo obispo de Asidonia-Jerez, monseñor Rico Pavés, preside por primera vez junto a la alcaldesa, Mamen Sánchez, y el presidente del Consejo Regulador del vino, César Saldaña, el acto, en el que también se estrena como maestra de ceremonias Josefa Parra, autora de la glosa que acompaña la bendición del fruto de la vid que acabará transformándose en los afamados vinos jerezanos. La presentadora saluda a las autoridades eclesiásticas, a los miembros del gobierno y la corporación municipal, los responsables del sector del vino y demás autoridades, invitados y asistentes.

No se puede negar que la Pisa de la Uva ha cambiado bastante en los últimos años, no ya por el ceremonial, que sigue en líneas generales el guión tradicional –en Jerez está demostrado que los experimentos, mejor hacerlos con gaseosa–, esa tradición desdeñada no hace tanto y que ahora despierta el aprecio y el interés de jerezanos y foráneos, que ayer hicieron que el aforo de mil asientos se quedara pequeño para la cantidad de gente que se congregó dentro y fuera del espacio habilitado a los pies del templete de la Alameda Vieja.

Fiel a la tradición, las pocas novedades ya incorporadas en la última edición, también marcada por la pandemia, introducen un guiño al flamenco, que se da la mano con el vino para exaltar esas dos grandes señas de identidad de Jerez en el inicio de este ciclo festivo.

Es el legado, el gran legado del jerez para Jerez, el mismo al que hace alusión Carmen Borrego Plá en su agradecimiento por el homenaje póstumo brindado al inicio del acto a su madre, la bodeguera y propietaria de Maestro Sierra Pilar Plá Pechovierto, a la que define con palabras extraídas de los muchos y emotivos mensajes dedicados a esta emprendedora y pionera de origen aragonés afincada en Jerez tras su fallecimiento el año pasado: feminismo sin alharacas, fuerza y legado.

En nombre de su madre, del equipo de Maestro Sierra y en el suyo propio, Borrego transmite a los presentes el sentimiento de felicidad que embargaba a la tristemente desaparecida ‘Dama del Sherry’ en "la búsqueda de la calidad y la excelencia del jerez para disfrutar de unas Fiestas de la Vendimia que van siempre unidas a un bautizo, el del vino de Jerez que toma el nombre de la tierra que le da vida”.

Los pisadores Alberto Hermosilla, José Antonio Buzón, David Pacheco y José del Toro, realizan su particular coreografía al compás de una bulería compuesta por Juan Manuel Moneo. Los pisadores Alberto Hermosilla, José Antonio Buzón, David Pacheco y José del Toro, realizan su particular coreografía al compás de una bulería compuesta por Juan Manuel Moneo.

Los pisadores Alberto Hermosilla, José Antonio Buzón, David Pacheco y José del Toro, realizan su particular coreografía al compás de una bulería compuesta por Juan Manuel Moneo. / Manuel Aranda

El bautizo toma el relevo del emotivo homenaje. Pasan pocos minutos de las ocho y veinte de la tarde y Josefa Parra, bajo los sones de ‘Ragón Falez’, llama a los 22 jóvenes venenciadoras y venenciadores a la tarima presidida por el lagar para proceder a la bendición de la uva por parte monseñor Rico Pavés, auxiliado por el deán de la Catedral, Antonio López Fernández, y el vicario episcopal, Miguel Ángel Montero. 

“Estamos orgullosos de que la tradición se repita, pero también aspiramos a que (como el mosto que renueva y refresca los vinos de años anteriores) cada vendimia, cada pisa de la uva, nos sorprenda y nos rejuvenezca, nos devuelva el brillo de la niñez y la juventud a los ojos y al corazón. Vendrán los pisadores, ataviados con el atuendo de faena tradicional que nos recuerda otras épocas, a repetir las claves del misterio. Pero serán vendimiadores y vendimiadoras jóvenes los que les acercarán la uva nueva, la de esta misma vendimia: el pasado y el presente se volverán promesa de porvenir cuando empiece a manar el mosto”, relata la presentadora.

Acto seguido, la Banda Municipal interpreta ‘La Gracia de Dios’, de Ramón Roig mientras los vendimiadores trasladan la uva al lagar, donde los pisadores José del Toro Oliva, Alberto Hermosilla Casado, José Antonio Buzón Morales y David Pacheco Pedrote realizan su particular coreografía al compás de una bulería especialmente compuesta para la Pisa de la Uva por el guitarrista Juan Manuel Moneo, al que acompaña al cante de Carmen Grilo y Luis Moneo, así como María José Franco a las palmas.

“El mosto sale por la piquera”, proclama la maestra de ceremonias momentos antes de que el obispo y sus auxiliares procedan a la bendición del vino del año ante la imagen de San Ginés de la Jara. Suena el ‘Himno de la Vendimia de Moisés Davia’ y la presentadora saluda el inicio del ciclo festivo: “Está naciendo, aún verde y niño, pero ya trae en su cuna el presagio de lo que será al cabo de años de reposo y sabiduría en las botas de alguna bodega: vino de Jerez. Ni más ni menos (...). ¡Que empiece la fiesta!”.

El acto se cierra con el repique de campanas y el tradicional brindis entre los invitados tras las interpretaciones del himno de Andalucía y de España a cargo del cuadro flamenco y la Banda Municipal.

El colofón, dentro del hermanamiento entre vino y flamenco, lo pone el espectáculo flamenco dirigido por Juan Manuel Moneo con la intervención de María José Franco, al baile; Carmen Grilo y Manuel Moneo Carrasco, al cante, y las palmas de Naim Real, y en el que también participa como artista invitado Luis Moneo.

La fiesta está servida y ya queda menos para la próxima Pisa de la Uva, que el Ayuntamiento baraja devolver al entorno de La Catedral, actualmente en obras, siempre que las circunstancias –léase la pandemia– lo permitan.

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