La filatelia en la romería de El Rocío

Si hay una peregrinación religiosa que reúne a un mayor número de fieles, esa es “El Rocío”. La devoción por la Virgen del Rocío no afecta solo a los vecinos de Almonte, donde se encuentra la imagen de la Virgen, sino que reúne a su alrededor a gente de toda España, e incluso, de fuera de nuestras fronteras. Hoy día, la Virgen del Rocío recibe cada año en su ermita a más de un millón y medio de visitantes, no sólo en los días grandes, los de la romería, sino a diario cuando son muchos los fieles que acuden a visitar la imagen de la Virgen más venerada de toda Andalucía.

La romería del Rocío, como otras temáticas relacionadas con nuestra cultura y patrimonio cultural, ha contado a lo largo de la historia con su particular apartado en la filatelia. En los últimos años, encontramos el efecto emitido en 2013 para la celebración del año Jubilar Mariano entre agosto de 2012 y septiembre de 2013, en Almonte. La celebración del Año Jubilar Mariano coincidió con el traslado de la Virgen en procesión desde la aldea del Rocío hasta el pueblo de Almonte, desplazamiento que tiene lugar cada siete años. En la estampa se reproduce la imagen engalanada de la Pastora Divina, con su Niño en brazos sobrevolando protectora la Ermita del Rocío.

Y siguiendo con la dulce y serena imagen del sello de emisión nacional de 2019, conmemorando el centenario de la Coronación Canónica, con el rostro centrado entre las 12 estrellas de siete puntas, como los siete dones del Espíritu Santo y la llama simbolizando ese Espíritu de Pentecostés y por tanto la Blanca Paloma. Añadimos el matasellos especial de primer día de circulación emitido para la ocasión y una tarjeta con matasellos de la Oficina Postal de Pilas, especificando el “Camino del Rocío” y el matasellos conmemorativo de la Venida Jubilar, de Almonte, también de 2019.

Y dos imágenes que identifican a la Romería del Rocío como de las más importantes del calendario cristiano: La Virgen llevada en andas por los enfervorizados almonteños con ancestral espíritu religioso y aclamada como Madre de las Marismas, sello de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de 1986 de 17 pesetas; y la interminable caravana de carretas, tiradas por bueyes y mulas, vehículos de todo tipo y gentes a caballo, o a pie que marchan hacia la ermita: multitud de miembros de las diversas cofradías, rezan, cantan y bailan, como sólo saben hacerlo los pueblos del sur.

Este sello, también de tirada nacional, de 1981, nos transporta al momento del paso de alguno de los vados que los peregrinos enfrentan antes de poder descansar en la Aldea.