Qué es la fisioterapia del suelo pélvico y todo lo que puede hacer por ti

Contenido patrocinado

De la incontinencia urinaria a la disfunción sexual, los problemas asociados al suelo pélvico son muy variados, antes o después del embarazo

Especialistas de Clínicas Beiman explican cómo la fisioterapia aborda estos problemas

Qué es la fisioterapia del suelo pélvico y todo lo que puede hacer por ti
Qué es la fisioterapia del suelo pélvico y todo lo que puede hacer por ti

19 de octubre 2021 - 02:00

"La fisioterapia engloba numerosas disciplinas aunque algunas no son muy conocidas", explica Silvia del Ojo, directora de Clínica Beiman Jerez. Una de ellas es la fisioterapia del suelo pélvico, disciplina a la que esta clínica dedica una atención específica con profesionales especializados. El suelo pélvico es un conjunto de músculos y ligamentos que cierran la cavidad abdominal por su parte inferior. Entre sus funciones están el control de esfínteres, el soporte de los órganos pélvicos y una sexualidad satisfactoria. Cualquier alteración en esta zona puede originar una disfunción y/o provocar dolor. De ahí que requiera una atención específica.

Los problemas asociados al suelo pélvico son variados. Afectan tanto a hombres como a mujeres. Pueden ir desde la incontinencia urinaria hasta la disfunción sexual. Un fisioterapeuta especialista en esta área debe prevenir y tratar las disfunciones que puedan aparecer. "También está entre sus labores el trabajo previo a un embarazo para evitar posibles complicaciones en la zona del suelo pélvico tanto durante el parto como posterior a él", señala la responsable de Clínica Beiman. La figura de este profesional adquiere más relevancia si se tiene en cuenta que muchos de estos problemas suelen tener un diagnóstico tardío.

Suelo pélvico: ¿Por qué es importante tenerlo fortalecido?

El suelo pélvico -también llamado periné- está formado en torno a un 70% por tejido conjuntivo. Es decir, tejido conectivo que sirve para dar soporte y estructura a otros tejidos y órganos del cuerpo. La parte restante del suelo pélvico es musculatura. Tiene como funciones sostener los órganos pélvicos (vejiga, uretra, útero, vagina y recto) y asegurar su correcto funcionamiento.

El suelo pélvico es una zona dinámica que se adapta al movimiento y a la postura de las personas. En todo momento intenta mantener tensionados y en su posición a los mencionados órganos pélvicos. Sin embargo, si está debilitado no realiza su labor de manera adecuada. Cuando eso sucede, las estructuras que sujeta descienden y se originan diversos problemas que afectan a la calidad de vida y a la autonomía de las personas.

La fisioterapia ayuda a prevenir los trastornos del suelo pélvico y a tratarlos cuando han aparecido. El profesor del Máster Universitario en Fisioterapia en el Abordaje Integral del Suelo Pélvico en la Universidad Europea y secretario de la Sociedad Española de Fisioterapia en Pelviperineología, Mikel Amostegui, determina que “la fisioterapia es el primer arma que debería utilizarse para solucionar los problemas en el suelo pélvico”.

El fisioterapeuta tiene como tarea que el paciente fortalezca esta zona y que aprenda a controlarla ya que hay muchas personas que no tienen un buen dominio de sus estructuras pelviperineales. De este modo conseguirá reducir considerablemente las disfunciones pélvicas.

¿Por qué aparecen las disfunciones?

Las mujeres suelen sufrir más disfunciones relacionadas con el suelo pélvico. Seis de cada diez mujeres tienen algún trastorno pélvico. El porcentaje de afectados disminuye en el ámbito masculino (dos de cada diez). Una razón de esta diferencia es por el embarazo. Esta zona sufre especialmente durante la gestación debido al aumento de peso que debe soportar y por la laxitud (más elasticidad de lo normal) que adquieren los ligamentos y músculos pélvicos.

Esta situación se acentúa durante el parto, especialmente si se utiliza algún instrumento para sacar al bebé (parto instrumentado) y/o se realiza una episiotomía (incisión en el perineo que ensancha la abertura de la vagina): “Sabemos que el embarazo es la situación de la vida de la mujer que más influye en la aparición de disfunciones del suelo pélvico”, apunta Amostegui.

Los trastornos de la menstruación -sobre todo la menopausia- también contribuyen a una mayor incidencia de los problemas pélvicos. La ausencia de menstruaciones ocasiona una pérdida de la masa muscular y una falta de elasticidad en los ligamentos y músculos que afectan al funcionamiento del suelo pélvico. Así, es más común que tras la menopausia se produzcan prolapsos -descensos de los órganos pélvicos- debido a que los músculos y ligamentos del suelo pélvico no pueden sujetarlos.

En el caso de los hombres, las disfunciones van a surgir especialmente después de una intervención de próstata. Según explica el experto, “al quitar la próstata se extirpa también el esfínter interno, que es el principal sistema de cierre que tiene la uretra”. Por esta razón muchos hombres suelen sufrir incontinencias urinarias después de una operación de próstata. El envejecimiento, una enfermedad o una actividad física mal realizada también pueden favorecer la aparición de disfunciones pélvicas.

Disfunciones del suelo pélvico más comunes

Los problemas o disfunciones del suelo pélvico que más suelen presentarse son los siguientes: incontinencia urinaria; incontinencia fecal; prolapso; estreñimiento; disfunciones sexuales y molestias en la zona.

Si se sufre algunas de estos problemas conviene consultar a un médico o a un especialista del suelo pélvico.

Un fisioterapeuta especializado en el suelo pélvico puede prevenir posibles patologías pélvicas pero también está capacitado para tratarlas: “Los fisioterapeutas queremos entender qué es lo que falla para realizar un tratamiento adecuado a la disfunción o necesidades que tengan cada mujer u hombre”, señala el experto Mikel Amostegui.

La fisioterapeuta especializada en suelo pélvico de Clínicas Beiman Jerez, María Montesinos, explica que el primer paso cuando llega un paciente a la consulta es recabar todos los datos posibles de él (edad, si ha tenido algún problema de salud, parto…). Asimismo, “se palpa y se ve cómo está esa musculatura”. Con esta información obtenida se puede dar un primer diagnóstico de fisioterapia. En esa primera consulta también se hace una puesta en marcha del tratamiento personalizado de cada paciente.

Los tratamientos son múltiples, varían en función de la patología y normalmente son indoloros. El profesional puede recurrir al masaje manual en la zona (tanto intracavitario como extra), a otras técnicas de fisioterapia avanzada como la diatermia, la laserterapia o la electroestimulación, a introducir cambios en los hábitos de vida de los pacientes, al biofeedback o a la terapia miofascial (técnica de fisioterapia que consiste en tratar la fascia, una membrana fibrosa de tejido conectivo presente en todo el cuerpo).

La fisioterapeuta María Montesinos, de Beiman Jerez, aclara que en el tiempo de recuperación influyen muchos factores por lo que es complicado determinar un plazo exacto. Sin embargo, especifica que “normalmente, un paciente que acude pronto a consulta después de que aparezca el dolor pélvico mejora a pasos muy adelantados”.

La recuperación llevará más tiempo y se complica si existe un diagnóstico tardío y el problema no se ha tratado en sus fases iniciales. Una situación que sucede más de lo aconsejable ya que “hay un gran desconocimiento en este ámbito”, puntualiza la especialista.

Fisioterapia y suelo pélvico: el trabajo preventivo

Los diferentes expertos consultados coinciden en que se debe trabajar el suelo pélvico de manera preventiva para reducir los trastornos que puedan aparecer asociados a estas estructuras. En este sentido, el fisioterapeuta puede ayudar a fortalecer la zona y a que el paciente tome conciencia de ella y aprenda a controlarla. El trabajo de fortalecimiento se lleva a cabo principalmente con la realización de ejercicios de core (el core engloba los músculos centrales del cuerpo como los abdominales, los lumbares o los de la pelvis).

“Cuando se fortalece la zona los escapes disminuyen mucho. Pero si tienes un periodo de estrés (risa, tos, vómitos…) y tienes la vejiga llena, ese escape lo controlas con una contracción voluntaria. Así, si se controla esa musculatura, cuando se va a estornudar por ejemplo se hace una contracción y no se produce el escape”, explica María Montesinos.

Además, el secretario de la Sociedad Española de Fisioterapia en Pelviperineología Mikel Amostegui indica que “el buen funcionamiento de los abdominales (estructura asociada a la zona pélvica) y del suelo pélvico de manera conjunta va a mejorar el rendimiento de los deportistas”.

La fisioterapia obstétrica

El embarazo y el parto son dos situaciones que pueden desencadenar trastornos pélvicos. La fisioterapia obstétrica es la especialidad que se encarga de prevenirlos. Está estrechamente ligada a la fisioterapia del suelo pélvico. Para evitar los problemas en la zona pélvica se recurre a ejercicios y técnicas de fisioterapia que preparan durante el periodo de gestación a la mujer para el propio embarazo, el parto y el posparto.

La fisioterapeuta de Clínicas Beiman María Montesinos comenta que si se está embarazada “es importante cuidar y preparar el organismo durante esta etapa, saber qué hay en el cuerpo y cómo se mueve, y así poder ir actuando y mejorando las sensaciones”.

La experta señala que en sus clases enseña a sus pacientes higiene postural para disminuir el dolor durante el embarazo y el parto: “Se pueden reducir considerablemente los dolores si sabes las directrices a seguir”.

También hace simulaciones de los pujos con EPI-NO (dispositivo para ejercitar la musculatura del suelo pélvico) y enseña estiramientos, respiraciones y posturas y movimientos facilitantes que ayudan a disminuir el dolor de las contracciones y a favorecer la dilatación. Y es que si la musculatura no da el 100% en el momento del parto es cuando surgen los desgarros o hay que recurrir a la episiotomía. Estas situaciones pueden ocasionar disfunciones pélvicas.

La especialista de Beiman Jerez añade que suele dar algunas lecciones de anatomía para que las embarazadas sepan lo que ocurre durante el periodo de gestación y en el parto: “Cuando tú sabes lo que está pasando y por qué está pasando, te encuentras más tranquila”.

Por último, la fisioterapeuta también da clases posparto donde se hace “una revisión para prevenir posibles incontinencias, futuros prolapsos o relaciones sexuales dolorosas”.

Más beneficios de la fisioterapia pélvica

Aunque la fisioterapia centrada en el suelo pélvico no es tan conocida como otras, es igual de importante y necesaria para prevenir y tratar disfunciones que pueden afectar al día a día de las personas. Los expertos recuerdan además que fortalecer el suelo pélvico influye positivamente en cualquier cirugía que se vaya a realizar en esas estructuras y en el posoperatorio. Otra razón más por la que no solo hay que prestar atención al suelo pélvico cuando da problemas.

stats